Portada » Educación Artística » El Diseño Gráfico en el Renacimiento y su Evolución
El Renacimiento fue un gran movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Fruto de la difusión de las ideas del humanismo, trajo consigo una nueva concepción del hombre y del mundo. Simboliza la reactivación del proceso cultural tras 1000 años de predominio de la mentalidad eclesiástica establecida en la Edad Media.
La declinación de la escritura manuscrita que siguió a la impresión tipográfica, ocurrió mientras se abrían nuevas oportunidades para los maestros caligrafistas casi como un efecto colateral de la imprenta.
El primero de los muchos manuales de escritura del siglo XVI fue creado por un maestro italiano de la caligrafía, impresor y diseñador de tipos, Ludovico Arrighi.
El Renacimiento de Italia empezó a debilitarse con el saqueo de Roma del año 1527 por las fuerzas conjuntas del Emperador Católico Carlos V y sus aliados de España. Una de las víctimas de este ultraje parece haber sido Ludovico Arrighi. Estaba trabajando en Roma en esa época, y después desapareció sin dejar rastros.
Francisco I (1494-1547) ascendió al trono de Francia el primero de enero de 1515 y empezó su espectacular reinado. Bajo su patrocinio floreció el Renacimiento francés. Esta época cultural fue fértil para el diseño gráfico y la impresión, y el siglo XVI ha llegado a ser conocido como la época de oro de la tipografía francesa. El ímpetu inicial del diseño se importó de Venecia.
La censura se convirtió en un problema cada vez mayor durante el siglo XVI, a medida que la iglesia y el Estado buscaban mantener su autoridad y control. Sin embargo, a pesar de la guerra y la censura, el espíritu humanista se asentó en Francia y produjo tanto una excelente escolaridad como una escuela elegante de diseño gráfico.
Dos artistas gráficos brillantes, Geoffrey Tory (1480-1561) y un diseñador de tipos de letras y grabador de troqueles, Claude Garamond (alrededor de 1480-1561), crearon formas visuales que fueron aceptadas por los impresores durante doscientos años.
Como sucedió con los manuscritos iluminados, los primeros libros tipográficos en cada país europeo tenían un estilo propio. Las fundiciones de Garamond, y las iniciales y ornamentos de Tory empezaron a estar disponibles para los impresores en gran parte de Europa (Francia, Suiza, Alemania, etc.). A causa de las guerras religiosas iniciadas en 1562, la innovación del diseño gráfico pasó de Francia a los Países Bajos.
El siglo XVII fue una época relativamente tranquila para la innovación del diseño gráfico después del notable progreso que tuvo lugar durante las breves décadas de los incunables y la exquisita tipografía y diseño del libro del Renacimiento. Se publicaron los trabajos inmortales de autores talentosos, incluyendo al dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare (1564-1616), y al novelista y dramaturgo español Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616).
La innovación en el diseño gráfico y la impresión declinó durante los últimos años del siglo XVI y principios del XVIII. Luis XIII de Francia, en 1692, ordenó a un grupo de eruditos desarrollar un nuevo tipo, cuyos caracteres fuesen diseñados bajo un concepto científico.
Al nuevo tipo de letra se le llamó Romain Du Roi. Este nuevo tipo aumentó el contraste entre los trazos gruesos y los finos, los rasgos finales horizontales agudos, y el equilibrio en cada tipo de letra.
Tipografía Romain Du Roi: Exclusivo para el uso real. Su utilización secundaria era un delito capital.
Este derroche de expresión de la época del rey francés Luis XV (1717-1774) encontró su mayor expresión en el diseño gráfico en el trabajo de Pierre Simon Fournier. En el siglo XVIII, el tamaño de los tipos era caótico porque cada fundidora tenía sus propias medidas.
Estos libros populares estuvieron de moda hasta que la Revolución Francesa acabó con la monarquía y la era rococó.
Inglaterra buscó en el continente los modelos predominantes del diseño y la tipografía durante más de dos siglos y medio después de la invención del tipo móvil. La guerra civil, la persecución religiosa, la estricta censura y el control habían creado un clima poco propicio para las innovaciones gráficas. Las ideas sobre la impresión y el diseño fueron importadas desde Holanda, hasta que surgió un genio nativo en la persona de William Caslon (1692-1766). Caslon abrió su propio negocio, añadiendo a su repertorio de habilidades los filetes de plata, etc.
El impresor inglés William Bowyer animó a Caslon para que emprendiera el diseño de tipos y fundición, y así lo hizo en el año 1720 con éxito casi inmediato. Su primer encargo fue una fundición arábiga para la Sociedad Promotora del Conocimiento Católico.
Durante los próximos 60 años, casi toda la imprenta inglesa empleó las fundiciones de Caslon y fueron llevadas por el colonialismo inglés alrededor de todo el mundo.
Un estilo de diseño gráfico imperial e imponente fue logrado en la Imprimerie Royale por otro diseñador de tipos y troquelador, Louis René Lucé (muerto en el año 1773). Luce diseñó varias series de tipos. En el diseño gráfico se usaban ampliamente las orillas grabadas, para lo cual se requería de una segunda impresión. Luce creó una gran serie de orillas de letras impresas, ornamentos, trofeos y otros símbolos de impresionante variedad y excelente calidad de impresión.
Durante los años decadentes del siglo XVIII, se encontró con un inesperado contrapunto para la severa tipografía de Bodoni y Didot en la impresión iluminada del poeta visionario William Blake.