Introducción

El aseo general de un paciente encamado es una técnica fundamental en enfermería. Aunque con el tiempo se ha delegado en gran medida al auxiliar de enfermería, es importante recordar que no es su competencia exclusiva, sino que forma parte de los cuidados integrales de enfermería. El aseo no solo permite valorar el estado e integridad de la piel del paciente, sino que también ofrece un espacio de intimidad para comprender sus sentimientos, su percepción de la enfermedad y sus necesidades, fortaleciendo la confianza entre el enfermero y el paciente. En muchos hospitales, esta labor se comparte entre el enfermero, el auxiliar y el celador. Para realizar un correcto aseo en cama se necesitan al menos dos personas.

Material necesario

• Palangana
• Guantes
• Esponjas jabonosas
• Toallas
• Agua
• Ropa limpia de cama
• Jarro con agua templada
• Champú o jabón líquido
• Tapones para los oídos o bolitas de algodón
• Secador (si fuese necesario)

Procedimiento: Aseo general en cama

Preparación:

1. Eliminar posibles corrientes de aire.
2. Informar al paciente sobre el procedimiento y asegurar su intimidad (mamparas).
3. Preparar el material necesario.
4. Colocar al paciente en decúbito supino.
5. Lavarse las manos y colocarse los guantes.

Aseo:

1. Verificar la temperatura del agua en la palangana e introducir las esponjas.
2. Lavar la cara, evitando el jabón en ojos, boca y nariz. Secar con una toalla.
3. Retirar el camisón o la parte superior del pijama.
4. Lavar cuello, torso, axilas, brazos, manos y abdomen, con especial atención a las axilas y pliegues cutáneos. Secar bien y cubrir con una toalla para evitar enfriamientos.
5. Lavar las extremidades inferiores, insistiendo en los espacios interdigitales. Secar meticulosamente.
6. Lavado de genitales:

• Mujeres: Lavar la zona de arriba hacia abajo con una esponja jabonosa, limpiando cuidadosamente labios y meato urinario. Aclarar y secar completamente.
• Hombres: Lavar los genitales con una esponja jabonosa, retirando el prepucio para limpiar el glande. Aclarar, secar y recolocar el prepucio para evitar edema.
• En ambos casos: Desechar la esponja utilizada para el lavado de genitales.

1. Con ayuda, colocar al paciente en decúbito lateral.
2. Con una esponja nueva, lavar la zona posterior del cuello, espalda, glúteos, muslos y región anal. Secar bien y aplicar crema hidratante con un masaje.
3. Enrollar la sábana bajera longitudinalmente hacia el centro de la cama y sustituirla por una limpia.
4. Colocar al paciente en decúbito supino y aplicar crema hidratante en torso y abdomen.
5. Cambiar la ropa de cama, vestir al paciente con un pijama o camisón limpio y peinarlo.

Consideraciones adicionales:

• En pacientes con vía venosa periférica, al retirar la ropa, sacar primero la manga sin la vía y, al vestir, comenzar por la manga con la vía.
• El baño compartido entre enfermero y auxiliar de enfermería facilita la valoración conjunta del estado de la piel y la curación de úlceras por presión u otras heridas.

Procedimiento: Lavado de cabeza

Preparación:

1. Ajustar la altura de la cama y retirar el cabecero y la almohada.
2. Colocar al paciente en decúbito supino con la cabeza ligeramente hiperextendida hacia el cabecero.
3. Desnudar el torso si es necesario.
4. Colocar la palangana debajo de la cabeza y el cuello.
5. Colocar una toalla bajo el cuello y la espalda para evitar que se mojen.

Lavado:

1. Verter agua templada del jarro sobre la cabeza del paciente.
2. Aplicar champú y friccionar el cuero cabelludo con las yemas de los dedos.
3. Aclarar y realizar un segundo lavado.
4. Secar bien con una toalla y, si se desea, utilizar el secador.
5. Peinar y aplicar un poco de colonia.

Consideraciones finales

En pacientes encamados con estancias prolongadas, el momento del baño es ideal para colocar un colchón antiescaras, especialmente si el diagnóstico, la evolución y el tratamiento lo requieren, como medida preventiva para evitar la aparición de úlceras por presión.