Portada » Religión » El Espíritu Santo: Conocimiento, Misión y Dones
1- No le conocemos sino en la obra mediante la cual nos revela al Verbo y nos dispone a recibir al Verbo en la fe. El mundo no puede recibirle, porque no le ve ni le conoce, mientras que los que creen en Cristo le conocen porque Él mora en ellos.
2- La Iglesia transmite el lugar de nuestro conocimiento del Espíritu Santo:
3- Cristo es quien manifiesta, Imagen visible de Dios invisible, pero es el Espíritu Santo quien los revela.
4- Símbolos del Espíritu Santo:
5- Desde el comienzo y hasta la plenitud de los tiempos la misión conjunta del Verbo y del Espíritu del Padre permanece oculta pero activa. El Espíritu de Dios preparaba entonces del tiempo del Mesías sin estar todavía plenamente revelados, ya han sido prometidos a fin de ser esperados y aceptados cuando se manifiesten. Por profetas la fe de la Iglesia entiende aquí a todos los que fueron inspirados por el Espíritu Santo en el vivo del anuncio y en la redacción de los Libros Santos, tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento.
6- Hubo un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan. Juan fue lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre por obra del mismo Cristo que la Virgen María acababa de concebir del Espíritu Santo. Con Juan Bautista, el Espíritu Santo, inaugura, prefigurándolo, lo que realizará con y en Cristo: volver a dar al hombre la semejanza divina.
En María el Espíritu Santo realiza el designio benevolente del Padre. La Virgen concibe y da a luz al Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo. Su virginidad se convierte en fecundidad única por medio del poder del Espíritu y la fe. En María, el Espíritu Santo manifiesta al Hijo del Padre hecho hijo de la Virgen.
7- La misión de Cristo y del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo prepara a los hombres, los provee de su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su muerte y resurrección, les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la comunión de Dios para que den mucho fruto. Por medio de los sacramentos de la Iglesia, Cristo comunica su Espíritu y santificador a los miembros de su cuerpo.
Sabiduría: es el don que da sentido a la vida y gusto a todo lo que hacemos, es el don del buen gusto por las cosas del Espíritu Santo.
Entendimiento: es el don de entender precisamente lo que más merece la pena ser entendido. Es conocer la mano de Dios donde otros solo ven circunstancias humanas, es descubrir la providencia en la historia y el amor en el sufrimiento.
Consejo: es el don social que nos une a unos y otros en la búsqueda del camino que nos acerca a Dios. Si nosotros sabemos mirar a los ojos, atender la voz del otro, respetar su dolor y escuchar su silencio, encontraremos respuestas que no son nuestras y comunicaremos consuelo y esfuerzo más allá de la que nos atreviamos a esperar.
Fortaleza: a través de este don Dios nos da el querer y el obrar. Nos da el deseo y la fuerza del Espíritu para llevarlo a cabo.
Ciencia: nos ayuda a hacer nuestro el don de la creación. Nos ayuda a escuchar a la creación que nos habla de Dios porque Él la creó y nos ayuda a sentir la profundidad generosa de sus dones que todo lo llenan.
Piedad: es el don de sentirse hijo, de tener a Dios por Padre y saberlo disfrutar, es el don de saberse heredero de todo lo que es bueno.
Temor de Dios: no es temor a ser castigado, sino a ofender, a hacer algo que entristezca al Padre, a traicionar el hogar.