Portada » Lengua y literatura » Lírica Española: De la Posguerra a la Modernidad
Tras la Guerra Civil, el centenario de Garcilaso de la Vega en 1936 marcó un cambio en la poesía española. Surgió el garcilasismo, una corriente que recuperaba formas clásicas como el soneto y abordaba temas como el amor, Dios y el Imperio, en contraste con la realidad del momento. En las décadas de posguerra, la lírica estuvo marcada por el régimen franquista, lo que provocó el exilio de figuras como Salinas, Cernuda, Guillén y Juan Ramón Jiménez. Estos poetas del exilio, aunque con caminos diversos, compartieron el tema de España, cargado de angustia.
En la década de 1940, surgieron el neoclasicismo y el existencialismo. Los poetas garcilasistas crearon una poesía evasiva de perfección formal, que luego evolucionó hacia temas cotidianos como la familia. A mediados de la década, apareció una poética conmovida por la situación del ser humano, acentuando el dolor y la angustia. Esta lírica, enlazando con las vanguardias, registró distintas tendencias (poesía neoclasicista, heroica, política) y una corriente existencialista.
En la década de 1950, surgió la poesía social, crítica y con un lenguaje sencillo. Con presencia de lo narrativo, buscaba despertar sensaciones en el receptor y transformar la realidad. Poetas como Blas de Otero y José Hierro utilizaron la poesía como medio de denuncia social, mostrando preocupación por la realidad y la vida colectiva.
En la década de 1960, la generación del 50 cambió el concepto de poesía, interesándose en lo individual y poniendo énfasis en los aspectos lingüísticos y retóricos.
En 1970, la antología Nueve novísimos poetas españoles de Castellet marcó el nacimiento de una nueva estética. Esta antología destacaba la vocación reflexiva de los escritores y la mezcla cultural. Desde 1975, la lírica española ha evolucionado sin una estética dominante, con la aparición de nuevos autores y la renovación de los anteriores.
La Generación del 27, también conocida como la Edad de Plata de las letras españolas, elevó la literatura española a un nivel comparable al de cualquier grupo europeo. Este grupo de poetas, que publicaron sus primeros escritos alrededor de 1920, incluía a figuras como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Federico García Lorca.
El nombre «Generación del 27» surgió de la conmemoración en 1927 del tercer centenario de la muerte de Góngora. Estos poetas veían en Góngora un maestro del vanguardismo y una poesía ingeniosa y culta. Unió a estos poetas la amistad y la formación en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde se exponían a las novedades artísticas europeas.
Entre sus influencias se encontraban las vanguardias europeas e hispanoamericanas, poetas españoles modernos como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Unamuno, escritores como Ortega y Gasset y Gómez de la Serna, y clásicos españoles como Góngora, Bécquer y la lírica popular. La Generación del 27 supo integrar lo nuevo, lo culto y lo popular, renovando la tradición sin rechazarla.