Portada » Español » Evolución de la poesía española desde 1950
A mediados de la década de 1950, surge un nuevo grupo de poetas que, manteniendo el compromiso social, buscan elevar la calidad artística de la poesía. Este grupo se consolida en la década de 1960 con figuras como Ángel González, J.A. Goytisolo, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente y Félix Grande.
Su concepto de poesía difiere del de generaciones anteriores. Ya no se centra únicamente en la comunicación, como en el caso de Celaya o Blas de Otero, sino que la consideran un medio de conocimiento de la realidad, que ilumina las zonas ocultas del ser humano y del mundo. Aunque mantienen algunas constantes del realismo social, su trayectoria se inclina hacia el intimismo y la expresión de la experiencia individual (de ahí la denominación de poesía de la experiencia). En sus obras, exploran temas cotidianos como la amistad, el amor, el trabajo, la infancia, la soledad y la muerte.
Otro aspecto distintivo es el tratamiento del lenguaje: el tono coloquial se refina y se eleva a un nivel artístico, evitando la exaltación y el prosaísmo. Buscan un estilo personal, caracterizado por el humor y la ironía.
Entre los numerosos títulos publicados por estos autores, destacan: Tratado de Urbanismo, de Ángel González; Moralidades, de Jaime Gil de Biedma; Diecinueve figuras de mi historia civil, de Carlos Barral; y Don de la ebriedad, de Claudio Rodríguez.
En 1970, el crítico José María Castellet publica la polémica antología Nueve novísimos poetas españoles, que incluye a Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina-Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero.
Estos poetas, nacidos después de la Guerra Civil, incorporan a su formación cultural y a sus temas la influencia de los medios de comunicación de masas (radio, televisión, cine, cómics, música moderna como la de los Beatles, los Rolling Stones y Bob Dylan). Con una postura antirrealista, se inclinan hacia una lírica experimental, con conexiones con las vanguardias y el modernismo. Defienden la autonomía del arte y muestran una profunda preocupación por el lenguaje.
A partir de 1975, se observa un cambio en los poetas mencionados anteriormente. Se moderan los excesos culturalistas y rupturistas, y se exploran caminos hacia una poesía más personal e intimista.
Este cambio coincide con la aparición de numerosos poetas jóvenes, en quienes se atenúan las osadías vanguardistas. Resulta complejo definir las tendencias de la poesía en los últimos años debido a la coexistencia de poetas de diferentes generaciones y a la multiplicidad de tendencias.
Por un lado, continúan su obra poetas consagrados de generaciones anteriores, y por otro, emergen poetas jóvenes que se abren paso en la escena literaria española contemporánea. Destaca la importante presencia de las mujeres en la poesía de finales del siglo XX e inicios del XXI.
Algunos nombres destacados de los años más recientes son: