Portada » Medicina y Salud » Accidente Cerebrovascular: Tipos, Fisiopatología y Hormonas Relacionadas
La ingesta de corticoides durante periodos largos de tiempo como tratamiento a una enfermedad, inhibe por consecuencia la producción de ACTH y cortisol. Ambas hormonas, que protagonizan un mecanismo regulador (aumento de cortisol provoca una disminución de ACTH), se encargan de mantener en buen estado, para su correcto funcionamiento, a las glándulas suprarrenales, por lo que, en ausencia de éstas, la corteza suprarrenal se atrofiará. Por ello no se puede abandonar el tratamiento de repente, ya que las glándulas suprarrenales están atrofiadas y se podría provocar una insuficiencia suprarrenal aguda. Debería proponerse un tratamiento hormonal sustitutivo.
Se denomina AVC o ictus a la interrupción real del aporte sanguíneo a una parte del cerebro que da lugar a isquemia y muerte tisular de la región cerebral y a las consiguientes deficiencias neurológicas. Durante un ictus, las células cerebrales del área vecina mueren con relativa rapidez (4 min). Al hacerlo inician una reacción química y eléctrica en cadena que comprometen una zona de tejido circundante más extensa en las horas siguientes (hasta 6 horas después del ictus isquémico). Esta cadena determina la muerte de células durante los primeros días posteriores al AVC, aumentando la lesión. Las neuronas de la zona central de un ictus isquémico mueren a no ser que se recupere con rapidez el flujo sanguíneo, pero las neuronas de la zona adyacente al infarto pueden seguir viviendo después de la fase aguda y son potencialmente recuperables, lo que a las 24-48h disminuye la clínica y gravedad del mismo.
Son el resultado de la rotura de un vaso sanguíneo; suelen producirse de forma repentina y dan lugar a una intensa afectación neurológica. Dañan o destruyen las neuronas en la zona de la hemorragia y pueden provocar un rápido incremento de la PIC. Signos de aumento de la PIC son los cambios en el nivel de consciencia, en la función motora y sensitiva, en el tamaño y la reactividad pupilar, en los movimientos oculares y en las constantes vitales. Existen 2 tipos:
«Déficit del funcionamiento de la adenohipófisis».