Portada » Geografía » Expansión Industrial en España: Áreas y Ejes Clave
Los principales centros de la industria española están constituidos por Madrid y Barcelona. Se caracterizan por su alta densidad industrial que alcanza a veces niveles de saturación, y se expande por las principales carreteras, formando corredores industriales. Su diversificación sectorial y por disponer de una gran dotación de transportes y comunicaciones les dan mayor accesibilidad y las hacen muy atractivas para las nuevas instalaciones industriales. Su evolución reciente está marcada por tendencias contrapuestas:
Por provincias, ocupa un lugar hegemónico en el panorama industrial. Los factores que lo han hecho posible son: la centralidad política y administrativa (capitalidad), la acumulación de capitales externos, su importancia demográfica como mercado de trabajo y de consumo, ser el principal nudo de comunicaciones del país y la existencia de centros de investigación e innovación tecnológica. Cuenta con una compleja industria muy diversificada, esencialmente de carácter ligero: automóviles, maquinaria, electrodomésticos, química (farmacéutica), confección… Los sectores de menor complejidad tecnológica (metalurgia básica, madera y mueble, papel…) se extienden por la zona sur del área metropolitana (Villaverde, Getafe, Leganés, Alcorcón, Parla, Pinto, Fuenlabrada y Móstoles), con expansión hacia Toledo y Guadalajara. Por el contrario, en las zonas norte (Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos) y este (corredor del Henares), hay una mayor presencia de los sectores industriales dinámicos y de las industrias de alta intensidad tecnológica (industrias agroalimentarias, químicas ligeras o de electrónica), ya que cuentan con los factores de estatus, calidad urbanística ambiental y accesibilidad al aeropuerto de Barajas.
Es la región con mayor producción industrial y la más antigua de las regiones industriales españolas. Cuenta con ventajas conectadas con los factores de localización tradicionales: a su amplio mercado de trabajo y a la buena red de abastecimiento de materias primas se une una fuerte demanda local, y unas excelentes infraestructuras la conectan tanto con los mercados nacionales como internacionales. Al igual que Madrid, acumula importantes servicios financieros, de información y de innovación tecnológica. Su tejido industrial supera la especialización inicial (textil) y alcanza una amplia diversificación: transformados metálicos (maquinaria y equipos mecánicos, automoción y transporte…), química ligera y la textil. Es también importante la presencia de industrias con un elevado componente tecnológico y alto valor añadido. La mayor concentración industrial se da en torno a Barcelona, cuya malla industrial se prolonga a mayor distancia que la de Madrid: a partir de las grandes concentraciones de los valles del Llobregat y del Besós, la industria se difunde hacia el resto de Cataluña siguiendo los ejes de comunicación de la costa y del interior.
Entre las zonas industriales en expansión destacan los ejes del litoral mediterráneo y valle del Ebro. Estos ejes de desarrollo se explican por:
Este conjunto de condiciones ha atraído en los últimos años numerosas empresas multinacionales (Ford en Valencia, General Motors en Zaragoza, Volkswagen en Pamplona), que se suman a los traslados producidos desde otras áreas españolas para impulsar el desarrollo de estos territorios. La industria se encuentra muy dispersa sectorial y geográficamente, repartida por todo el territorio, con concentraciones industriales importantes en Valencia y Cartagena en el eje Mediterráneo, y en Zaragoza en el corredor del Ebro.
Corresponden a espacios industriales de larga tradición, afectados por la reconversión industrial, lo que los ha llevado a un agudo declive. Su localización se corresponde con las zonas industriales del Cantábrico (Asturias, País Vasco), así como algunos núcleos aislados (Ferrol, Bahía de Cádiz, Ponferrada, Cartagena…). Las áreas industriales en declive se caracterizan por los siguientes rasgos:
La desindustrialización de estas zonas ha traído consigo un importante incremento de las tasas de paro, el declive demográfico por emigración y un carácter cada vez más periférico de estas regiones respecto a los centros decisorios y a las nuevas áreas industriales, a lo que colabora su deficiente accesibilidad respecto al resto de España y la Unión Europea. No obstante, algunas zonas han protagonizado en los últimos años ejemplos de revitalización industrial, como el País Vasco, donde se ha mantenido una parte de las antiguas empresas, pero con intensas mejoras tecnológicas y una fuerte reducción de empleo, y al mismo tiempo, han surgido otras actividades que permiten diversificar su economía y reducir la dependencia de un solo sector.
El resto del territorio español está constituido por enclaves industriales aislados, sin constituir verdaderas regiones industriales integradas. Cabría distinguir dentro de él dos grupos bien diferenciados:
Pese a los intentos de paliar las graves desigualdades en la distribución de la industria española (Polos de Desarrollo, Sociedades de Desarrollo Industrial, etc.), persisten los desequilibrios tradicionales: la mayor parte del empleo y de la producción industrial se concentran en el Cantábrico, Mediterráneo, valle del Ebro y Madrid, frente al contrapunto representado por las dos Castillas y Extremadura. Es más, los contrastes se potencian por la tendencia a localizar las actividades más avanzadas, de mayor nivel tecnológico y más alta productividad en las regiones más dinámicas, mientras que las de tecnología más antigua y manual se localizan en las regiones con menor desarrollo industrial. El reparto de la inversión en nuevas industrias, especialmente en aquellas de mayor complejidad tecnológica, continúa produciéndose en las áreas catalana, vasca y madrileña, incorporándose decididamente los ejes mediterráneo y del Ebro. Eso significa que, aunque disminuyen los contrastes regionales en cuanto a la cantidad de empleo industrial, aumentan respecto al nivel tecnológico de sus industrias y la calidad del empleo que generan.