Portada » Economía » Economía: Producción, Sectores y Empresa
Son los recursos necesarios para producir bienes y servicios. Se clasifican en tres grandes grupos:
El factor tierra incluye todos los recursos naturales y materias primas necesarios para producir cualquier bien o servicio.
Los recursos naturales se clasifican en renovables, no renovables y mixtos:
Son aquellos cuyo uso no los agota (sol, viento). Se utilizan para producir energía sin que su fuente se agote. Su utilización no perjudica el disfrute que puedan tener los demás de ese recurso.
Son aquellos que se agotan cuando los utilizamos. Muchos recursos naturales son de clase minera (cobre, etc.).
Hay algunos bienes que podemos clasificar así en la medida en que su uso se agota, pero una explotación razonable y una gestión sostenible nos permite disponer de ellos sin límites de tiempo (madera).
Para realizar una actividad económica necesitamos la intervención humana.
Toda intervención humana (física o intelectual) que tenga como objetivo la producción de bienes o servicios se engloba en el factor trabajo.
La forma más tradicional de trabajo ha sido el trabajo manual, aquel en que la producción depende de nuestra intervención física sobre los productos que tenemos para transformarlos en los bienes que necesitamos. Ejemplos de trabajo manual: la caza, la pesca, la artesanía, etc.
La evolución de nuestras sociedades nos ha llevado a otra clase de trabajos en los que ya no se emplea tanto la fuerza manual sino el intelecto: labores de dirección, coordinación, diseño, etc.
Sin las herramientas, máquinas e instrumentos sería muy difícil producir los bienes y servicios que necesitamos. Todos estos bienes que no se dedican al consumo, sino que nos sirven para producir otros bienes y servicios, forman el capital.
El factor capital engloba tanto las infraestructuras necesarias para producir el bien (carreteras, redes eléctricas, etc.) como los edificios en los que se sitúan las empresas y las industrias, las máquinas y los elementos de transporte.
Abarca todas las actividades que extraen productos de la naturaleza de forma directa: la agricultura, la pesca, la ganadería, la minería y la silvicultura.
Entre las actividades que conforman este sector destaca la agricultura.
La tecnificación de las explotaciones ha producido una reestructuración de las actividades agrarias, que cada vez necesitan menos mano de obra. La productividad se ha incrementado y ello no ha repercutido en la erradicación de la escasez y el hambre en los países más pobres. Existe un gran contraste en el mundo entre la agricultura tecnificada y una agricultura tradicional, intensiva en mano de obra y orientada a la subsistencia.
El peso de la población activa empleada en el sector primario es mucho mayor en los países pobres que en los ricos.
Engloba las actividades económicas dedicadas a transformar materias primas en productos elaborados: la energía, la construcción y la industria.
Destacan las actividades industriales que contribuyen a generar riqueza y empleo.
En cuanto a la población activa dedicada al sector secundario, oscila entre el 35% en los países de rentas medias y el 26% en los de rentas altas.
Comprende aquellas actividades que no producen bienes materiales, sino diferentes tipos de servicios para la población o para otras empresas.
El sector terciario es muy heterogéneo; incluye un abanico muy amplio en el que resulta difícil destacar una actividad sobre las demás.
Se encuentran las actividades de transporte, turismo, comercio, hostelería, enseñanza, etc.
En casi todo el sector terciario, el peso del factor trabajo es considerable en relación con otros factores.
El sector servicios va adquiriendo relevancia a medida que un país se enriquece.
En las regiones más desarrolladas, el empleo en el sector se eleva a más del 70% de la población activa.
Está constituido por la corriente de bienes y servicios y factores entre las familias y las empresas y, por otro lado, por sus correspondientes pagos en dinero.
Mantiene relaciones económicas con las familias y las empresas. El sector público actúa bien como empresa, ofreciendo bienes y servicios en el mercado de productos o demandando factores productivos en el mercado de factores, o bien como una familia, adquiriendo bienes y servicios en el mercado de productos a cambio de un precio.
El sector público recauda impuestos de familias y empresas, consiguiendo unos ingresos que utiliza para ofrecer bienes y servicios.
Todas las transacciones que se realizan en el mercado se denominan oferta y demanda.
Ofrecemos nuestro trabajo en el mercado de factores a cambio de un salario, pero demandamos bienes cuando compramos en el supermercado a cambio de dinero. Las empresas ofrecen bienes y servicios en los mercados de productos al tiempo que demandan trabajo en los mercados de factores.
Para producir, las empresas utilizan recursos, lo que genera costes de producción.
De la venta en el mercado de los bienes que produce, la empresa obtiene sus ingresos.
La diferencia entre estos ingresos y los costes de producción es el beneficio de la empresa.
Las empresas buscan aumentar sus beneficios tratando de obtener los máximos ingresos por la venta de sus productos con los mínimos costes de producción.
Eficiencia técnica: cuando se obtiene la máxima producción con unos recursos dados.
Eficiencia económica: cuando se obtiene la máxima producción con el mínimo coste posible.