Portada » Biología » Fisiología y Patología del Páncreas: Secreción, Activación y Enfermedades
Rara vez el páncreas puede estar totalmente ausente, una situación que puede estar asociada con malformaciones graves. El IPF1 es un factor de transcripción homeodominio crítico para el desarrollo normal del páncreas y las mutaciones del IPF1 en el cromosoma 13q12.1.
Es la anomalía pancreática congénita más frecuente, con una incidencia del 3 al 10%.
Ocurre cuando los sistemas de conductos fetales del primordio no se fusionan. Como resultado, el conducto de Wirsung es muy corto y drena solo una porción pequeña de la cabeza de la glándula. La estenosis relativa causada por el volumen de secreciones pancreáticas que pasan a través del esfínter menor predispone a estos individuos a la pancreatitis crónica.
Es una variante relativamente infrecuente de la fusión pancreática; el resultado es un anillo de tejido pancreático que rodea completamente el duodeno. Puede presentarse como distensión gástrica y vómito.
El tejido pancreático situado de forma aberrante o ectópico ocurre cerca del 2% de la población.
Sitios: estómago, duodeno, yeyuno, divertículo de Meckel e íleon.
Restos embriológicos pequeños y están localizados en la submucosa; están constituidos por ácinos pancreáticos normales con islotes ocasionales.
Rara vez producen dolor o sangrado mucoso.
La inflamación del páncreas puede tener manifestaciones clínicas que varían desde una enfermedad leve y autolimitada hasta un proceso destructivo agudo y amenazante para la vida; puede ocurrir desde una pérdida de la función transitoria hasta la pérdida irreversible. Por definición, en la pancreatitis aguda el órgano vuelve a la normalidad, al contrario de la pancreatitis crónica.
Lesiones reversibles caracterizadas por inflamación; la gravedad puede variar desde edema focal y necrosis grasa hasta una necrosis parenquimatosa difusa con hemorragia grave.
La pancreatitis aguda es relativamente frecuente, con una incidencia anual en países industrializados de 10 a 20 por 100 000 habitantes.
Aproximadamente el 80% de los casos son atribuibles a enfermedades del tracto biliar o alcoholismo.
Aproximadamente el 5% de los pacientes con cálculos biliares desarrolla pancreatitis y los cálculos biliares están implicados en el 35 al 60% de los casos.
La morfología de la pancreatitis aguda varía desde una inflamación trivial y edema hasta una necrosis extensa con hemorragia. Las alteraciones básicas son:
La necrosis del tejido pancreático afecta a los tejidos acinares y ductales, así como a los islotes de Langerhans; el daño vascular produce hemorragia dentro del parénquima pancreático. Macroscópicamente, el páncreas muestra una hemorragia roja-negra entremezclada con focos de necrosis grasa, amarilla-blanca.