Portada » Biología » Introducción al Mundo de los Virus: Estructura, Clasificación y Enfermedades
Los virus se consideran organismos que se encuentran en la frontera de la vida porque no están constituidos por células, no tienen movimiento propio, no se alimentan y no pueden reproducirse de manera independiente. Son más pequeños que las bacterias y se consideran parásitos de cualquier ser vivo.
Forman un reino aparte: el reino de los virus.
La estructura de un virus consta de dos componentes básicos:
En ocasiones, alrededor de la cápside encontramos **receptores** que les permiten fijarse mejor o unirse a la célula que parasitan.
También podemos encontrar virus con una membrana exterior a la cápside procedente de la célula que ha parasitado.
Hablaremos de tres tipos de virus:
Son virus alargados en los que los capsómeros se sitúan helicoidalmente formando una estructura tubular. En el interior se sitúa el ADN o el ARN.
Son virus constituidos por 20 caras triangulares unidas de 5 en 5. El material genético siempre estará dentro.
Son virus llamados también complejos. Parasitan bacterias y constan de una cápside con dos partes: una cabeza de tipo icosaédrico y una cola tubular. Esta cola está adaptada a la infección.
En la base de la cola encontramos unas espículas y unas patas que ayudan a los virus a unirse a la bacteria que parasitarán.
Los virus, al no estar constituidos por células, necesitan parasitar una célula para hacer copias de sí mismos y mantener su continuidad.
Un virus se introduce dentro de una célula de diversas maneras y puede suceder dos cosas:
Si el virus entra, la cápside se desestructura y deja el material genético en contacto con el contenido celular. El material genético del virus se convierte en el director de la actividad celular, utilizando la maquinaria de la célula para replicarse. Posteriormente, se ensamblan las nuevas partículas víricas, formando nuevos virus. Finalmente, salen de la célula, bien provocando la muerte de esta o bien llevándose parte de su membrana; en este último caso no provoca la muerte de la célula.
En ocasiones, los virus introducen su material genético y este se une al material genético de la célula que parasita. De esta manera, el material del virus queda latente y, cuando considere oportuno, desencadenará la replicación.
Es una enfermedad vírica del aparato respiratorio que acostumbra a aparecer como epidemia durante los meses de invierno.
Tiene forma poliédrica y contiene ARN. Se contagia por vía aérea.
Los síntomas son: fiebre que no suele superar los 39 o 40 grados, dolor de cabeza, mucosidad y tos intensa. Al cabo de 2 o 5 días los síntomas desaparecen, pero el cansancio puede durar semanas.
El tratamiento se basa en el control de los síntomas: analgésicos, hidratación, etc.
Solamente se tomarán antibióticos en el caso de complicaciones bacterianas.
La **prevención** se realiza con la vacuna, que es muy eficaz si el virus no muta.
Es muy similar a la gripe común. Su material genético es recombinado del virus de la gripe humana, de la gripe aviaria y de la gripe porcina.
Las diferencias sintomáticas con la gripe común son dolor muscular más intenso, fiebre alta durante el inicio, tos más intensa, etc.
El tratamiento sería la aplicación de antivirales o retrovirales.
**Prevención:** Lavarse las manos muy a menudo, ventilar las habitaciones, usar material de un solo uso.
Es la inflamación del tejido del hígado. La hepatitis vírica, en concreto, la pueden provocar diversos virus, cada uno de los cuales puede provocar un tipo determinado de enfermedad.
Las más comunes son la Hepatitis A, B y C.
**Contagio:**
**Síntomas:** Suele comenzar con un malestar general, pérdida de peso, náuseas, fiebre y picores. Al cabo de unos días, la piel y las mucosas cogen una coloración amarillenta.
**Tratamiento:**
**Prevención:** Existe una vacuna eficaz para la A y la B. Evitar el contacto con personas enfermas.
Significa Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida. Definimos inmunodeficiencia como la anomalía del sistema inmunitario que no permite desarrollar defensas contra los agentes infecciosos.
Las inmunodeficiencias pueden ser congénitas, o desarrollarse a lo largo de la vida del individuo debido a otra enfermedad, un tratamiento farmacológico o una mala nutrición.
En el año 1981 se publicaron los primeros casos de una enfermedad nueva caracterizada por la inmunodeficiencia y no asociada a ninguna otra enfermedad.
En 1986 se aísla el virus y se llama VIH: Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
**Contagio:** Se produce a través de la sangre, contacto sexual y en un 25% a través de la placenta.
**Síntomas:** Cuando el virus penetra en el organismo no produce síntomas y no se puede detectar con ningún análisis o prueba.
Después de 3 meses aparecen los anticuerpos como respuesta del organismo a la infección. Ahora sí, los anticuerpos pueden ser detectados a través de un análisis.
La persona infectada puede mantenerse durante años sin desarrollar la enfermedad.
El desarrollo de la enfermedad se caracteriza por infecciones repetidas causadas por agentes patógenos poco habituales.
Otro síntoma puede ser el desarrollo de un cáncer que se llama Sarcoma de Kaposi. Son unas manchas rosadas en la parte superior del cuerpo y puede provocar trastornos en el sistema nervioso.
**Tratamiento:** Se sigue estudiando un tratamiento eficaz, pero aún no lo han conseguido.