Portada » Economía » El Emprendimiento en la Economía Actual: Knowmads, RSC y ODS
Una persona emprendedora es aquella que, a partir de una idea innovadora, ve una oportunidad y comienza su propio negocio. En este proceso, toma decisiones, evalúa amenazas y oportunidades, y asume riesgos económicos y financieros para ponerlo en marcha y llevar adelante el proyecto con el objetivo de obtener beneficios, tanto económicos como sociales.
Las knowmads son personas cualificadas, entre los 25 y los 35 años, con conocimiento y habilidad para trabajar en entornos digitales y tecnológicos. Presentan un alto grado de autonomía laboral, movilidad fluida entre trabajos y trabajan en distintos proyectos a la vez. Son flexibles y se adaptan al mercado laboral. Suelen teletrabajar. Pueden ser autónomos.
El emprendimiento de la mujer ha ido adquiriendo una mayor relevancia en los últimos años, gracias a eliminar barreras sociales e integrar a la mujer.
La teoría del techo de cristal, elaborada por G. Bryant en 1984, describe las barreras invisibles que impiden el desarrollo profesional de las mujeres, en especial, su acceso a cargos directivos o de mucha responsabilidad, a pesar de encontrarse en igualdad de condiciones de formación y experiencia laboral que los hombres. Esta teoría permite reconocer las desigualdades laborales a las que se enfrentan las mujeres hoy día en el mercado laboral.
La inclusión y el emprendimiento están vinculados, ya que el emprendimiento puede promover la igualdad de oportunidades al permitir a personas de diversos orígenes mejorar su vida económica. Sin embargo, es necesario abordar las barreras que impiden la participación plena de ciertos grupos en el mercado empresarial. El emprendimiento inclusivo considera las habilidades y capacidades diversas, adaptando los entornos laborales para integrar a todos, incluyendo personas con discapacidades o en riesgo de exclusión. Para promover la inclusión, se proponen estrategias como programas de financiamiento, mentoría, capacitación, y campañas de sensibilización para prevenir la discriminación.
El empresario toma decisiones en la empresa para alcanzar objetivos, equilibrando sus elementos y asumiendo riesgos. Debe poseer diversas habilidades, como trabajar muchas horas, aprender constantemente, liderar y motivar equipos, y comunicarse de manera clara y persuasiva. Además, debe gestionar su tiempo y recursos, controlar finanzas, resolver problemas, adaptarse a cambios del mercado, mantener relaciones con clientes y proveedores, y tomar decisiones basadas en datos y experiencia.
En las grandes empresas, quienes poseen el capital y quienes las dirigen suelen ser personas distintas. La persona empresaria profesional, que no aporta capital, se enfoca en el crecimiento y los beneficios de la empresa para mantener su puesto, mientras que la persona empresaria patrimonial también es propietaria del capital y dirige la empresa. Las funciones básicas del empresario son planificar, organizar, gestionar y controlar para cumplir los objetivos. El CEO, responsable de ejecutar las acciones necesarias para lograr los objetivos, es la figura principal en la gestión ejecutiva de la empresa.
La empresa actúa dentro de un sistema económico y, según sea este, su manera de desenvolverse será una u otra. El entorno tiene una influencia constante y duradera que condiciona de alguna forma las decisiones estratégicas de la empresa, así como el comportamiento de las personas que la componen.
Existen dos tipos de entorno que, de manera directa o indirecta, influyen en la empresa: el entorno específico, o microentorno, y el entorno general, o macroentorno. Ambos repercuten en la empresa, por lo que es importante tenerlos siempre en cuenta en el momento de tomar cualquier decisión.
Comprende aquellos factores que inciden de manera directa en el negocio y sobre los cuales la empresa puede llegar a tener cierto control.
Las cinco fuerzas de Porter son una herramienta clave para que los emprendedores analicen su entorno empresarial. Diseñada por Michael Porter, evalúa los factores que impactan directamente en un negocio. Estas fuerzas incluyen:
Los factores del entorno macroeconómico que impactan a las empresas incluyen:
El análisis PESTEL permite estudiar el entorno macroeconómico considerando factores políticos, económicos, socioculturales, tecnológicos, ecológicos y legales para evaluar si es favorable para el negocio.
La responsabilidad social corporativa consiste en integrar preocupaciones sociales y medioambientales en las operaciones empresariales. Implica asegurar salarios justos, un ambiente laboral positivo, cumplir con estándares ambientales, apoyar a la comunidad y reducir el impacto ambiental, generando así un efecto positivo en la sociedad.
La puesta en marcha de la RSC implica que las empresas adopten medidas para mejorar la calidad de vida laboral, el medioambiente, el marketing responsable y la ética empresarial. Entre las principales acciones de RSC se incluyen: elaborar códigos de conducta internos, facilitar la conciliación entre vida familiar y laboral, y formar al personal en aspectos medioambientales. Aunque supone un esfuerzo organizativo y económico, las empresas obtienen beneficios, ya que los consumidores valoran este compromiso, lo que hace que la RSC sea una obligación en los objetivos empresariales actuales, basados en ética, transparencia y responsabilidad social.
Se busca crear una sociedad más sostenible, lo que exige responsabilidad de consumidores, empresas y sector público. Las empresas, como agentes productivos clave, deben asumir una mayor responsabilidad, destacando la responsabilidad social medioambiental. Esto implica acciones para proteger el medioambiente y los recursos naturales, compatibilizándolas con sus actividades empresariales. Un concepto clave es la huella ecológica, que mide el impacto ambiental de la empresa en términos de consumo de recursos, emisiones y contaminación. Las empresas que gestionan su huella ecológica y son responsables con el medioambiente son apreciadas por los consumidores, quienes valoran sus esfuerzos, lo que impulsa el marketing ecológico para publicitar sus iniciativas sostenibles.
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con metas para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todas las personas como parte de una agenda de desarrollo sostenible para 2030. Algunos ODS están directamente relacionados con las empresas, pero todos buscan un mundo más sostenible. Alcanzar estos objetivos requiere la participación de gobiernos, sector privado y sociedad civil.