Portada » Biología » Hematopoyesis y Grupos Sanguíneos: Guía Completa
La hematopoyesis es el proceso de formación de las células de la sangre. Durante el desarrollo fetal, este proceso ocurre principalmente en el hígado. Sin embargo, en la edad adulta, la médula ósea roja, ubicada en el interior de los huesos largos, se convierte en el principal sitio de hematopoyesis.
Todas las células sanguíneas se originan a partir de una célula madre común llamada hemocitoblasto. Esta célula madre tiene la capacidad de diferenciarse en diversos tipos celulares, incluyendo:
El cuerpo humano posee mecanismos homeostáticos que regulan la producción de células sanguíneas, manteniendo un número constante en condiciones normales.
La eritropoyesis es el proceso específico de formación de eritrocitos. Este proceso es estimulado por la hormona eritropoyetina, que es secretada por los riñones en respuesta a bajas concentraciones de oxígeno en la sangre. La eritropoyetina estimula la médula ósea roja para que acelere la producción de eritrocitos.
Se estima que se forman y se destruyen alrededor de 100 millones de eritrocitos por minuto.
El uso de eritropoyetina como sustancia dopante en el deporte puede aumentar la viscosidad de la sangre y el riesgo de formación de trombos.
Los análisis de sangre pueden revelar información sobre la salud de los eritrocitos. Por ejemplo:
La leucopoyesis es el proceso de formación de leucocitos. Este proceso es estimulado por citoquinas, moléculas que se liberan durante las infecciones. La leucopoyesis ocurre en la médula ósea roja de diversos huesos, incluyendo huesos largos, costillas, esternón, pelvis, cuerpos vertebrales y partes del cráneo.
Las primeras fases de la leucopoyesis ocurren en la médula ósea roja, mientras que las últimas etapas se llevan a cabo en los tejidos linfoides, como los ganglios linfáticos, las amígdalas, el bazo y el timo.
La formación de plaquetas es estimulada por la hormona trombopoyetina. El proceso comienza con una célula madre mieloide que se diferencia en un megacarioblasto. El megacarioblasto madura y se convierte en un megacariocito, una célula gigante que produce extensiones citoplasmáticas. Estas extensiones se fragmentan y dan lugar a las plaquetas.
El tipo de sangre está determinado por la presencia de ciertas moléculas en la superficie de las células, llamadas antígenos. Los antígenos pueden ser reconocidos por el sistema inmunitario. En el contexto de los grupos sanguíneos, los antígenos presentes en la membrana de los eritrocitos se denominan aglutinógenos.
Existen tres tipos principales de aglutinógenos: A, B y Rh. Estos antígenos son fundamentales para determinar la compatibilidad en las transfusiones de sangre y para la salud de los recién nacidos.
El plasma sanguíneo contiene anticuerpos, proteínas que reaccionan con los antígenos. Los anticuerpos que reaccionan con los aglutinógenos se denominan aglutininas.
Los principales tipos de sangre se basan en la presencia o ausencia de los aglutinógenos A y B:
La compatibilidad entre la sangre del donante y la del receptor es crucial para evitar reacciones de aglutinación. Por ejemplo:
El sistema Rh se basa en la presencia o ausencia del antígeno Rh en los eritrocitos. Las personas que tienen el antígeno Rh son Rh positivas (Rh+), mientras que las que no lo tienen son Rh negativas (Rh-).
La compatibilidad Rh también es importante en las transfusiones. Una persona Rh- solo puede recibir sangre Rh-. Una persona Rh+ puede recibir sangre Rh+ o Rh-.
El sistema inmunitario es un complejo sistema de defensa que protege al cuerpo de ataques externos e internos. Los ataques externos pueden provenir de microorganismos como bacterias, virus y protozoos. Los ataques internos pueden provenir de células anormales que se reproducen sin control, formando tumores que pueden ser cancerosos.
El sistema inmunitario se divide en dos ramas principales:
Los virus, bacterias y otras partículas extrañas poseen moléculas únicas en su superficie llamadas antígenos. El sistema inmunitario utiliza los antígenos para identificar y atacar a los agentes extraños.