Portada » Historia » La Segunda República Española: Un Intento de Democracia (1931-1936)
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 cambiaron la situación política del país. Las candidaturas republicanas-socialistas triunfaron en las grandes ciudades y en los núcleos industriales. El jefe del gobierno, el almirante Aznar, dijo que España se había acostado monárquica y se había levantado republicana.
El 14 de abril se proclamó la República en numerosas ciudades. En Madrid, los miembros del Comité Revolucionario Republicano constituyeron un Gobierno Provisional formado por republicanos y socialistas presidido por Niceto Alcalá Zamora (Derecha Liberal Republicana). Alfonso XIII suspendió el ejercicio del poder real y abandonó España para evitar enfrentamientos sangrientos.
Texto: Comunicado de Alfonso XIII del 14 de abril de 1931.
El asunto inicial más delicado fue la cuestión catalana. El mismo día 14 de abril, Francesc Macià proclamó el Estat Català en Barcelona. El problema se resolvió con una autonomía provisional para Cataluña hasta que las Cortes aprobaran el estatuto definitivo.
Siguiendo lo que se había acordado en el Pacto de San Sebastián, el Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 28 de junio.
La nueva República tuvo que enfrentarse pronto a los conflictos sociales y a la oposición de empresarios, propietarios agrícolas y de una parte de la jerarquía católica. El cardenal Segura se opuso públicamente al nuevo régimen. También resurge el anticlericalismo y en mayo son incendiadas iglesias y conventos en diversas ciudades. La opinión católica se aleja del régimen republicano.
Las elecciones de junio de 1931, mediante sufragio universal masculino, dieron la victoria a la coalición republicano-socialista. Alcalá Zamora continuó como presidente del gobierno. Los resultados fueron los siguientes:
Los partidos republicanos de izquierda, Acción Republicana (Azaña), Radical Socialista (Marcelino Domingo), los partidos autonomistas como ERC (Macià, Companys), el PSOE (Prieto, Besteiro) y el PCE eran partidarios de la democratización del Ejército, del Estado laico, de la reforma agraria, de la ampliación de los derechos sociales y laborales de los trabajadores y de la autonomía regional.
Los partidos de centro-derecha y de la derecha defendían el Estado confesional, los privilegios del Ejército, la defensa de la propiedad agraria tradicional, el Estado unitario y centralista y se oponían a las reformas laborales.
Estos partidos dejaron de ser partidos de notables y tenían numerosos afiliados y capacidad para movilizar a sus seguidores. Además, las Cortes pasaron a ser el centro de la vida política del país; en ellas se celebraron debates intensos y apasionados.
En diciembre de 1931, las Cortes aprobaron la nueva Constitución de carácter democrático y progresista.
Texto de la Constitución de 1931.
La nueva Constitución reflejó las ideas de la mayoría republicano-socialista. Sus características son:
Los dos temas más debatidos fueron el tema religioso y el de las autonomías. En octubre, disconformes con el tratamiento del tema religioso, el Presidente del Gobierno Niceto Alcalá Zamora y el ministro Miguel Maura dimiten. Manuel Azaña (Acción Republicana) accede a la presidencia del gobierno. El 9 de diciembre de 1931 fue aprobada la Constitución y al día siguiente Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República.