Portada » Lengua y literatura » El Teatro Español del Siglo XX (Hasta 1939): Innovación y Tradición
El teatro español de la primera mitad del siglo XX, exceptuando las obras de Valle-Inclán y Lorca, ha sido negativamente valorado por la crítica. A pesar de la abundancia de autores y tendencias, existía la idea de que la escena española se encontraba en un período de postración, con dramaturgos que ignoraban la evolución del teatro europeo.
El teatro, como género literario, necesita ser representado para completarse. Esto implica fuertes condicionamientos comerciales que explican la existencia de dos tendencias teatrales predominantes antes de la Guerra Civil:
Jacinto Benavente (1866-1954) evolucionó desde un tono crítico, cercano al modernismo, hacia el conservadurismo. Su realismo se alejó de las vanguardias, con una crítica superficial de la burguesía. Sus obras destacan por su buena construcción dramática y lenguaje cuidado.
Obras destacadas:
Continuadores de esta línea: Linares Rivas y Gregorio Martínez Sierra (Canción de cuna, Don Juan de España).
Surgió con el modernismo, buscando la fusión del drama y la poesía lírica. Evolucionó hacia un teatro histórico en verso (Marquina, Villaespesa, los Machado), con recreaciones de la historia nacional y un verso sonoro. Eduardo Marquina (1897-1946) es el autor más destacado (Las hijas del Cid, Doña María la Brava, El Gran Capitán).
Con temas superficiales, personajes populares y castizos, este teatro buscaba la risa fácil.
Autores que buscaban un teatro para expresar conflictos religiosos, existenciales y sociales, creando obras intelectuales y rompiendo con el realismo.
Incorporaron las vanguardias y la intención social, además de acercar el teatro al pueblo.