Portada » Geografía » Análisis del Plano Urbano de Barcelona: Evolución y Transformación
La fuente gráfica propuesta es un plano urbano de la ciudad de Barcelona. Se trata de una representación gráfica de las superficies construidas, organizadas en manzanas y superficies libres que se suceden en el espacio y a través del tiempo, pudiendo diferenciar fundamentalmente tres grandes unidades morfológicas:
Comenzamos con el emplazamiento de Barcelona. Se trata del plano de una ciudad cuyo origen se encuentra a orillas del mar, como corresponde a muchas ciudades de fundación antigua que tendían a situarse cerca del mar o de cursos fluviales. Este emplazamiento también explica una de las funciones principales de esta ciudad desde antiguo: la comercial, tal y como se puede apreciar por la presencia del puerto y, posteriormente, la función industrial.
Barcelona se sitúa en el nordeste de España, en la provincia homónima y en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Situada a orillas del Mediterráneo en una llanura costera y limitada:
Pasamos a la primera de las unidades morfológicas: el casco histórico, que es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta el inicio de la industrialización. Ocupa una pequeña superficie de la ciudad actual. Tiene un gran valor por su legado cultural.
El origen de Barcelona es romano. Los romanos crearon un modelo propio de ciudad. Implantaron un plano o trazado urbano de carácter regular configurado a partir de dos ejes que se cortaban perpendicularmente:
En el corte de ambos ejes se localizaba el foro, donde se encontraban los principales edificios públicos. La civilización romana no sólo impulsó la urbanización, también la interconexión entre ciudades creando las llamadas calzadas romanas. Los romanos trazaron una red urbana unida por calzadas para facilitar el control comercial y militar del territorio. Las áreas más urbanizadas son las más romanizadas: Costa Mediterránea y Valle del Ebro.
El casco histórico presenta un plano anárquico propio de la ciudad medieval, que corresponde con el actual recinto histórico de Barcelona, propio de una ciudad no planificada. Sus calles son estrechas, cortas y retorcidas, propias de un crecimiento orgánico. Poco queda del plano ortogonal creado por los romanos en su fundación. Está delimitado por un sistema de rondas o calles amplias que surgieron tras derribar la muralla que fortificaba la ciudad; entre ellas podemos destacar el paseo de las Ramblas, de finales del siglo XVIII, configurándose como la calle más ancha de la ciudad. También hay que mencionar la creación de la Vía Layetana en 1907, que une el puerto con el ensanche. Su trama es cerrada y compacta, debido a que el crecimiento de la ciudad se localizó durante siglos en el espacio intramuros.
En lo que respecta al análisis de la edificación, ésta no se aprecia directamente en el plano, pero en sus inicios era de baja altura y, progresivamente, ha experimentado una verticalización. En él se localizan algunos de los edificios más importantes de la ciudad (Catedral, barrio gótico…). Los usos del suelo, por lo tanto, además del residencial, han evolucionado hacia usos terciarios (comercial y de negocios).
Continuamos con los problemas actuales que afectan al casco histórico, donde destaca el deterioro de algunos barrios depauperados (habitados por sectores de escasa renta, en ocasiones marginales), el envejecimiento y marginalidad de sus habitantes, la excesiva tercerización y los problemas de tráfico unidos a un deterioro ambiental. Se han puesto en marcha políticas actuales de rehabilitación física y social.
Pasamos a la segunda de las unidades morfológicas: el Ensanche. El crecimiento de las ciudades fruto de la industrialización, el crecimiento de la población y la elección como capital de provincia obligó a realizar un ensanche. Para ello, la ciudad crece más allá de la muralla, donde, como hemos indicado, se construye un cinturón de ronda que rodea el casco antiguo.
El ensanche de Barcelona, ideado por Ildefonso Cerdá, ha servido de modelo para otras ciudades españolas, como Madrid, Palma de Mallorca o San Sebastián. Destaca por su plano ortogonal, sus amplias manzanas achaflanadas, sus anchas calles que facilitan el tráfico y sus dimensiones, muy superiores a las de la ciudad histórica, y que crean…