Portada » Español » Los Tres: Historia y Legado de la icónica banda chilena
Los Tres son un símbolo indiscutible de la música chilena de los años 90. Su regreso en 2006 los consolidó como una banda clásica, a la altura de grandes como Los Jaivas. Si bien su sonido se define como rock, Los Tres han trascendido las fronteras del género, explorando con maestría otros estilos de la tradición musical chilena.
Con una discografía que abarca casi una decena de álbumes, Los Tres han plasmado una mirada refinada sobre Chile y su pasado musical. Han fusionado con elegancia elementos de la cueca, la balada, la Nueva Ola y la Nueva Canción Chilena, logrando uno de los sonidos más distintivos y sofisticados del rock chileno.
Parte del encanto de Los Tres reside en su origen provinciano, alejado de las convenciones de la escena musical de la capital. La banda nació en Concepción, fruto de la amistad entre Álvaro Henríquez (guitarra y voz), Roberto Titae Lindl (bajo) y Francisco Molina (batería), compañeros del colegio Charles de Gaulle. Su pasión por la música los llevó a formar bandas informales como Dick Stones y Los Escalímetros Voladores.
En 1984, Henríquez y Lindl formaron Los Ilegales, con Jorge Yogui Alvarado en la guitarra. Sus primeros pasos en Santiago, con un debut en 1987 en el Centro Cultural Mapocho, fueron un proceso de exploración, ya que los músicos también se dedicaban a proyectos individuales.
La incorporación del guitarrista Ángel Parra marcó un punto de inflexión para la banda. Parra, un músico con amplia formación instrumental y una rica herencia musical familiar, aportó una nueva dimensión al sonido de Los Tres. A partir de entonces, la banda se consolidó con una visión clara y ambiciosa.
En un contexto donde el rock chileno se encontraba en un momento de baja popularidad, Los Tres lanzaron su primer disco homónimo el 4 de septiembre de 1991 en el restaurante «Le Trianon». El álbum, que mostraba la conexión de la banda con la Nueva Ola y el folclore chileno, tardó en obtener reconocimiento.
La fusión de rockabilly, jazz y pop presente en su debut no pasó desapercibida por mucho tiempo. El boca a boca y el apoyo de la radio Rock & Pop, que comenzó a difundir temas como «La primera vez», impulsaron la popularidad de Los Tres. Canciones como «Somos tontos, no pesados», «He barrido el sol» y «Un amor violento» los catapultaron al éxito.
Con su segundo álbum, Se remata el siglo, Los Tres trabajaron con el productor argentino Mario Breuer e incluso contaron con un asesor de imagen. El lanzamiento del disco en la discoteque «Oz» fue un evento social. Con un sonido más potente, influenciado por bandas como AC/DC, temas como «No sabes qué desperdicio tengo en el alma» y «Feliz de perder» se diferenciaron de cualquier otra propuesta musical en Chile.
La espada y la pared marcó la consolidación de un sonido propio y maduro. El álbum incluía canciones que se convertirían en clásicos como «Déjate caer», «Tírate» y «Te desheredo». La banda eligió presentar el disco con una versión rockera de «Tu cariño se me va» de Buddy Richard, con la participación del propio autor.
Este single se convirtió en un éxito radial y ayudó a Los Tres a ampliar su público. Además, consolidó su filosofía de trabajo musical, que fusionaba el presente con la tradición musical chilena. Su propuesta era una mirada única al rock, que integraba influencias tan diversas como The Beatles, Buddy Richard, Elvis Presley, Violeta Parra y The Smiths.
El 14 de septiembre de 1995, Los Tres hicieron historia al convertirse en la primera banda chilena invitada a MTV Unplugged. En su presentación, interpretaron sus éxitos, una canción nueva («Traje desastre») y tres temas en homenaje a Roberto Parra, fallecido meses antes. El disco Los Tres Unplugged (1996) se convirtió en un fenómeno de ventas, con más de 110 mil copias.
Sorprendentemente, la canción más exitosa del álbum fue una versión del foxtrot «¿Quién es la que viene allí?», adaptado décadas atrás por Roberto Parra. Este éxito masivo impulsó la revalorización de la cueca, que Los Tres abordaron con un enfoque moderno y respetuoso.
La banda inauguró en 1996 la tradición de las fiestas dieciocheras «La Yein Fonda», que reunían a cuequeros, cumbiancheros y rockeros en un mismo escenario. Introdujeron al público joven a artistas como Rafael Rabanito Berríos, Pepe Fuentes, Ester Zamora y Rafael Traslaviña.
El éxito del Unplugged generó cierta incomodidad en la banda, que respondió con Fome (1998), un disco con un sonido más eléctrico y letras que abordaban temas como la fama, la muerte y el hastío. El álbum no fue tan bien recibido como los anteriores.
Los Tres se trasladaron a México, donde tocaron en pequeños locales y festivales, incluyendo el Vive Latino. Su prestigio en el país azteca se mantiene hasta la actualidad. El mayor reconocimiento llegó cuando Café Tacvba, en un gesto único, les dedicó un disco tributo titulado Vale callampa (2002).
Álvaro Henríquez decidió poner fin a la primera etapa de Los Tres en el año 2000. La banda anunció un «receso indefinido» y realizó una gira de despedida que culminó en Concepción. Para entonces, el tecladista Camilo Salinas se había integrado como miembro estable.
Durante el receso, los miembros de Los Tres se dedicaron a proyectos individuales. Lindl, Parra y Henríquez se reunieron ocasionalmente en presentaciones en vivo, y Henríquez solía incluir canciones de Los Tres en sus conciertos como solista.
En 2006, Los Tres anunciaron su regreso, sin Francisco Molina, quien fue reemplazado por Manuel Basualto. La banda se presentó en el Vive Latino de México y realizó una gira nacional con su nuevo álbum, Hágalo usted mismo, que convocó a más de 150 mil personas.
Hágalo usted mismo incluía diez nuevas canciones, entre las que destacan «Camino», «Cerrar y abrir», «No es cierto» y «Bestia». El álbum mostraba la versatilidad de la banda, fusionando rock, pop, jazz, cuecas y tonadas.
En diciembre de 2007, la presidenta Michelle Bachelet les otorgó el Premio a la Música Nacional Presidente de la República en la categoría Música Popular. Los Tres también incursionaron en la danza con el espectáculo 30 & Tr3s horas bar, junto al Ballet de Santiago.
Los Tres han dejado una huella imborrable en la música chilena. Su capacidad para fusionar el rock con la tradición musical del país, sumado a la calidad de sus composiciones y la carismática figura de Álvaro Henríquez, los han convertido en una banda fundamental en la historia del rock chileno.