Portada » Español » Análisis del Texto: Coherencia, Cohesión y Funciones Textuales
El análisis del texto como nivel de estructuración de una lengua forma parte de la gramática. Mientras que la gramática se centra en la estructura dentro de las oraciones, la gramática del texto describe los hechos que exceden la oración. Una gramática es un sistema de reglas, categorías y definiciones que abarcan los distintos subsistemas de la lengua. Su objetivo es describir la estructura sintáctica y semántica, estudiar la relación entre las proposiciones y explicar cómo se agrupan e indican las secuencias posibles de la lengua.
El análisis del texto representó una crisis radical en la lingüística. Hjelmslev desplazó la mirada del signo al texto, dejando de hablar de signos para centrarse en las funciones (expresión y contenido). Según Bernárdez, esta nueva perspectiva surgió como respuesta a la crisis de las gramáticas generativas y del estructuralismo, que no lograban explicar los elementos que se encuentran más allá de la oración. Surgieron causas externas en la lingüística, como:
El análisis del texto utiliza una metodología empírica (de origen griego) basada en la introspección y con un enfoque cualitativo. El análisis computacional del discurso también tiene relevancia como herramienta de modelado teórico. Esta disciplina se interesa por el valor de la verdad de los enunciados, el contenido de la macroestructura y la intencionalidad.
El texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana. Se caracteriza por:
En esencia, el texto representa el lenguaje más allá de la clausura.
La función textual se refiere al sentido o acto de habla, como preguntas, respuestas, órdenes, asentimientos, conclusiones o resúmenes. La función idiomática, por otro lado, se refiere al significado (léxico y gramatical). Es importante destacar que una función textual puede expresarse mediante diferentes funciones idiomáticas. Por ejemplo, la función textual “pregunta” se puede expresar mediante la función idiomática “oración interrogativa”:
A la inversa, la función idiomática “oración interrogativa” no necesariamente expresa la función textual “pregunta”:
Una de las propiedades más generales del texto es la división en tema y rema. Se escoge un tema y se predica algo nuevo sobre él (rema). En el nivel oracional, el tema suele corresponder con el sujeto sintáctico, mientras que el rema corresponde al predicado. En el nivel textual, la sucesión de tema y rema conforma la progresión temática.
La conexión transfrástica se refiere a la relación que mantienen entre sí las proposiciones del texto. La condición para la ligabilidad de dos proposiciones es que sus referentes estén ligados entre sí. Sin embargo, esta condición es necesaria pero no suficiente, ya que puede existir identidad referencial y cohesión sin coherencia:
La conexión entre las proposiciones puede o no estar expresada explícitamente mediante conectores, por ejemplo, conectores causales:
Ejemplo:
Las relaciones locales entre proposiciones conforman una microestructura. Estas microestructuras se organizan en unidades mayores hasta conformar una estructura global o macroestructura. Las macroestructuras de los textos se obtienen al aplicar a las series de proposiciones las llamadas macrorreglas.
La macroestructura se construye con la guía de una superestructura, definida como una serie de categorías jerárquicamente ordenadas que, como la sintaxis oracional, ofrece una estructura que se llena de sentido en la instanciación del texto.
Panini, heredero de gramáticos anteriores, desarrolló una gramática del sánscrito con un exhaustivo desarrollo de sonidos y morfología (bases nominales y verbales). Su trabajo influyó en la lingüística del siglo XIX.
La cohesión es la propiedad textual que establece las diferentes maneras en que están conectadas entre sí las unidades lingüísticas (palabra, sintagma, cláusula, oración). La estabilidad de un texto se mantiene gracias a la continuidad de los elementos lingüísticos que lo integran, es decir, la relación entre estos diferentes elementos que configuran el texto y la situación en la que el mismo texto se utiliza de hecho. La cohesión facilita el almacenamiento activo de la información textual en la memoria operativa.
La coherencia es la propiedad textual que permite que sean accesibles e interactúen los conceptos y relaciones que subyacen bajo la superficie textual. Se produce en el nivel lógico-semántico (la estructura profunda del texto). Refiere a la unión solidaria de las partes del texto. Implica la existencia de elementos de conexión, de entramado entre los distintos segmentos del texto. No viene conferida solo por lo que explícitamente se dice en el texto, sino también por todo aquello que queda implícito.
En la coherencia se establecen relaciones entre conceptos. Un concepto se define como una configuración de conocimientos que pueden activarse o recuperarse de manera más o menos consistente u homogénea. Los conceptos pueden entablar distintos tipos de relaciones entre sí. Hay muchas definiciones de»concept» (Sager, 1990). Los conceptos son construcciones mentales, abstracciones que pueden usarse en la clasificación de los objetos individuales del mundo interno y externo. (Recomendación del Instituto Británico de Normalización BS.3669:1963). El concepto es la unidad de pensamiento. Cada concepto se descompone en una serie de unidades semánticas más básicas que permitan definirlos. Por ejemplo, para el concepto»taz»:
Hay un conocimiento prototípico de cómo son los elementos de la existencia, pero puede haber miembros no prototípicos de cada clase, como una taza sin asa, etc. (ave: pingüino; mamífero: delfín). El conocimiento que se transmite en el texto es el sentido, que se va construyendo de manera continua. Una frase puede estar cohesionada, pero no es coherente si no conecta adecuadamente los conceptos del mundo textual. El mundo textual contiene mucha más información que la meramente contenida en las unidades lingüísticas.
La isotopía se refiere a la permanencia recurrente a lo largo del discurso de un mismo haz de categoría justificativas de una organización paradigmática (Greimas, 1973). En el caso de la disyunción isotópica, existe la posibilidad de distintas lecturas de un mismo texto según el contexto sociocultural y la competencia textual de los lectores. Esto puede llevar a una bifurcación del discurso en conjuntos isotópicos diferentes. Por ejemplo, la palabra»zoológic» puede interpretarse como:
(La cohesión y la coherencia son endofóricas).
Las propiedades exofóricas del texto son aquellas que dependen del contexto y del conocimiento del mundo compartido entre emisor y receptor. Algunas de estas propiedades son:
La intencionalidad es la propiedad textual que regula la intención del emisor de un texto. Todas las modalidades en las que los productores textuales utilizan los textos para conseguir que se cumplan sus intenciones. La intención del emisor contribuye a dotar el texto de sentido. La cohesión o la coherencia pueden verse mermadas por una capacidad expresiva deficiente, por falta de tiempo, etc., pero la intencionalidad a menudo compensa estas deficiencias. Por ejemplo, un abogado que escribe mal pero sabe muy bien lo que quiere, conoce qué espera el juez, etc.
La aceptabilidad es la propiedad textual por la que el receptor acepta que un texto es coherente y puede emplearse para comunicarse. Implica que, en toda acción humana realizada por más de una persona, se necesita de la cooperación de todos (emisor/receptor). Hace referencia, por tanto, a las actitudes que adoptan los receptores textuales durante la interacción comunicativa. En el sentido más inmediato del término, los receptores textuales suelen aceptar que una determinada configuración de elementos lingüísticos sea un texto cohesionado y coherente, susceptible de ser utilizado comunicacionalmente (opción por defecto).
El principio de cooperación establece que el emisor debe hacer que su contribución al texto sea lo más adecuada posible para la intención comunicativa del texto. Este principio se divide en cuatro máximas:
La informatividad es la propiedad textual por la que se regula la cantidad de información conocida o novedosa que un texto proporciona. Es una propiedad textual relacionada con el contenido y la coherencia, pero la consideramos exofórica porque depende más del contexto y del conocimiento previo de los receptores. El contenido nuevo o ya conocido se encuentra almacenado en el conocimiento del mundo y en los esquemas mentales y conocimiento que comparten emisor y receptor.
La intertextualidad es la propiedad textual por la cual un texto se encuentra en relación de dependencia con respecto a otros textos anteriores. Los factores que hacen depender la utilización adecuada de un texto del conocimiento que se tenga de otros textos anteriores, incluyendo la tipología textual. Relación de dependencia que se establece entre los procesos de producción y de recepción de un texto determinado, y entre el conocimiento que tengan los participantes en la interacción comunicativa de otros textos anteriores relacionados con él (explícito).
Las presuposiciones son los elementos no dichos en un texto, pero que se infieren a partir del contexto o del conocimiento del mundo compartido entre emisor y receptor. Las presuposiciones refieren a las suposiciones del hablante sobre los conocimientos del oyente. El texto también presenta proposiciones no dichas pero que se derivan lógicamente de las proposiciones anteriores.
, que fue mencionado antes en la secci´on de situacionalidad, al referir a los casos en los que los participantes intentan reconducir la situaci´on. Estos comportamientos revelan que el texto en una forma de intercambio y que este se da siempre en un marco establecido. En la comunicaci´on se presentan mensajes metacomunicativos que la sit´uan al definirla metacomunicativamente (Bateson, 1972). Estos mensajes informan a los paricipantes acerca de c´omo se debe interpretar el mensaje (por ejemplo, esto es un juego, es en serio, etc.). Todo texto posee su propio marco, en funci´on del cual se le atribuir´a significado y se le asignar´a coherencia. El lector tambi´en puede establecer el marco del texto. Puede cambiar a un marco diferente del que ten´ıa en principio por sus caracter´ısticas textuales internas. Borges fue uno de los primeros en observar que parte del texto est´a en el lector (Eco, 1968). Las expectativas del lector son tan fuertes que pueden cambiar el texto Ejemplo: El Mart´ın Fierro le´ıdo como poema ´epico nacional desde la lectura que de ´el hizo Leopoldo Lugones.