Portada » Lengua y literatura » Las Variedades Socioculturales y los Registros Idiomáticos en la Narrativa Española
Una lengua no constituye un código uniforme, sino que presenta variantes en su realización concreta. Los factores fundamentales de diversificación de la lengua son cuatro:
Cada uno de estos factores da lugar a variedades distintas de una misma lengua:
Vienen dadas por el nivel cultural o social de los hablantes, la edad, la profesión, el sexo, etc. A estas variedades socioculturales de la lengua se las denomina niveles del lenguaje o sociolectos.
Vienen dadas por la situación o contexto concretos en que se desarrolle el acto comunicativo. Este contexto viene determinado por un conjunto de circunstancias extralingüísticas en las que se desarrolla el acto de comunicación: el tema, personalidad del emisor/receptor y su relación, forma de transmisión del mensaje e intencionalidad. A estas variedades contextuales se las denomina registros idiomáticos.
De un modo genérico, se puede hablar de dos niveles de expresión, determinados ambos por la capacidad de adaptación del registro idiomático a las distintas situaciones comunicativas. Éstos son: el nivel culto o formal y el nivel vulgar; o lo que es lo mismo, el uso de un código elaborado y de un código restringido.
El mayor o menor acercamiento al ideal de lengua va a hacer que se distingan básicamente cuatro niveles:
Es empleado en situaciones familiares y cotidianas para comunicarse con personas allegadas y permite un tipo de expresión más relajado. Esta espontaneidad contribuye a cometer algunas incorrecciones; no obstante, tiende a respetar la norma. Sus rasgos principales son:
Es el propio de las personas instruidas y de gran nivel cultural. Hay lingüistas que lo identifican con la lengua literaria y científica. Funciona como modelo de corrección y como ideal de lengua para los estratos inferiores. Sus rasgos fundamentales son:
Es el empleado por diferentes grupos sociales o profesionales que pretenden desviarse de la lengua común por un afán diferenciador. Hay una gran variedad, aunque pueden diferenciarse dos tipos básicos.
a. Jerga social (argot): Sirve para denominar a un conjunto de variedades empleadas por grupos sociales marginales (delincuentes, traficantes, carteristas…) que desarrollan una forma de hablar propia. Estas jergas desempeñan tres funciones:
b. Jerga profesional: Sirve para aludir al empleo de la lengua por colectivos profesionales que buscan la precisión y la exactitud, utilizando términos propios de su disciplina y con una significación concreta, denominados tecnicismos.
Es utilizado por las capas más modestas y peor escolarizadas de la sociedad. Es un sistema pobre, con una gramática sencilla y un léxico reducido. Se caracteriza por la alteración constante de la norma y el uso de vulgarismos, palabras incorrectas o errores lingüísticos.
Al comenzar el siglo, la novela se regía aún en general por los esquemas del Realismo y del Naturalismo de la segunda mitad del siglo XIX. La novela realista se concebía como una copia de la realidad, como un espejo que reflejaba unos hechos verosímiles, protagonizados por unos personajes extraídos de la realidad social. La acción transcurría en lugares reconocibles y minuciosamente descritos por un narrador omnisciente con pretensiones de objetividad. El Naturalismo, por su parte, aportó la concepción determinista de la existencia.
Con el nombre de Generación del 98 se conoce a un grupo de escritores que desarrolla su creación literaria a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que surge como consecuencia de tres circunstancias:
Por estas razones, los escritores del 98, entre los que se incluye a Unamuno, Baroja, Antonio Machado y Valle-Inclán, manifiestan su protesta contra las costumbres decadentes de la sociedad española y proponen una reforma total de las conductas sociales y morales de los españoles.
Este grupo toma su nombre en alusión a la fecha de la pérdida de las últimas colonias españolas de ultramar. Así, la novela del 98, en su intento de superar la corriente realista, presenta, como rasgos característicos:
Es uno de los escritores más vanguardistas del momento. Su obra, inicialmente modernista, evoluciona hacia esa creación tan particular como innovadora denominada esperpento. (Crea esta forma de expresión para mostrar su compromiso social y su rechazo hacia un mundo que aborrece. Es un modo de ver la realidad a través de una deformación caricaturesca. Incluso presenta a sus personajes animalizados. Esta evolución es mucho más notoria en su teatro).
En sus novelas apenas hay acción: destacan los personajes y el ambiente. Se caracteriza por la precisión, la minuciosidad, la sencillez y la utilización de frases cortas. En sus primeras obras se observa una violenta rebeldía contra los valores establecidos; pero tras abandonar sus ideas revolucionarias, sus inquietudes se desplazan de lo social a lo subjetivo.
Obras:
Concibió la novela como un género abierto y multiforme. Lo importante para él es la anécdota, y se despreocupa de la composición. La novela debe buscar, sobre todo, entretener al lector.
“Para mí, no es el ideal del estilo ni el casticismo, ni el adorno, ni la elocuencia: lo es, en cambio, la claridad, la precisión, la rapidez”.
Su obra es muy abundante, sobre todo en novelas de estructura muy abierta, con muy escasa composición, fragmentadas en pequeñas historias, en sucesos, en anécdotas, episodios… Fluye como la vida misma que quiere representar. Publicó sesenta y seis novelas y, además, narraciones más cortas, ensayos, biografías y ocho tomos de memorias. Agrupaba sus novelas en pequeños ciclos, trilogías en general. En unas obras predomina el autor de opinión:
Y en otras prevalece el autor de acción:
Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1864, pero su vida transcurrió sobre todo en Salamanca, donde fue catedrático y rector. Sus opiniones cambiantes y furibundas le granjearon enemigos y períodos de destierro. Murió en la ciudad universitaria en 1936. La personalidad contradictoria y atormentada de Unamuno se refleja en toda su obra. Escribió siempre sobre sí mismo y sobre sus preocupaciones personales: el sentido de la vida, la angustia ante la muerte, la existencia de Dios, el tema de España, etc.
Denuncia “el espectáculo deprimente del estado mental y moral de nuestra sociedad”; trata de despertar la conciencia de la sociedad al poner de manifiesto las mentiras políticas, así como la falta de sinceridad religiosa. En un primer momento considera que la solución es “europeizar a España” pero luego, al conocer la pequeña historia de españoles corrientes –la intrahistoria- cambia de parecer y propone “españolizar Europa”.
La novelística de Unamuno podemos clasificarla de existencial, de cerebral o, lo que es lo mismo, de filosófica. Ante las críticas que recibe después de Amor y Pedagogía por sus novedades formales, se defiende explicando que sus novelas se van haciendo al escribirlas. A ese nuevo tipo de novela le llama nivola y se caracteriza por:
Cuando se habla de Novecentismo nos referimos a la obra de un grupo de autores – críticos, ensayistas, novelistas, poetas, etc.,- que alcanza su momento de máximo esplendor a partir del año 1914, de ahí el término Generación del 14 que también se les aplica. Surgieron nuevas revistas literarias y periódicos que fueron eco de las nuevas tendencias: Prometeo (1908), el diario El Sol (1917) y la Revista de Occidente, fundada en 1923 por Ortega y Gasset. El ensayo y la novela serán los géneros preferidos por estos autores, aunque se suele incluir también en esta época a J.R. Jiménez, dentro de la poesía, por el proceso de depuración poética llevado a cabo en esos años. Todos ellos comparten con el 98 esa inquietud por el problema de España, aunque rechazan la visión dramática y subjetiva de aquellos, adoptando una postura más equilibrada e intelectual. Les van a importar más los valores exclusivamente artísticos, como la construcción y el estilo, que los aspectos temáticos.
Nació en Moguer (Huelva). En 1900 se trasladó a Madrid y conoció a Rubén Darío. Tras la muerte de su padre, una grave depresión le postró en un sanatorio psiquiátrico. En 1916 contrajo matrimonio con Zenobia Camprubí en Nueva York. Al estallar la guerra partió para el exilio a Cuba, y más tarde, a EE.UU. y Puerto Rico. En 1956 se le concede el Premio Nobel: la noticia coincide con la muerte de Zenobia. Dos años más tarde moriría él. Hoy sus restos reposan en Moguer.
Marcado por su total dedicación a la Poesía y a la búsqueda incesante de la Belleza. Su aislamiento le hizo desentenderse de los problemas cotidianos, aunque su posición a favor de la República fue firme. Obsesivo por alcanzar la perfección y manioso con la corrección continua de su Obra. Su poesía fue variando desde su inicial vinculación con el Modernismo hasta la creación final de una obra personalísima y diferente.
En sus obras iniciales se nota la influencia del Romanticismo (Bécquer). Escribió después Arias tristes, Jardines lejanos y La soledad sonora y en las que empieza a apreciarse la inspiración del Modernismo. Se va acercando a las formas plenas del Modernismo:
Los temas principales son el deseo de captar lo que se esconde tras la apariencia de las cosas, la fugacidad de la vida, la muerte… Para ello se vale de símbolos sencillos: primavera, pájaros, jardines, etc. Con el libro Poemas agrestes (1911) comienza la transición hacia una nueva forma de concebir la poesía y supone la antesala de la segunda etapa. Por entonces, también, escribe su famoso libro de prosas poéticas Platero y yo (1914).
Se inicia con Diario de un poeta recién casado (1916). Su novedad es asombrosa: han desaparecido el léxico modernista, la adjetivación sensorial, los ritmos sonoros. Se elimina lo anecdótico para dejar paso a la concentración conceptual y emotiva. Descubre el mar en su primer viaje a América. Otros libros son: Eternidades (1917), Belleza (1923).
Se desarrolla en el exilio. Su autoexigencia y su ensimismamiento se acentúan. Expresa sus experiencias íntimas, de un misticismo exaltado. Es un tipo de literatura hermética e ininteligible. De esta época podemos destacar: La estación total (1946), Dios deseado y deseante (1949), Espacio (1954).
Durante este período la novela trata de abrirse camino tras la tragedia bélica. En esta época carente de libertad ideológica, y en una sociedad cercada por la miseria y el hambre sólo parecen posibles dos posturas:
A) Manifestarse de acuerdo con la situación, aferrarse a valores sentimentales estables y aspirar a un entorno tranquilo y embellecido. Leopoldo Panero, Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco, Rafael García Serrano, etc. (Literatura Arraigada).
B) Reflejar la desesperanza en el presente y en el futuro, sentirse incómodos huésped de la realidad y manifestar la peripecia individual de la persona que vive tiempos de angustia y de dolor. Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro, C.J. Cela, Miguel Delibes, Buero Vallejo, etc. (Literatura Existencial).
Por su parte, los escritores exiliados continúan su obra cada vez más aislados de la evolución literaria del país y sumidos en la nostalgia de la tierra que abandonaron. En general, en los años 40 predomina una novela de tipo existencial. Como características principales de este período podemos señalar las siguientes:
Los autores más significativos son Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes.
Autor | Año de nacimiento – Año de fallecimiento | Obra destacada | Año de publicación |
---|---|---|---|
Camilo José Cela | 1916-2002 | La familia de Pascual Duarte | 1942 |
Carmen Laforet | 1921-2004 | Nada | 1944 |
Miguel Delibes | 1920-2010 | La sombra del ciprés es alargada | 1947 |
Los 50 van a suponer el renacer de la novela española, que junto a la primera generación de posguerra, asumirán un compromiso social en su labor literaria, siguiendo las ideas de Jean Paul Sartre. La literatura se convierte en un instrumento de denuncia, predominando la intención política sobre la estética. Las características de la novela social son:
Temas / Autores y Obras
Se intenta que reflejen la sociedad española de la época, con un propósito implícito de denuncia de las injusticias sociales, particularmente en los ámbitos siguientes:
Tema | Autor | Obra |
---|---|---|
Mundo rural | Jesús Fernández Santos | Los bravos |
Mundo rural | Miguel Delibes | El camino |
Vida urbana | Camilo José Cela | La colmena |
Vida urbana | Rafael Sánchez Ferlosio | El Jarama |
Provincianismo | Carmen Martín Gaite | Entre visillos |
Provincianismo | Juan Goytisolo | Juegos de manos |
A lo largo de esta década, al tiempo que se va produciendo un rechazo creciente de la novela social, tiene lugar un proceso de renovación narrativa. Dos eran las acusaciones principales contra los novelistas sociales de los 50:
Aparece así un tipo de novela experimental, más preocupada por los aspectos formales y lingüísticos del relato que por la reproducción objetiva de la realidad: el cómo se cuenta tiene tanto interés como lo que se cuenta. La renovación de la novela afecta, pues, de manera especial, a las técnicas narrativas, a los procedimientos formales. Detallaremos las características más importantes de la novela en los años 60:
Causas de la Renovación
Principales Autores / Años 60
También los novelistas “mayores”, como Cela, Delibes y Torrente Ballester contribuyeron a la renovación experimental de la novela en esta época.
Autor | Características | Obra destacada | Año de publicación |
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Luis Martín Santos |
|
Tiempo de silencio | 1962 |
Juan Goytisolo |
|
Señas de identidad | 1966 |
Juan Benet |
|
Volverás a Región | 1967 |
Llegados los años 70, hemos de referirnos a un nuevo grupo de escritores conocidos como Generación del 68 y cuyas primeras novelas empiezan a publicarse entre finales de los 60 y principios de los 70. Las características de la novela en los años 70 son: