Portada » Psicología y Sociología » Introducción a la Psicología de la Personalidad
La personalidad son las características que distinguen a un individuo de otro. Se trata, por tanto, de un constructo psicológico que permite predecir el comportamiento de las personas en situaciones específicas.
Podemos definir la personalidad como el modo característico y habitual en que cada persona piensa, siente y se comporta. Incluye aspectos cognitivos, afectivos y conductuales.
Los teóricos de los rasgos suponen que las personas varían a lo largo de un número de dimensiones o escalas continuas, cada una de las cuales representa un rasgo. Los rasgos serían las unidades de la personalidad y permanecerían bastante constantes a lo largo de la vida. Se han determinado a partir de la técnica del análisis factorial.
Eysenck dividió la personalidad en dos dimensiones principales:
El cruce de estas dos dimensiones da lugar a cuatro tipos de personalidad. A estas dos dimensiones principales se le añade una tercera dimensión: Psicoticismo vs normalidad: se refiere al contacto con la realidad y a la presencia de conductas antisociales.
Cattell, utilizando cuestionarios y escalas, diseñó un cuestionario para medir 16 rasgos: “El Cuestionario Factorial de Personalidad 16 PF”.
Goldberg y McCrae, basándose en el análisis del lenguaje que utilizan las personas para describir a otras, proponen cinco dimensiones básicas: Amabilidad, Extroversión, Estabilidad emocional, Responsabilidad, Apertura a la experiencia.
Según Freud, la estructura de la personalidad se halla formada por tres instancias o estructuras: el Ello, el Yo y el Súper-yo. Las personas se van a diferenciar en el equilibrio entre estas tres estructuras y en los mecanismos de defensa que utilizan contra la ansiedad.
Engloba los instintos y pulsiones primarias no controladas por la conciencia, es decir, los impulsos sexuales y agresivos, y los deseos y recuerdos reprimidos en la historia personal del sujeto. Pertenece por entero al inconsciente, desde donde actúa sobre la conciencia, provocando desequilibrios y tensiones en el organismo.
El Yo impone el principio de realidad frente al del placer, es decir, su función es reguladora, buscando satisfacer los deseos del Ello en la medida de lo posible. Para esto, muchas veces debe ejercer una censura sobre el Ello, a través de los mecanismos de defensa.
Es el conjunto de normas morales, prohibiciones y amenazas éticas interiorizadas por el individuo, es decir, su conciencia moral. Su función es la de oponerse a los impulsos primitivos del Ello cuando estos entran en conflicto con la moralidad. Es una estructura inconsciente.
Los mecanismos de defensa más importantes estudiados por Freud son los siguientes: