Portada » Historia » España bajo el Franquismo (1936-1975): Régimen, Evolución y Caída
El régimen franquista comenzó el 1 de octubre de 1936 con la proclamación de Franco como Jefe de Estado y Generalísimo, y duró hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975. La creación del Estado Franquista se inició con las primeras medidas tomadas por Franco durante la Guerra Civil, especialmente la formación de la Junta Técnica del Estado, cuyo objetivo era anular las reformas de la República.
En 1937, Franco aprobó el Decreto de Unificación, creando un partido único, FET y JONS, que en 1945 se convertiría en el Movimiento Nacional. También, siguiendo el modelo fascista italiano, aprobó en 1938 el Fuero del Trabajo.
Franco, un militar africanista con un fuerte nacionalismo, se oponía a cualquier tipo de autonomía. Sus principios fundamentales eran la defensa de Dios y la Patria, y consideraba a liberales, masones, anarquistas, judíos, socialistas, comunistas y demócratas como enemigos.
La dictadura franquista fue de carácter personal, unipartidista, y representó una victoria permanente de los vencedores de la Guerra Civil. Aunque tuvo algunos rasgos similares al fascismo, como la crítica al capitalismo y la celebración de concentraciones de masas, también se diferenciaba de él. No existía una identificación total entre líder y partido; la Falange, creada con anterioridad, se subordinó por completo con el Decreto de Unificación de 1937. Hubo una gran influencia del ejército y la Iglesia. Si bien no practicó el racismo sistemáticamente, se declaró antijudío y nombró el Día Nacional como el Día de la Raza.
El régimen contó con el apoyo de la oligarquía de terratenientes, empresarios, financieros, clases medias rurales y las llamadas Familias del régimen. El ejército, que se había opuesto a las medidas tomadas durante la República y temía que los estatutos de autonomía acabaran con la unidad de España (lo que llevó al intento de golpe de Estado de Sanjurjo en 1932), fue otro gran apoyo.
La Iglesia también fue un pilar fundamental del franquismo.
El Falangismo, fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933 siguiendo el modelo fascista italiano, aportó al régimen algunos principios ideológicos y signos externos. Sin embargo, Franco limitó su independencia con el Decreto de Unificación de 1937, integrándolo posteriormente en el Movimiento Nacional. Del falangismo, el régimen adoptó los principios de Familia, Sindicato y Municipio. La influencia de la Falange disminuyó con la derrota italiana y alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Otros grupos de apoyo fueron los Carlistas o Tradicionalistas de Fal Conde, con su sección paramilitar, los requetés, y los Monárquicos. Franco no definió el régimen como monárquico hasta la Ley de Sucesión de 1947. Las relaciones con D. Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, fueron difíciles, especialmente tras el Manifiesto de Lausana en 1945.
Los principios ideológicos del régimen se plasmaron en siete Leyes Fundamentales: el Fuero del Trabajo (1938), el Fuero de los Españoles (1945), la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), la Ley del Referéndum Nacional (1945), la Ley de Sucesión (1947), la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y la Ley Orgánica del Estado (1967). Estas leyes buscaban proyectar una imagen de legalidad, especialmente de cara al exterior.
La evolución política, social y económica del régimen estuvo influenciada por el contexto internacional, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Se pueden distinguir tres fases:
La larga duración de la dictadura se debió a factores como la no entrada en la Segunda Guerra Mundial, el recuerdo de la Guerra Civil, la desmovilización social y el nuevo orden internacional con la Guerra Fría. A la muerte de Franco, el consenso entre las diferentes opciones políticas permitió una transición democrática pacífica, consolidada en 1982 con el primer gobierno de izquierdas.