Portada » Magisterio » El Método Científico en la Investigación Policial
Según Pérez Juste (1989), el ser humano, por el solo hecho de vivir, se relaciona con la realidad, que tiene una doble dimensión: natural y social. Esta interacción genera distintos tipos de conocimiento: el cotidiano y el científico.
El saber cotidiano se adquiere con la experiencia diaria y se caracteriza por ser superficial, no sistemático y acrítico. En contraste, el conocimiento científico surge de la necesidad de ir más allá del conocimiento ordinario para buscar explicaciones profundas y de amplio alcance objetivo, con procedimientos específicos.
Los objetivos fundamentales de la ciencia son: analizar, explicar, predecir y actuar.
Para autores como Romero Marín y Zaragüeta, la diferencia entre el saber cotidiano y el científico radica en que el primero se centra en el qué, mientras que el segundo se preocupa por el por qué. La distinción no está en el objeto de estudio, sino en el método de adquisición del conocimiento.
Es importante destacar que el conocimiento científico no es infalible, exacto ni definitivo, sino autocorrectivo.
Bunge propone una regla de oro para la investigación científica: «Para conseguir el conocimiento científico es necesario audacia en el conjeturar y rigurosa prudencia en el someter a contrastación«.
El método es la forma racional, ordenada y objetiva de la actividad científica. Su base es la racionalización de los métodos de búsqueda para obtener la máxima información con la máxima economía de pensamiento.
Existen dos tipos de métodos: los métodos de pensar (discursivos o de razonamiento) y los métodos de actuar (referidos a la forma de realizar las actividades humanas).
El método científico, el método de investigación por excelencia, consiste en: «formular cuestiones o problemas sobre la realidad, con base en la observación y la teoría existente, anticipar soluciones y contrastarlas con la realidad mediante la observación, clasificación y análisis de los hechos«.
El método científico actual se caracteriza por ser:
Las ideas básicas del método científico son: la duda, la problematización, la hipótesis, la prueba empírica y la precisión.
Galileo y Kepler se consideran iniciadores del método científico moderno al priorizar el experimento.
El Empirismo establece asertos sobre probabilidades basándose en la información del pasado. La Teoría de la Probabilidad calcula la posibilidad de que un suceso ocurra.
La Ciencia Policial parte de principios relativamente simples, conocidos con cierto grado de certidumbre.
El paradigma de Dewey para el estudio del método científico (hipotético-deductivo experimental) incluye:
Bunge propone un método de ocho etapas:
Bertran Rusell indicó como etapas del método científico: la observación, la formulación de hipótesis y su verificación.
Las actitudes mentales en el método científico forman un binomio entre teoría y práctica. Las más importantes en el campo policial son:
La investigación policial sigue dos procesos: el de verificación (deductivo, de la teoría a la realidad) y el de teorización (inductivo, de la realidad a la teoría).
La verificación, núcleo del proceso investigador, consiste en contrastar las conclusiones deducidas de modelos teóricos con la realidad.
Tradicionalmente, se ha asociado la «investigación científica» policial al trabajo de laboratorio. Sin embargo, la investigación policial de un hecho criminal sigue pasos similares al método científico:
El procedimiento policial tiene características de proceder científico: objeto formal, método, sistema, técnicas, instrumentos, objetivo (revelar la verdad), y es autocorrectivo y contrastable.
El método comparativo se utiliza en investigaciones de Policía Científica como la identificación de crestas papilares, balística y documentos.
Los métodos observacionales se aplican en inspecciones oculares, vigilancias y seguimientos.
La Estadística Descriptiva se utiliza en estudios de criminalidad, como el seguimiento mensual de la delincuencia y la elaboración de informes.
Los análisis de gestión también se apoyan en el proceder científico para la toma de decisiones y la gestión de recursos humanos.