Portada » Historia » Los Inicios de la Edad Moderna en Europa: Transformaciones y Humanismo
El panorama internacional cambió con la toma de Constantinopla por los turcos (1453), que acabó con el Imperio bizantino, y la ampliación del mundo conocido, gracias a los descubrimientos geográficos.
Las monarquías feudales fueron sustituidas por Estados autoritarios; la economía feudal, basada en la posesión de la tierra, dio paso al nacimiento del capitalismo comercial; la burguesía ganó relevancia dentro de la sociedad estamental; la Reforma protestante rompió la unidad cristiana; surgió una nueva mentalidad humanista, que centró su atención en el ser humano, y se impuso un nuevo estilo artístico: el Renacimiento.
En Europa occidental, las monarquías feudales se transformaron en monarquías autoritarias, en las que el rey reforzó su poder sobre el conjunto del reino. Este nuevo modelo recibe el nombre de Estado moderno.
En el siglo XVI surgieron también teorías políticas que defendieron un fuerte poder del rey. Así, el italiano Maquiavelo, en su obra «El príncipe», afirmó que los monarcas podían incluso realizar acciones amorales si estas eran en beneficio del Estado.
de sus antiguos reinos y señorios mediante guerras o alianzas matrimoniales.
a la autoridad del rey. Este se impuso sobre la alta nobleza; limitó la autonomía de los municipios, interviniendo en el nombramiento de los cargos municipales; y convocó las Cortes lo menos posible. El rey adoptó en exclusiva la facultad de legislar y fortaleció los tribunales de justicia reales frente a los señoriales.
La corte real se fijó en ciertas ciudades, que se convirtieron así en las capitales de los Estados. Además, los reyes crearon una burocracia integrada por funcionarios profesionales, que ejecutaban sus órdenes, y establecieron impuestos ordinarios, que proporcionaron ingresos regulares al monarca sin tener que recurrir a la aprobación de tributos por las Cortes.
en sustitución de las mesnadas o tropas nobiliarias medievales. Este ejército estaba integrado por tropas profesionales o mercenarios a sueldo.
a través de la diplomacia. Los embajadores reales representaban en cada país los intereses de la monarquía, resolvían pacíficamente los conflictos y concertaban alianzas y tratados.
continuaron siendo mayoritarias. En el siglo XVI conocieron una época de expansión, gracias al predominio de buenas cosechas y a la roturación de nuevas tierras.
debido al crecimiento demográfico y a la apertura de nuevos mercados. Además, para evitar el control de los gremios, se desarrolló también la industria a domicilio: un empresario proporcionaba al campesinado las materias primas y las herramientas para que elaborara el producto en su casa y, después, lo recogía y lo comercializaba.
alcanzó en esta época un gran auge, debido al aumento de la demanda y a la apertura de nuevas rutas comerciales:
centrado en las ciudades italianas, intercambiaba productos entre Oriente y Occidente. Fue perdiendo importancia ante la amenaza turca en el Mediterráneo y la creciente importancia de otras rutas comerciales.
se centró en los puertos del mar del Norte, en Lisboa y en Sevilla, y alcanzó un gran desarrollo a partir de la creación de los imperios coloniales portugués y castellano.
acabaron sometidos al poder del rey, pero continuaron siendo grupos privilegiados y económicamente poderosos.
se convirtió en el grupo social ascendente, debido a su enriquecimiento con el comercio, los negocios y la banca.
de Europa occidental se emancipó de la servidumbre y trabajó en sus propias tierras o como asalariado de los señores.
Los papas se ocupaban más de sus ambiciones terrenales que de cumplir su papel como cabeza de la cristiandad; los obispos vivían de forma lujosa y no residían ni visitaban sus diócesis; el bajo clero carecía de preparación, no predicaba a los fieles y llevaban una vida poco acorde con la moral cristiana; y muchas órdenes religiosas no seguían la regla.
Entre ellos estaban el favoritismo del alto clero por sus familiares para ocupar cargos eclesiásticos (nepotismo), el amancebamiento de los clérigos (nicolaísmo), la venta de cargos eclesiásticos y el cobro para administrar los sacramentos o por el perdón de los pecados mediante la compra de indulgencias (simonía).
Se inició con el monje agustino Martín Lutero (1483-1546). Este, en 1517, rechazó la venta de indulgencias promovida por el papa León X para pagar las obras del Vaticano, y expuso y publicó 95 tesis contra ellas.
Las personas no se salvan o se condenan por sus buenas o malas obras, sino solamente por la fe, que es un don gratuito de Dios.
Las Sagradas Escrituras son la única fuente de revelación y el único fundamento de la fe. Todos los fieles, con la ayuda del Espíritu Santo, pueden interpretarlas en el sentido deseado por Dios, sin necesidad del magisterio o de las enseñanzas de la Iglesia.
Son la aceptación de dos únicos sacramentos, el bautismo y la eucaristía; el sacerdocio universal; la supresión del culto a la Virgen y a los santos; el rechazo de la infalibilidad del papa y de la jerarquía de la Iglesia; y la simplificación de la liturgia o ceremonial religioso, realizado en la lengua propia de cada país.
Fue predicada en Ginebra (Suiza) por Juan Calvino (1509-1561). Su doctrina se basa en el principio de la predestinación, según el cual todas las personas, desde su nacimiento, están predestinadas por Dios a salvarse o a condenarse, al margen de sus acciones. Su doctrina tuvo gran éxito en los Países Bajos, Suiza, Escocia (puritanos) y en Francia (hugonotes), sobre todo, entre la burguesía.
Surgió en Inglaterra, donde el rey Enrique VIII (1491-1547) rechazó la obediencia al papa por negarse este a concederle el divorcio de su esposa, Catalina de Aragón.
Las obras filosóficas, literarias, científicas y artísticas grecolatinas se estudiaron, se difundieron y se adoptaron como modelo de libertad y de creación intelectual.
(antropocentrismo), en contraposición al mundo medieval, donde Dios era el centro de todas las cosas (teocentrismo).
se dedicó a traducir, a estudiar y a comentar textos clásicos, utilizando los textos originales y rechazando las copias y las interpretaciones medievales.
pretendió conjugar la admiración por los pensadores antiguos con el mensaje del Evangelio. Dentro de esta corriente destacaron Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro.
se centró en la explicación de los fenómenos de la naturaleza a través de la razón, la observación y la experimentación.