Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo Humano: Una Mirada Psicológica y Sociológica
Se refiere al desarrollo de las especies a lo largo de la evolución. Estudia cómo han evolucionado las características psicológicas y biológicas a lo largo del tiempo en diferentes especies, incluyendo los seres humanos.
Se refiere al desarrollo individual de un organismo desde la concepción hasta la madurez. En el contexto humano, la ontogénesis se centra en cómo se desarrollan las capacidades cognitivas, emocionales y sociales desde el nacimiento hasta la adultez.
Es el objeto de estudio de la psicología evolutiva, que abarca desde la concepción hasta la muerte del ser humano. Este desarrollo tiene algunas dificultades para su estudio, porque es invisible, con lo cual, solo se puede inferir a través de comportamientos y conductas.
También es variable, porque está constantemente transformándose, permitiendo que la persona siga sintiéndose que es ella misma. A su vez, involucra diferentes momentos evolutivos atravesados por crisis vitales desde la perspectiva diacrónica, es decir, a través del tiempo.
Cabe destacar que no se asocia de forma directa el momento evolutivo con la edad cronológica, sino que se produce para la mayoría de las personas en ciertas franjas etarias.
Para pasar de un momento evolutivo a otro, hay que atravesar una crisis evolutiva. Estas crisis son procesos necesarios que conducen a la evolución y al cambio, por las cuales, todos los humanos deben atravesarlas para poder seguir.
El nacimiento es la primera crisis. Si bien después hay otras, una de las más fuertes es la crisis de la infancia a la adolescencia, esa transformación del mundo y del cuerpo infantil, a otro cuerpo que va a tener una fisonomía ya adulta y que además estos cambios biológicos sobrevienen de manera muy brusca, teniendo también un impacto a nivel psicológico, donde los individuos se pueden ver un poco más maduros.
También están las crisis accidentales que son todos aquellos sucesos que movilizan a las personas a lo largo de su vida y que tienen que ver con cosas que le pasan particularmente a cada uno. Por ejemplo, la muerte de un familiar, una mudanza, el nacimiento de un hermano, etc.
Apego Seguro: Muestran confianza en sus cuidadores, utilizan a los adultos como una base segura desde la cual explorar el entorno. Responden positivamente a la proximidad y el contacto con el cuidador. Tienden a ser más seguros y exploradores en el aula. Suelen ser más abiertos a interactuar con compañeros y maestros, lo que facilita la participación activa y el aprendizaje social.
Apego Inseguro-Ambivalente/Resistente: Muestran ansiedad y ambivalencia respecto a la proximidad del cuidador. Pueden buscar y rechazar el contacto de manera intermitente, mostrando dificultades para sentirse consolados. Pueden manifestar dificultades para concentrarse en las tareas escolares debido a su preocupación por la separación del cuidador. Pueden ser más dependientes de la atención del maestro y pueden experimentar más estrés ante situaciones de cambio o separación.
Apego Inseguro-Evitativo: Muestran evitación del contacto y la proximidad con el cuidador. Pueden parecer indiferentes o poco afectuosos, prefiriendo explorar el entorno sin buscar el apoyo emocional del adulto. Pueden parecer independientes y autónomos, pero a veces pueden enfrentar dificultades para pedir ayuda cuando la necesitan. Pueden tener problemas para establecer relaciones cercanas con sus compañeros y pueden mostrar resistencia a las estructuras de autoridad en el aula.
Apego Desorganizado/Desorientado: Muestran comportamientos contradictorios y desorganizados frente al cuidador, como expresiones de miedo o confusión en su presencia. Pueden presentar problemas de conducta en el aula, como dificultades para regular emociones o respuestas impredecibles a situaciones sociales. Pueden necesitar un ambiente seguro y predecible para sentirse cómodos y comprometidos en el aprendizaje.
Características: Durante esta etapa, el bebé obtiene satisfacción principalmente a través de la boca, ya sea mediante la alimentación, la succión o la exploración oral de objetos. La principal tarea es aprender a confiar en el cuidador y a manejar la frustración.
Conflicto central: Dependencia vs. Independencia.
Características: En esta etapa, el foco de placer se traslada a la zona anal. El niño experimenta placer y control al retener y expulsar heces. La tarea principal es aprender el control de esfínteres.
Conflicto central: Autonomía vs. Vergüenza/Duda.
Características: En la etapa fálica, el niño o niña desarrolla interés en los genitales y se forma el complejo de Edipo (en niños) o el complejo de Electra (en niñas). Este período es crucial para la formación de la identidad de género y la identificación con el padre del mismo sexo.
Conflicto central: Resolución del complejo de Edipo/Electra.
Características: Durante esta etapa, el interés sexual disminuye y la energía se canaliza hacia actividades escolares, deportivas y sociales. La sexualidad se encuentra latente.
Conflicto central: Desarrollo de habilidades sociales y cognitivas.
Características: La sexualidad se reactiva en el contexto de relaciones interpersonales maduras. La tarea es establecer relaciones íntimas y satisfactorias con otros.
Conflicto central: Intimidad vs. Aislamiento.
Características: Exploran el mundo a través de los sentidos y las acciones físicas. Aprenden sobre el mundo a través de actividades como chupar, agarrar y manipular objetos. También desarrollan la noción de permanencia del objeto.
Logros principales: Coordinación de la acción con la percepción, desarrollo del concepto de permanencia del objeto.
Características: Comienzan a desarrollar habilidades simbólicas, como el lenguaje y el juego imaginativo. Sin embargo, su pensamiento es principalmente egocéntrico, lo que significa que tienen dificultades para ver las cosas desde la perspectiva de los demás. También muestran pensamiento intuitivo, donde la lógica está centrada en sus percepciones y no en operaciones lógicas.
Logros principales: Desarrollo del lenguaje, juego simbólico, pensamiento intuitivo.
Características: Comienzan a desarrollar habilidades de pensamiento lógico y pueden realizar operaciones mentales concretas y reversibles. Pueden clasificar objetos según varias características y entender la conservación (por ejemplo, entender que la cantidad de líquido en un vaso no cambia si cambia la forma del vaso).
Logros principales: Pensamiento lógico concreto, comprensión de la conservación y la reversibilidad.
Características: Desarrollan la capacidad de razonamiento abstracto y de hipótesis. Pueden pensar en términos de posibilidades y no solo en realidades concretas. También pueden realizar razonamientos deductivos y experimentar con ideas hipotéticas.
Logros principales: Pensamiento abstracto, razonamiento deductivo, capacidad de resolver problemas complejos.
La primera tópica, también conocida como modelo topográfico, fue presentada por Freud en su obra «La interpretación de los sueños» (1900). Esta tópica describe la mente en términos de tres estructuras o niveles:
La primera tópica describe la mente como una estructura dividida en estos tres niveles, y la dinámica entre ellos es crucial para entender cómo se desarrollan los síntomas psicológicos y cómo se lleva a cabo el proceso terapéutico en psicoanálisis.
La segunda tópica, introducida por Freud en su obra «El yo y el ello» (1923), es una revisión y ampliación de la primera tópica. Esta tópica presenta una nueva forma de entender la estructura de la mente, dividiéndola en tres componentes:
El proceso de socialización es lo que media y produce la construcción de lo que en principio es el potencial biológico, hasta que se vaya transformando en un SER SOCIAL.
Este proceso otorga sentidos al desarrollo ontogenético, en tanto lo inscribe en una matriz socio-cultural. El “cachorro humanizable” va convirtiéndose en un SER SOCIAL en base a su potencial genético y la interacción con el ambiente.
En resumen, el proceso de socialización es un proceso ideologizador y es cauce del desarrollo. Requiere de una inserción, un pasaje del sujeto por grupos de referencia y pertenencia, y ese pasaje, ese tránsito, aporta una determinada visión del mundo que el sujeto hace propia y reproduce. (Amorin, 2008).
El proceso de socialización nos va inculcando una perspectiva, una visión del mundo que se construye de acuerdo al contexto social y cultural, es por eso, que varía de cultura en cultura. No es lo mismo el modelo de construcción cultural de Uruguay que el de la sociedad de Katar. También actuamos de diferentes maneras de acuerdo a con quien estemos, muchas veces con nuestras familias o conocidos tenemos una forma de ser totalmente diferente a cuando estamos en el lugar de estudio. A su vez, en nuestro proceso de socialización son de gran importancia los grupos de pertenencia y referencia. Se llaman de pertenencia porque el sujeto está inmerso, inserto en la dinámica grupal (familia, amigos, etc.), y de referencia son los modelos que el sujeto imita de acuerdo a sus gustos (banda, artistas, futbolistas, autores y figuras históricas).
Dentro del proceso de socialización vamos construyendo ciertos acontecimientos importantes en nuestra vida que tienen referencia con la identidad del sujeto y su grado de construcción como ser social. Sin duda, los principales agentes de socialización son la familia en la infancia y en la adolescencia la escuela o liceo.
Crecimiento: El crecimiento se refiere principalmente a los cambios físicos y cuantitativos que ocurren en el organismo a medida que envejece. Estos cambios incluyen el aumento de tamaño, la maduración de los órganos y sistemas del cuerpo, y el desarrollo de habilidades motoras. El crecimiento está influenciado en gran medida por factores genéticos y ambientales, como la nutrición y la salud.
Desarrollo: El desarrollo se refiere a los cambios cualitativos y psicológicos que ocurren en una persona a lo largo de su vida. Estos cambios abarcan el desarrollo cognitivo, emocional, social y moral. El desarrollo implica procesos de maduración, aprendizaje y adquisición de habilidades y conocimientos que permiten a una persona adaptarse y funcionar en su entorno.
Evolución: Asociado al desarrollo filogenético, al desarrollo de la especie.
El crecimiento se centra en los cambios físicos y cuantitativos, mientras que el desarrollo se centra en los cambios psicológicos y cualitativos. El crecimiento es un aspecto importante del desarrollo, pero el desarrollo implica mucho más que solo el crecimiento físico.
Maduración: Tiene que ver con el desarrollo de las características de acuerdo a la etapa de la vida, por ejemplo, la maduración de los caracteres sexuales primarios y secundarios en la pubertad. Al igual que el crecimiento, es cuantitativo, que se puede ir midiendo y observando de manera objetiva. Maduran los órganos sexuales, por ejemplo, a las chicas les madura el seno, el vello, son características que se notan al momento de maduración del nivel biológico.
Concepción y Gestación: Este es el punto inicial del desarrollo ontogenético, donde se forma la estructura básica del organismo a partir de la combinación de material genético de los padres. La gestación es el período en el que el embrión y luego el feto se desarrollan en el útero materno, pasando por diversas etapas de desarrollo embrionario y fetal.
Nacimiento y Primeros Meses: El nacimiento marca el inicio de la vida independiente fuera del útero. Durante los primeros meses, el bebé experimenta un rápido desarrollo físico y neurocognitivo. Aprende a controlar sus movimientos, a explorar su entorno a través de los sentidos y a establecer vínculos emocionales con sus cuidadores principales.
Primera Infancia (0-3 años): Esta etapa se caracteriza por un desarrollo acelerado del lenguaje, la movilidad y las habilidades sociales básicas. Los niños aprenden a hablar, a caminar, a interactuar con otros y a desarrollar una mayor independencia de los cuidadores primarios. El apego seguro con los padres juega un papel crucial en esta fase.
Niñez Temprana (3-6 años): Durante este período, los niños continúan desarrollando habilidades motoras, cognitivas, sociales y emocionales más complejas. Aprenden a jugar de manera más estructurada con otros niños, a seguir reglas simples y a internalizar normas sociales básicas. También comienzan a desarrollar habilidades preacadémicas importantes.
Niñez Media (7-12 años): En esta etapa, los niños entran en la escuela y se enfrentan a nuevos desafíos académicos, sociales y emocionales. Desarrollan habilidades de lectura, escritura y aritmética más avanzadas, y comienzan a formar relaciones más complejas con compañeros y figuras de autoridad fuera del hogar.
Adolescencia (13-19 años): La adolescencia es una etapa de transición marcada por cambios físicos, emocionales y sociales significativos. Los adolescentes experimentan el desarrollo sexual, la identidad personal y la autonomía emocional y social. También enfrentan decisiones críticas sobre la educación, la carrera y las relaciones interpersonales.
Edad Adulta: La edad adulta se caracteriza por la consolidación de la identidad personal, la estabilidad emocional y la participación activa en roles sociales y laborales. Los adultos establecen relaciones íntimas y familiares duraderas, desarrollan una carrera profesional y contribuyen de manera significativa a la sociedad.