Portada » Lengua y literatura » Literatura Española de finales del siglo XIX y principios del XX: Modernismo y Generación del 98
El siglo XIX finaliza en España con el llamado desastre del 98. Se plantearon medidas para modernizar y generalizar el país, ya que había un atraso científico y tecnológico. Este afán reformador se reflejó en la mayoría de los autores de la generación del 98.
A finales del siglo XIX triunfa el modernismo. Su origen se encuentra en Hispanoamérica, ya que los que lo crearon fueron José Martí (cubano) y Rubén Darío (nicaragüense). Sus características son:
Uno de los autores de mayor éxito fue Jacinto Benavente, impulsor de una nueva comedia de diálogos más realistas e intención crítica. El gran renovador de la escena española fue Ramón María del Valle-Inclán.
Se conoce como generación del 98 a un grupo de autores nacidos a finales del siglo XIX, que abordaron en sus textos dos temas fundamentales: la decadencia de España y la angustia existencial. Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz (Azorín) y Ramiro de Maeztu son miembros de esta generación. En los textos de la generación del 98 se observa una gran influencia de las corrientes de pensamiento de la época. En sus reflexiones sobre la situación nacional, los autores del 98 recurren con frecuencia a la descripción de los paisajes.
Los dos autores fundamentales en la poesía de las últimas décadas del siglo XIX y primeros años del siglo XX son Rubén Darío y Antonio Machado.
El poeta nicaragüense (1867-1916) es el máximo representante del modernismo.
El modernismo y la generación del 98 trajeron consigo una renovación de las formas narrativas, aunque los modelos, técnicas y procedimientos de ambas tendencias fueron muy diferentes.
Publicó artículos, críticas literarias, ensayos y novelas. En los textos de Azorín la trama argumental es mínima, y se presta gran importancia a la descripción de ambientes y de sensaciones.
Nació en Bilbao, pero vivió en Salamanca. Cultivó diversos géneros literarios, aunque destacó sobre todo el ensayo y la novela. En sus ensayos, alternó la reflexión existencialista y la reflexión sobre España. En sus novelas prima el contenido filosófico e intelectual sobre la trama. Llamó «nivola» a este nuevo tipo de novelas en las que la acción es mínima y abundan los diálogos y los monólogos interiores de los personajes.
Nació en San Sebastián y estudió medicina en Madrid, aunque se dedicó a la literatura. En sus novelas, concedió gran importancia al argumento y, por tanto, a la acción. Retrataba a los personajes de forma esquemática y directa.
Nació en Sevilla en 1875. En la primera década del siglo era ya un poeta importante. En Soria conoce a Leonor Izquierdo con quien se casó en 1909, pero ella murió 3 años después, lo que dejó profunda huella en el poeta que decidió marcharse a Baeza. Enfermó gravemente y se marchó al exilio a principios de 1939 y el 22 de febrero murió en Colliure (Francia).
Soledades es el primer libro de poemas de Antonio Machado (1903). Predomina en él un tono melancólico y doliente y en los temas son las características del modernismo intimista: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los sueños… Es muy característico el empleo de símbolos, con los que el poeta explora el misterio de lo escondido: el camino, el espejo, el laberinto, la fuente, el río, el mar, el crepúsculo, la tarde… Sus significados son muy diversos: la fuente y el agua que brotan son símbolos de deseos e ilusiones, pero también en algún caso de la monotonía de la vida, la tarde es el momento propicio para la meditación, pero muy a menudo es símbolo de carencia, de terminación…
En 1907 se publica de nuevo con numerosos cambios y con el título de Soledades. Galerías. Otros poemas. Se acentúan la línea intimista: el recuerdo, la memoria, el sueño, evocan constantemente un pasado perdido. Es visible además una sensación de angustia tanto por el fluir incontenible del tiempo como por la premonición de la muerte.
En 1912 aparece por primera vez Campos de Castilla. Se atenúa ahora el modernismo y se descubren paisajes reales que se pueblan de presencias humanas o aluden a las circunstancias históricas. Machado pretende superar el intimismo de Soledades y vuelve, en cierto modo, a la poesía realista del siglo XIX. En Campos de Castilla conviven gentes de Castilla poniendo de relieve el contraste entre el pasado glorioso de estas tierras y su estado decaído. También del periodo de Baeza son los poemas de paisajes y tipos andaluces en los que Machado critica la España tradicional, religiosa y conservadora.
En 1924 apareció su último libro de poemas: Nuevas canciones. Hasta el final de su vida continuó componiendo textos poéticos entre los que destacan las «canciones de Guiomar» y las poesías escritas durante la guerra civil.