El Renacimiento en España

El Renacimiento, un renacer a lo clásico, comenzó a mediados del siglo XIV en las ciudades del norte de Italia y se difundió por toda Europa. Sus características básicas son la imitación de modelos clásicos y el humanismo.

En España, el Renacimiento tuvo características propias, coexistiendo la tradición religiosa con la nueva visión del mundo. Dos factores influyeron en esta personalidad propia:

• El reinado de Carlos I de España y V de Alemania (símbolo de esplendor)
• El reinado de Felipe II (espíritu de la Contrarreforma)

Poesía del Renacimiento

Con la llegada del Renacimiento, la vieja escuela de los cancioneros cortesanos coexistió con la poesía italianizante. Ambas tendencias convivieron, y aunque las formas métricas italianas se impusieron, la influencia de los cancioneros se mantuvo en los siglos XVI y XVII, por ejemplo, en el gusto por los juegos conceptistas. La lírica culta del Renacimiento nace de la confluencia de estas dos corrientes, la castellana y la italiana, ambas procedentes de la lírica provenzal.

Novedades Métricas

• Uso del verso heptasílabo y endecasílabo.
• El soneto: poema de 14 versos endecasílabos de rima consonante, distribuido en dos cuartetos y dos tercetos.
• Tipos de estrofas: cuarteto, terceto, estancia (combinación libre de versos endecasílabos), lira (5 versos) y octava real.

Tendencias Poéticas

• Poesía petrarquista: amor, naturaleza.
• Poesía ascético-moral: huida del mundo.
• Poesía mística: unión del alma con Dios.
• Poesía patriótica.

Poesía Petrarquista

El petrarquismo culmina el proceso de espiritualización del amor cortés. Petrarca incorpora el análisis del alma, la fusión con la naturaleza y la sinceridad en la expresión del sentimiento. Sus temas incluyen:

• Amor como anhelo de belleza: Dios es belleza y la amada es reflejo de la divinidad.
• Carpe diem: aprovechar el día, gozar de la juventud.
• Naturaleza idealizada (locus amoenus).
• Mitología.

Poetas petrarquistas destacados: Garcilaso de la Vega (primer Renacimiento) y Fernando de Herrera (segundo Renacimiento).

Poesía Ascético-Moral

Durante el segundo Renacimiento, se cristianizan las tendencias paganas. Surgen la mística y la poesía ascético-moral. Esta última se centra en la huida del mundo y en el deseo de trascendencia. El hombre, preso en un mundo de vicios, busca la purificación a través de:

• La práctica de la virtud.
• La dedicación al estudio.
• El contacto con la naturaleza.

Destaca Fray Luis de León, figura representativa del segundo Renacimiento. Su obra, breve pero intensa, se agrupa en tres periodos:

• Antes de la prisión: «Oda a la vida retirada».
• En la cárcel: «Noche serena» y «En la Ascensión».
• Tras la prisión: «Oda a Salinas».

Poesía Mística

Describe la unión del alma con Dios. La experiencia mística exige purificación, es una gracia divina para elegidos y es estática.

Destaca San Juan de la Cruz. De familia humilde, fue encarcelado por sus intentos de reforma de la orden carmelita. Su obra, breve pero intensa, desarrolla el tema de la unión mística. Destacan poemas breves, de carácter popular, y tres grandes poemas: «Cántico espiritual», «Noche oscura del alma» y «Llama de amor viva».