Portada » Historia » La crisis de la Restauración y la transición a la Segunda República
Crisis de la Restauración
Durante la Restauración, el sistema de turnismo sufrió dificultades. La muerte de Sagasta y Cánovas debilitó los partidos. El desarrollo urbano minó el control local, dando lugar a una oposición (anarquistas, nacionalistas y socialistas) que impulsó la agitación social en las ciudades, especialmente por el movimiento obrero. El monarca intervino en política, mientras el ejército aumentaba su influencia.
Con un enfoque regeneracionista, implementó reformas autoritarias, una «revolución desde arriba». Intentó erradicar el control local, integrar a las clases medias en la política, manteniendo el poder de las élites y la monarquía. Se introdujeron derechos sociales: descanso dominical, regulación de la jornada laboral de mujeres y niños, y pensiones (Instituto Nacional de Previsión). Su disolución se debió a la negativa a nombrar al General Polavieja como Capitán General de Madrid.
Moret y Canalejas incluyeron fuerzas de izquierda para cooptarlas. Tras el incidente de la revista Cut-Cut (propaganda satírica contra el ejército), se promulgó la Ley de Jurisdicciones (delitos contra el ejército y la nación juzgados por tribunales militares). El rey no apoyó el programa liberal de Moret. Canalejas aprobó leyes sobre huelgas y limitó el poder de la Iglesia. Participó en la Conferencia de Algeciras (Protectorado de Marruecos). El cambio de turno se debió a la incapacidad de Canalejas para frenar la influencia del rey y los militares.
La Semana Trágica reveló las limitaciones del conservadurismo. Se intentó abolir el control local, aliándose con movimientos regionalistas catalanes. El envío de tropas reservistas a Marruecos generó descontento (las clases altas podían evitar el servicio militar pagando). Los sindicatos convocaron una huelga general, y el gobierno declaró el estado de guerra. Los enfrentamientos en Cataluña (26-31 de julio) llevaron a la formación de la CNT y a la dimisión de Maura.
Moret intentó descentralizar y reabrir escuelas laicas, pero el rey otorgó el decreto de Disolución de Cortes a Canalejas. Canalejas buscó ampliar la base social de la democracia, pero excluyó a las clases populares y la izquierda. Concedió el derecho de huelga, amplió derechos de los trabajadores, eliminó impuestos sobre el consumo y estableció su progresividad, además de abolir el pago para evitar el servicio militar. Se promulgó la Ley del Candado (limitación de órdenes religiosas) y la Ley de Mancomunidades (autonomía catalana). Se intensificaron las acciones en Marruecos. Su asesinato interrumpió las reformas.
Impacto de los acontecimientos
Tras la muerte de Canalejas (1912), comenzó un periodo de inestabilidad que culminaría con la dictadura de Primo de Rivera. España mantuvo una postura neutral en la Primera Guerra Mundial, lo que trajo crecimiento económico e inflación. La Ley de Mancomunidades desencadenó una crisis mitigada por Dato. El sistema de turnos colapsó, siendo reemplazado por gobiernos de concentración nacional.
Tensiones militares entre africanistas y peninsulares (Juntas Militares de Defensa). Se clausuraron las Cortes y se convocó una Asamblea de Parlamentarios que demandó un Gobierno Provisional, una nueva constitución y autonomía para Cataluña (fue disuelta). La CNT y UGT convocaron una huelga general, reprimida por el ejército.
Aumento de la conflictividad social por la depresión post-guerra. Huelgas como la de «La Canadiense» en Barcelona. La «ley de fugas». El aumento de afiliados a los sindicatos. En Marruecos, las tribus rifeñas hostigaron a las tropas españolas (desastre de Annual: 13.000 muertes). El Expediente Picasso nunca fue publicado. El PSOE y los republicanos se opusieron a la presencia española en Marruecos. Primo de Rivera encabezó un golpe militar.
Dictadura de Primo
A partir de 1917, una serie de gobiernos ineficaces y divididos permitieron el desarrollo de la oposición socialista, nacionalista y republicana, y el crecimiento del movimiento obrero. Tras Annual, se exigieron responsabilidades a militares y al rey. El general Miguel Primo de Rivera llevó a cabo un golpe de Estado en Barcelona. Declaró el estado de guerra e insistió en que el poder político debía estar en manos de los militares.
Régimen temporal para restaurar el orden. Se suspendió el régimen constitucional, se cerraron las Cortes, se impuso censura de prensa, se restringió la actividad sindical y se prohibieron las huelgas. Se estableció un centralismo fuerte, sustituyendo gobernadores civiles por militares y disolviendo ayuntamientos. Se reprimió el nacionalismo catalán (abolición de la Mancomunidad Catalana). Se creó la Unión Patriótica. En Marruecos, se colaboró con Francia para derrotar a las tribus rifeñas (desembarco de Alhucemas).
Objetivo: dotar al régimen de instituciones inspiradas en el fascismo italiano, sin crear un Estado totalitario. Se convocó una Asamblea Nacional Consultiva (ley fundamental que nunca entró en vigor). Se impulsó el desarrollo económico e industrial con fuerte intervención estatal, creando monopolios y proporcionando ayuda a las empresas. Se implementaron medidas proteccionistas y se realizó una gran inversión en obras públicas. Se estableció la Organización Corporativa Nacional. La oposición estaba formada por republicanos (Alianza Republicana), nacionalistas catalanes e intelectuales. La UGT y el PSOE retiraron su apoyo en 1929. Primo de Rivera dimitió en 1930.
Primo de Rivera dimitió en 1930 tras perder el respaldo del rey y los militares. El rey nombró a Berenguer como Jefe del Gobierno e intentó restaurar el régimen constitucional de 1876, pero la falta de credibilidad y apoyo lo impidió. Los partidos republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián (1930) y formaron un Comité Revolucionario (Alcalá Zamora). Los intentos de sublevación militar republicana fracasaron. Berenguer fue reemplazado por Aznar. Las elecciones municipales mostraron un amplio apoyo a la república en las áreas urbanas. El 13 de abril de 1931, Alfonso XIII abdicó, y al día siguiente se proclamó la Segunda República.
2ª República
El Gobierno Provisional (Alcalá Zamora), intentó abordar las demandas de los obreros y la oposición religiosa antirrepublicana. Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la victoria a las fuerzas republicanas y socialistas. Se elaboró la Constitución de 1931 (soberanía popular, sufragio universal, sufragio femenino, separación de poderes, Estado Integral, laicismo).
El feminismo experimentó distintas etapas. Durante la Restauración, surgieron asociaciones y publicaciones católicas y burguesas. La Asociación Nacional de Mujeres Españolas luchó por los derechos de la mujer. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, se otorgaron concesiones paternalistas. Durante la República, se propuso un anteproyecto para garantizar la igualdad jurídica y de derechos entre hombres y mujeres. Clara Campoamor y Victoria Kent fueron figuras destacadas. Finalmente, se aprobó el sufragio femenino.
Bienio Reformista
El bienio reformista (Alcalá Zamora y Azaña) fue un periodo de gobierno de izquierda republicana y socialista. Se implementó una reforma agraria (expropiación de latifundios), se reconoció la autonomía de algunas regiones (Cataluña, País Vasco y Galicia), se reorganizó el ejército, se promulgó la Ley de contratos de trabajo, se establecieron convenios entre empresarios y obreros, y se adoptaron medidas para limitar la influencia de la Iglesia. La oposición de sectores industriales y militares de derecha, y de campesinos y obreros de izquierda, generó revueltas. El intento de golpe de Estado de Sanjurjo (1932). El levantamiento anarquista en Casas Viejas. La creciente influencia de la derecha (CEDA, Renovación Española, Falange Española). En las elecciones de 1933, la centroderecha obtuvo la victoria.
Bienio de la CEDA
El descontento de las fuerzas de oposición llevó a la división entre republicanos y socialistas. En 1933, las derechas ganaron las elecciones. Leroux asumió como Jefe del Gobierno. En la primera etapa, el Partido Radical obstaculizó las reformas. Los militares opuestos a la República recuperaron su posición. La Iglesia aumentó su influencia. La derecha realizó movimientos milicianos violentos contra los socialistas. En la segunda etapa, el Gobierno radical-cedista endureció su política. La crisis del estraperlo provocó la caída de Leroux. Las izquierdas se unieron en el Frente Popular. Azaña fue nombrado Presidente de la República. Se restableció la legislación del primer bienio. Los asesinatos de José del Castillo y Calvo Sotelo marcaron el inicio de la sublevación contra el Estado.
La historiografía de la Guerra Civil ha sido objeto de un extenso análisis. Durante el franquismo, se utilizó para respaldar la ideología del régimen. En la década de los 60, surgieron obras de autores hispanistas y europeos. El fin de la censura permitió una nueva oleada de estudios históricos. En los 90, se abordaron aspectos políticos a través de las biografías de figuras clave. En el siglo XXI, se han desarrollado obras divulgativas.
La creciente polarización política desembocó en violencia callejera y conspiraciones militares. El general Mola lideró el Golpe de Estado. La muerte de Calvo Sotelo y del General Castillo marcó el inicio del levantamiento militar (17 de julio de 1936). El objetivo era derrocar al gobierno republicano y establecer un directorio militar. La disolución del ejército condujo a la formación de milicias para defender la república. Ambos bandos llevaron a cabo una represión intensa contra sus oponentes. El fracaso parcial de la revolución social contribuyó al estallido de una Guerra Civil.
Hasta mediados de 1937, los sublevados se embarcaron en una campaña para unificar el norte y sur del país. Tras varios intentos fallidos de rodear Madrid, los sublevados optaron por una estrategia de desgaste. La muerte de Mola llevó a Franco a asumir el mando. A pesar de algunas victorias republicanas, la contraofensiva nacional en el Ebro frenó el avance republicano. La conquista de Cataluña marcó prácticamente el fin de la guerra en 1939. El coronel Casado lideró un golpe de Estado para negociar la paz con Franco. A finales de marzo de 1939, las tropas nacionales entraron en Madrid.
El conflicto causó la muerte de aproximadamente medio millón de personas y el exilio de otro medio millón. Franco impuso una dictadura militar que duró casi 40 años.
Evolución política y económica
La resistencia armada inicial fue liderada por Casares Quiroga, quien renunció, dejando el cargo a Jose Giral. Surgieron Juntas y Comités Revolucionarios. El Gobierno de Coalición de Largo Caballero buscó restaurar el orden. La división dentro del gobierno culminó en enfrentamientos en Barcelona en 1937. Negrín enfocó sus esfuerzos en fortalecer la estructura militar y económica. Tras la caída de Barcelona, Azaña renunció y Casado lideró un golpe de Estado.
El poder militar centralizado lideró la organización del Estado. La Junta Nacional de Defensa coordinó las acciones gubernamentales, con Franco asumiendo el liderazgo. Se estableció la FET de las JONS como partido único. El gobierno inicial de Franco buscó institucionalizar un estado autoritario y centralizado.
Se estableció un Comité de No Intervención. La República compró armamento soviético y contó con el respaldo de las Brigadas Internacionales. Los sublevados recibieron ayuda militar de Alemania e Italia.
Franquismo
El régimen dictatorial instaurado por Franco evolucionó según el contexto internacional. Influenciado por la Iglesia, Franco se consideraba respaldado por la divinidad y asumió el título de «Caudillo». En su régimen personalista, Franco ostentaba los títulos de Caudillo y Generalísimo. Lideraba el partido único, FET de las JONS (Movimiento Nacional). Los monárquicos inicialmente respaldaron el régimen, pero se distanciaron. Los Franquistas Puros permanecieron leales. Los tecnócratas del Opus Dei promovieron un desarrollo económico modernizador.
La ideología franquista se basaba en el nacionalismo español y el nacionalcatolicismo. Inicialmente se opuso al comunismo y al capitalismo, adoptando una ideología económica fascista corporativa. Desde 1942, Franco estableció una democracia orgánica con órganos políticos no representativos. La Falange proporcionó principios, símbolos y cargos administrativos. El ejército ocupó cargos públicos. La Iglesia respaldó el régimen.
Una oligarquía agraria, industrial y financiera apoyó el régimen. La mayoría de la población aceptó el régimen por pasividad, ignorancia o miedo.
Institucionalización del régimen
La fase inicial (Serrano Suñer) se caracterizó por el dominio militar y falangista (Fuero del Trabajo, 1938). Con la Ley Constitutiva de Cortes (1942), se creó una cámara consultiva sin representación popular. Tras la caída del fascismo (1942), surgió una etapa nacionalcatolicista. Se instauró la democracia orgánica. El Fuero de los Españoles concedió derechos y libertades sujetos al veto del gobierno. La Ley de Sucesión de la Jefatura del Estado impuso un modelo monárquico sin monarca.
El gobierno tecnocrático del Opus Dei (1957-1969) intentó modernizar el Estado. Se legitimó al Movimiento Nacional como partido único. Se sentaron las bases de la seguridad social. La Ley Orgánica del Estado (1966) reforzó el poder de Franco. Surgieron tensiones entre diferentes facciones. El escándalo Matesa provocó la remodelación del gobierno. Carrero Blanco fue asesinado por la ETA en 1973. Arias Navarro gobernó hasta la muerte de Franco (Juan Carlos I asumió el trono el 22 de noviembre de 1975).
Franco enfrentó conspiraciones judeo-masónicas y marxistas-comunistas. España apoyó a Alemania con la División Azul hasta 1942. El aislamiento internacional llevó a España a no ser admitida en la ONU ni beneficiarse del Plan Marshall. En los años 50, España adquirió importancia geoestratégica durante la Guerra Fría. España ingresó en la ONU en 1955. En la década de 1960, España no pudo unirse a la OTAN. La descolonización fue un proceso problemático. La Marcha Verde de Marruecos hacia el Sáhara llevó a España a abandonar esos territorios.
Transformación de la estructura económica
La economía experimentó una fase de autarquía. En el sector agrícola, se implementaron medidas de contrarreforma. En cuanto a la industria, se establecieron políticas proteccionistas. España impuso estrictos controles comerciales.
La ayuda económica estadounidense en los años 50 contribuyó a estabilizar la economía. Con el gobierno tecnocrático del Opus Dei, se implementaron medidas de preestabilización. Estas políticas facilitaron la reanudación del comercio internacional.
Los Planes de Desarrollo (1964-1973) buscaban establecer metas para mantener el crecimiento económico. El desarrollo industrial se concentró en Madrid, País Vasco y Cataluña. La agricultura se modernizó. El turismo experimentó un crecimiento notable. España logró un Acuerdo Preferencial con la CEE.
En 1973, el aumento drástico en el precio del petróleo desencadenó una crisis. Estos cambios económicos influenciaron la estructura y mentalidad social. En los años 40, el partido único reprimió a trabajadores y obreros. En los años 50, la burguesía comercial ganó preeminencia. La industrialización de los 60 mejoró las condiciones laborales. En los años 70, el consumo masivo y cambios en la mentalidad social allanaron el camino hacia una transición pacífica hacia la democracia.