Portada » Educación Artística » Artistas y Técnicas del Dibujo: Un Recorrido Visual
Sandro Botticelli (1445-1510): Pintor italiano. No está entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo. Comenzó su trayectoria artística con obras de temática religiosa.
Leonardo da Vinci (1452-1519): Fue un pintor florentino. Notable polímata del Renacimiento italiano (a la vez anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista).
Dominique-Auguste Ingres (1780-1867): Pintor francés. Último representante de los grandes pintores del neoclasicismo francés, Ingres se presenta con una postura ambigua frente a los postulados clasicistas que le sitúan dentro del germen del movimiento romántico. Estudió en la Academia de Toulouse.
Egón Schiele (1890-1918): Fue uno de los grandes artistas figurativos de principios del siglo XX. Su obra es muy numerosa: unas trescientas cuarenta pinturas y dos mil ochocientas entre acuarelas y dibujos. Una de las características más fuertes en la pintura de Schiele es la destreza y la firmeza de su trazo; continuaba con su dibujo sin importarle que el modelo se moviera o cambiara de lugar, puesto que la línea seguía su rumbo cargando con toda su dimensión emocional.
Augustus John (1878-1961): Pintor y grabador británico. Augustus nació en Tenby, Gales. Estudió en la Academia de Liverpool y en la escuela de arte de Londres con Ford Madox Brown; destacó por su talento.
Hans Holbein el Joven (S.XV-XVI): Fue un artista e impresor alemán que se enmarca en el estilo llamado Renacimiento nórdico. Es conocido sobre todo como uno de los maestros del retrato del siglo XVI. También produjo arte religioso, sátira y propaganda reformista, e hizo una significativa contribución a la historia del diseño de libro. Diseñó xilografías, vidrieras y piezas de joyería. Se le llama «el Joven» para diferenciarlo de su padre, Hans Holbein el Viejo, un dotado pintor de la escuela gótica tardía.
Grafito y Lápices: Grafito: El grafito se produce por la presión de la tierra sobre la madera de bosques prehistóricos a elevada temperatura. A diferencia del carbón, cristaliza en láminas que le proporcionan su peculiar suavidad. Se comercializa en barras redondas y barras gruesas de forma hexagonal. Lápices: Utilizan recubrimientos de madera de cedro (Florida, California…). Lápices de grafito: Combinan grafito y azufre o grafito y arcilla. Estos últimos presentan diferentes grados en una escala que va desde el 8H (máxima dureza, mayor calidad de arcilla), pasando por el HB (dureza-blandura intermedia), hasta el 7B (máxima blandura, mayor calidad de grafito). Lápices de carbón y carbono tipo Wolff: Producen líneas gruesas y negras. Lápices de color: Su composición más usual es de pigmento, tiza, talco o caolín y aglutinante (goma de celulosa o metilcelulosa de hidroxipilo). El sistema de fabricación es similar al del lápiz de grafito, pero la mezcla no se calienta para conservar el pigmento. Formas: Hexagonal y cilíndrica. Oval y cuadrada (uso en carpintería).
Tamaños: La longitud estándar es de 17,5 cm. Varían en grosor. Equipo: Goma estándar, goma de arte, goma de plástico y miga de pan para correcciones y brillos. Cuchilla, saca puntas y lija para afilados. Fijativos específicos en líquido o aerosol. Alargalápices (portacrayones) para lápices muy gastados. Soporte: El papel es el soporte más idóneo para el lápiz o grafito. El más adecuado es el de algodón, no ácido en sus componentes. Liso y satinado para minas duras y dibujo técnico. Texturado, áspero de acuarela e Ingres para minas blandas. Colores: Blanco, crema y colores suaves, según la intención del trabajo. Marcas: Ingres, Bristol, Canson, Arches, Cartridge. Entre los soportes más recientes destaca la película de poliéster, idónea para dibujo técnico y un excelente –aunque costoso– sustituto del papel vegetal para trabajar por calco o transparencia.
Técnicas: Lápiz litográfico universal: Está hecho de cera con una fuerte pigmentación. Tiene un toque tersoviscoso que le permite marcar cualquier tipo de superficie: vidrio, plástico, papel… Tiene un efecto parecido al del pastel al óleo y permite trazos homogéneos. Útil para bocetos rápidos y trabajos minuciosos. Marcel C. Escher lo utiliza con maestría en obra sobre papel. Trabajo tonal con el lápiz universal: Mediante el sombreado progresivo se pueden obtener efectos tonales suavemente fundidos. Trabajo sobre papel de tono medio: Usando un lápiz universal blanco y otro negro sobre un fondo de tono medio se acentúa la gama tonal. Es una técnica de grisalla. Sombreado en una dirección (lápiz lomo o de color): Los tonos se logran trabajando las sombras en rayas paralelas con la punta del lápiz. Sombreado con lápices acuarela: Aplicando lavados. Sombreado cruzado: Rayadas en más de una dirección. Tonificación homogénea: Para lograrlos es preciso trabajar controlando la presión de la mina sobre el papel, haciéndolo con suavidad y repasando las zonas a cubrir. “Veladura” sobre un dibujo preliminar monocromo: Consiste en dibujar una imagen utilizando solo un color y después trabajar encima con otro. Se pueden superponer tantos colores como admita el grano de papel. Calidad de la línea a lápiz: Varía según la presión que se ejerza sobre la mina y el grado de rugosidad del papel. Se pueden hacer líneas homogéneas o reguladas. Dibujo a lápiz con un lavado de color: Un dibujo a lápiz puede servir como una especie de grisalla o pintura base monocromática sobre la cual se aplica acuarela transparente o pinturas acrílicas para dar color. Frottage: Colocando un papel sobre una superficie texturada se consigue transportar la imagen de esa textura al papel mediante el frotado del mismo con la mina del lápiz.