Portada » Lengua y literatura » Análisis de la Poesía Española: Del Modernismo a la Generación del 27
El núcleo del sintagma verbal constituye el predicado de la oración. Tradicionalmente se define a partir de criterios semánticos, sintácticos y morfológicos.
El adverbio es una clase de palabras invariables en significante y, a menudo, no fragmentables en signos menores.
En su viaje a París (1899-1902) para trabajar como traductor, Antonio Machado entró en contacto con nuevas corrientes poéticas: el Simbolismo y el Modernismo. A su vuelta a Madrid, publica Soledades (1903), donde se reflejan las influencias de esta primera etapa.
Este libro es la respuesta a las corrientes simbolistas en la poesía que buscaban nuevos caminos para la expresión poética del yo íntimo. El libro presenta 60 poemas con temática muy variada y es un libro de las emociones: dolor, recuerdos, melancolía. Cuando aparece el paisaje, no es el real sino el interior, el de los sentimientos. Machado tiende a eliminar los elementos narrativos para expresar su reflexión sobre cuestiones existenciales. Para eso utiliza símbolos como el camino, la fuente o los campos.
Este libro recoge un conjunto de poemas sobre temas variados: el paisaje castellano, la decadencia cultural y social.
En Campos de Castilla observamos una mirada apasionada ante la belleza del paisaje castellano, pero también una crítica a la gente por su indiferencia. Esta toma de conciencia social lo relaciona con la Generación del 98.
Tras la muerte de Leonor, Machado marcha a Baeza, donde encuentra una situación económica y social diferente a la castellana. El contraste entre el latifundio y la pobreza hace surgir nuevos motivos poéticos en sus versos. Ahora, en sus poemas, toma partido por el hombre y por la justicia.
Tras la muerte de Leonor a los 17 años, Machado vuelve a la línea más intimista y de soledad de su poesía. Intenta controlarse, recuperándola a través de los sueños. Quiere creer, pero no es creyente.
En Campos de Castilla, Machado incluye proverbios y cantares. Su padre, folclorista, publicó varios libros sobre cantares populares andaluces. Machado también sigue esa corriente en sus proverbios y cantares, poemas muy breves. Estos versos son una nueva forma de concebir la poesía: más breve y densa.
En su poesía de la Guerra (1936-1939), observamos una orientación diferente: la reflexión triunfa sobre la emoción. Esta colección incluye cancioncillas de inspiración popular y un conjunto de proverbios y cantares.
Al principio, Machado utiliza una lengua literaria propia del Simbolismo y el Modernismo, pero de un tipo intimista. A la vez, busca una depuración estilística que lo lleva a la sobriedad, densidad y sencillez.
Por eso huye de la metáfora, porque para él representa lo más alejado de la poesía directa y sencilla. Su poesía es densa y profunda porque se basa en la presencia de sustantivos y adjetivos. El adjetivo es más valioso que la metáfora.
La poesía de Juan Ramón Jiménez es casi siempre muy subjetiva y gira en torno a tres vocaciones del poeta: la mujer, la poesía y la muerte. Por otro lado, concebía la poesía como un proceso en permanente perfeccionamiento. Para él, el poeta es el que encuentra la palabra exacta para nombrar las cosas en toda su plenitud. Esta nueva forma de presentar la realidad hace que todo parezca nuevo, como recién nacido.
No busca inspiración en las musas, quiere exactitud. La mano conductora del poema tiene que ser la inteligencia. No se propone recrear ni reproducir la realidad, quiere hallarla de nuevo.
Su poesía se caracteriza por la influencia modernista, que más tarde depuraría volviendo a la sencillez. En sus primeros libros predomina un tono melancólico e intimista. Obras de esta etapa son Arias Tristes (1903) y Jardines Lejanos (1903).
En el verano de 1913 se enamora de Zenobia, mujer muy culta que fue para él el nexo de unión entre el mundo exterior y el creador que había elegido vivir aislado.
En 1916 abandona el Modernismo y busca una mayor depuración de la palabra poética. Se acerca al Novecentismo y critica el excesivo subjetivismo modernista.
Se embarca hacia Estados Unidos para casarse y empieza Diario de un poeta recién casado, dando un paso decisivo hacia la libertad expresiva y la poesía pura. El diario es también una crónica de viaje interior.
El 22 de agosto de 1936 se exilia y no vuelve a España. Allí escribe En el otro costado, Dios deseado y deseante. Su último poemario es Animal de fondo, un solo poema traspasado por un extraño misticismo.
Espacio es la cima de su creación poética. En estos años consigue el dominio absoluto del verso libre. Su lengua, ya depurada, se vuelve hermética y profunda.
El 25 de octubre de 1956 recibe el Premio Nobel. Zenobia muere en 1956 y él, sumido en la depresión, no logra salir adelante. Dos años después muere en Puerto Rico y sus restos vuelven a España.
En 1927 se celebra en el Ateneo de Sevilla un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Esta celebración fue también una provocación de los jóvenes poetas vanguardistas contra el desprecio de la Real Academia Española hacia Góngora.
El grupo de amigos que viajó a Sevilla, cuyo viaje fue pagado por Ignacio Sánchez Mejías (torero, hombre culto y sensible), estaba formado por Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, José Bergamín, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados.
Procedían de diversos lugares, pero tenían muchas cosas en común: edad parecida, formación universitaria, ganas de aprender de lo viejo y lo nuevo, de renovar la poesía tomando lo mejor de cada época y cada estilo, de la nueva invención. También se interesaban y aprendían de la poesía popular, el Romancero y la lírica española de tipo popular.
Estas son las características de la Generación del 27: equilibrio entre la tradición y las vanguardias, entre el hermetismo y la claridad.
La poesía pura: mezclan tendencias vanguardistas modernas con la mejor poesía de épocas pasadas. Lorca publica Romancero Gitano (1928), Guillén Cántico. En esta época triunfa la poesía pura, con la importancia de lograr una construcción rigurosa del poema.
El cambio coincide con la influencia del Surrealismo, que rehumaniza la poesía introduciendo los sentimientos inconscientes. El Surrealismo vino a romper la cohesión del grupo. Los poetas que lo siguen no creen en los principios básicos del Surrealismo. Utilizaron otras técnicas de la poesía surrealista como la aparición del lenguaje poético, el fluir torrencial de las imágenes visionarias. En esta etapa, Cernuda publica Los placeres prohibidos, Lorca Poeta en Nueva York.
Es una generación republicana y liberal. Poetas como Alberti y Cernuda adoptan un compromiso político dentro de la izquierda, en defensa de la legalidad republicana.
Neruda afirma en Madrid, al mismo tiempo, la necesidad de una poesía sin pureza.
Tras la Guerra Civil, Lorca es asesinado y muchos poetas se exilian. Lejos de España, escriben nuevos libros de poemas donde la nostalgia de la patria perdida, los amigos muertos y el desarraigo son las notas dominantes. En América, la Generación del 27 continuaría su obra con cambios importantes en el tono y el mensaje. Efectivamente, su poesía se hace más grave y preocupada, y tiende a reflejar cada vez más los problemas humanos y sociales de su tiempo.
El nuevo lenguaje poético se caracteriza por el uso innovador de la imagen y la metáfora. Estas se prodigarán como constituyente esencial del verso.
En cuanto a la versificación, prefieren en general las formas sencillas: el romance y los versos populares. Continúan las formas cultas como los sonetos. Junto a los metros tradicionales se utilizarán profusamente el verso libre y el versículo, típicos de la poesía de vanguardia.
Las preposiciones son elementos de enlace, nexos exclusivamente subordinantes que sirven para relacionar unas palabras con otras: Tomo café con leche.
Son unidades invariables, no admiten morfemas flexivos. A, ante, bajo, cabe, con, contra… Forman una clase cerrada de palabras.
Unen palabras o sintagmas convirtiendo el segundo en complemento del primero.
Son palabras vacías, carecen de significado propio. Su valor se deduce por el contexto. Por ejemplo, a puede indicar tiempo, dirección o lugar.
Las conjunciones son elementos de enlace (también de oraciones).
Son palabras invariables, no admiten morfemas flexivos. Pueden ser coordinantes o subordinantes.
Enlazan palabras, sintagmas o proposiciones que están al mismo nivel sintáctico: ninguna depende de la otra.
Introducen una proposición que depende sintácticamente de una palabra o de otra proposición.
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