Portada » Biología » Sistema Límbico, Sueño y Memoria: Una Exploración Neurofisiológica
Contiene los centros que interpretan y comprenden lo que percibimos a través de los sentidos. La neocorteza desempeña el papel fundamental en las actividades que requieren: generación o resolución de problemas, análisis y síntesis de información, uso del razonamiento analógico, pensamiento crítico y creativo.
El sueño se subdivide en dos grandes etapas:
El cerebro está muy activo, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos mover. Existe un característico movimiento de los globos oculares bajo los párpados.
Alrededor del 90% de las personas que se despiertan durante la fase REM afirman que estaban soñando. Los periodos REM se alargan a medida que avanza la noche.
La memoria se consolida durante el REM, en particular la memoria espacial y la memoria motora o de procedimiento, más que la memoria episódica, aunque esta última posee mayor significado interpretativo.
La supresión total de secreción de monoaminas durante el REM es requerida por el cerebro, con el objeto de desensibilizar o de reactivar los receptores monoaminérgicos cerebrales. A favor de esta teoría existe el hecho de que la deprivación de sueño tiene efectos antidepresivos, y de que las drogas antidepresivas suprimen -al menos a corto plazo- el sueño REM. En contraste, la concentración de acetil colina -neurotransmisor esencial de la memoria- se encuentra aumentada en el REM. Los ancianos con menos REM tienen por consiguiente menos acetil colina. Como resultado, su memoria es sub-óptima.
La regulación neuronal del ciclo vigilia – sueño se efectúa a través de dos sistemas antagónicos:
La evolución cíclica de la secreción de los neurotransmisores a nivel de los distintos núcleos de los dos sistemas antagonistas conduce, alternativamente, al estado de vigilia y al estado de sueño.
El control neural de los ritmos circadianos se encuentran en la región ventral-anterior del hipotálamo, en los núcleos supraquiasmaticos. Las lesiones en estos núcleos producen una desorganización de los ciclos de vigilia -sueño así como de los ritmos de reposo-actividad, temperatura, y alimentación.
Las neuronas monoaminérgicas están en:
Estas neuronas descargan más rápido durante el alerta, más lento durante el estadío NREM y dejan de descargar durante el estadío REM.
En el estadío REM, al estar inhibidas las neuronas monoaminérgicas, las neuronas del núcleo pedúnculo pontino y el tegmental laterosdorsal (PPT-LDT) se liberan de la inhibición que éstas ejercen y son las responsables de generar el sueño REM.
La descarga de las neuronas monoaminérgicas durante el alerta inhibe al área preóptica ventrolateral (VLPO), el cual al no descargar GABA sobre dichos grupos, desinhibe la descarga de las primeras.
El sonambulismo es un trastorno del sueño que suele producirse durante la etapa IV del sueño no REM, en el que éste suele acompañarse de determinados movimientos físicos.
El insomnio es una de las enfermedades del sueño más comunes. Aunque generalmente se concibe el insomnio únicamente como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas:
Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita durante el descanso nocturno, pudiendo ocasionar somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día.
La función psicológica que más consenso ha despertado ha sido que el sueño REM consolida nuestra memoria y que la recuperación de nuestros recuerdos es más efectiva después de un buen sueño.
Resumiendo podemos afirmar que el sueño actúa sobre nuestra memoria emocional activando los circuitos cerebrales asociados a la emoción, como la amígdala y el sistema límbico y desactivando el control consciente de la corteza frontal y la entrada y salida de estímulos desactivando partes del tronco cerebral.
Se plantea la hipótesis de que lo que consolida el sueño es la actitud, entendida como preparación a actuar (Bull, 1951), en la que se inhibe la acción, y al inhibirse la acción aparece el componente emocional, en el mismo sentido que da Frijda (1989) a las emociones como preparaciones a actuar.
El papel de las hormonas en la regulación del ciclo vigilia – sueño cada vez se conoce mejor. Los ritmos circadianos de sustancias hormonales como la hormona del crecimiento (GH), el Cortisol, la Melatonina (MLT) y la prolactina (PRL) inducidos en gran parte por los»zeitgeber» (relojes internos o endógenos) acompañan el proceso del ciclo vigilia – sueño.
El nivel sérico de varias hormonas presenta variaciones diurnas en función del ciclo vigilia – sueño. Los niveles en porcentajes del Cortisol y la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) son mas bajos hacia la media noche y los mas altos hacia las 6 de la mañana.
La GH alcanza su máximo nivel poco después de que el sujeto se queda dormido.
El pico máximo de la GH coincide con la presencia de sueño delta profundo, es decir, estadios 3 y 4 del sueño NoMOR. Se conoce la existencia de un pulso de secreción en las dos primeras horas de sueño que se asocia al sueño lento profundo y alcanza niveles hasta de 60 ng/ml. La secreción de GH depende de la edad, por encima de los 50 años no existe liberación de GH durante el sueño y esto coincide con disminución fisiológica progresiva con la edad de los estadios 3 y 4.
Existe una relación entre la arquitectura del sueño y la secreción de la GH. Si el sueño y algunas fases pueden ser»modulado» por la temperatura, el sueño puede ser por si, mismo»factor desencadenant» de otros ritmos como los de determinadas hormonas.
La MLT se empieza a segregar de acuerdo con el ciclo luz oscuridad e induce la aparición del sueño. Se produce a partir de la serotonina principalmente en la glándula pineal y su síntesis depende de las condiciones de luz ambiental. Los niveles durante la noche son más altos entre los 1 y 5 años de edad, luego disminuye constantemente hasta la pubertad a un 75%.
La PRL aumenta su secreción en forma continua durante la noche y alcanza la concentración más alta antes de terminar el período de sueño entre las 5 y 7 a.m. La concentración cae rápidamente una vez se despierta el individuo y mantiene niveles estables durante el día.
La ACTH no se produce en la primera mitad del período de sueño, se secreta por medio de una serie de episodios cuya acumulación produce los niveles más altos al despertar y la secreción de cortisol sigue un patrón similar. Existe una relación entre el ritmo biológico de la temperatura y el del sueño. Por un lado, la hora de acostarse sobreviene cuando la temperatura comienza a bajar. Por otra parte, parece que existe una relación entre el máximo de sueño paradójico, en la segunda parte de la noche y el mínimo térmico.
Durante el proceso de inducción del sueño, la concentración de ATP, de ADP y AMP aumenta en las células cerebrales promoviendo el estado de reposo.
Los agentes que bloquean la transmisión gabaérgica generan convulsiones mientras que agentes que aumentan la inhibición tienen efectos sedativos, anticonvulsivantes y ansiolíticos.
Es claro que los aminoácidos están entre los neurotransmisores mas abundantes en el Sistema Nervioso Central, y que la mayoría de las neuronas utilizan ácido g-amino butírico (GABA) y glutamato como neurotransmisores.
GABA y glutamato regulan la excitabilidad de muchas neuronas en el cerebro (GABA es un inhibidor, mientras que Glutamato es un excitador) y por tanto están implicados en importantes procesos fisiológicos así como en eventos patofisiológicos.
Los fármacos que aumentan los eventos inhibitorios de GABA disminuyen los eventos excitatorios regulados por Glutamato.
Usualmente se percibe al sistema nervioso central como un conjunto de células excitadas. Las células nerviosas no solamente excitan a sus vecinas, sino también las inhiben. La inhibición está mediada por el GABA, que fue identificado como constituyente químico único del encéfalo y considerado como transmisor inhibidor desde 1950, y aunque su potencia como depresor del sistema nervioso central no fue reconocida de inmediato, es uno de los mayores transmisores inhibitorios: inhibe el encendido neuronal.
Las experiencias de aprendizaje se acompañan de varios niveles de alerta, ansiedad o estrés, según el tipo de tarea que se ejecuta. En modelos animales, la amígdala, el septo medio y el hipocampo responden a estos estímulos con la activación de varios sistemas neurotransmisores, que modulan los procesos de consolidación de la memoria.
Según el esquema de los grupos de Izquierdo y Medina, el sistema regulador o ejecutor de la consolidación de la memoria existente en estas estructuras es excitado por receptores N-metil-Daspartato (NMDA) y colinérgicos muscarínicos, y regulado negativamente por los GABAA, que a su vez son inhibidos por los betaadrenérgicos, que por sí mismos son excitadores.
La amígdala, septo medio e hipocampo están conectados entre sí y con la corteza entorrinal, que a través de la corteza perirrinal conecta con áreas sensoriales y asociativas de la corteza cerebral.
Las benzodiacepinas clásicas son los fármacos más utilizados para inducir el sueño. El flunitrazepam, una de las que posee una acción hipnótico más potente, modifica marcadamente el balance sueño-vigilia, tanto en personas insomnes como normales, acortando la latencia de inicio del sueño y reduciendo el número de despertares, estando aumentada la duración total del sueño.
El sueño de movimientos oculares rápidos (REM) está inhibido al principio, pero es normal en los últimos dos tercios del período de sueño. Existen profundas modificaciones de las características electroencefalográficas normales en todas las fases del sueño.
El agonista BZC zolpidem aumenta el estadio 4 del sueño y causa pocos cambios en los otros períodos, efecto que es parecido al de la zopiclona y el clonazepam.
El tronco del encéfalo es la fuente del arousal. Contiene los núcleos que producen los neurotransmisores implicados en el proceso de vigilia: los núcleos del Rafe (Serotonina), el Locus Coeruleus (Noradrenalina) y el Tegmentum Pontino (Acetilcolina). Estos núcleos envían impulsos a la corteza mediante dos vías. La vía dorsal hace relieve en las neuronas glutamatérgicas del tálamo y genera Glutamato. La vía ventral hace relieve en las neuronas colinérgicas del prosencéfalo basal y genera Acetilcolina. La acción combinada de las dos vías produce la desincronización cortical de la vigilia. La acetilcolina cumple un importante papel en los procesos atencionales y en la fijación de memorias. De hecho, el prosencéfalo basal es la primera zona que degenera en una enfermedad de alzheimer. El papel de la noradrenalina en la atención se centra en la percepción de estímulos nuevos que requieren atención.
A su vez, el hipotálamo actúa como regulador del ciclo sueño-vigilia. El hipotálamo lateral genera hipocretinas, responsables del sistema de activación de la vigilia, mientras que el núcleo tuberomamilar genera histamina, encargada de modular la activación durante la vigilia.
Al no gustarnos el ramo de psicofisiología, en el núcleo acumbens se libera poca dopamina. Estas bajas concentraciones de dopamina hacen que los receptores de dopamina D2/D4 (inhibitorios) de la interneurona no la exciten, lo cual produce baja liberación de dopamina. Esta excitación hace que se libere glutamato (exitatorio) a la corteza, por lo tanto no se consolida la memoria y por ende no aprendemos.
Poca estimulación del hipocampo, consolidación de la memoria.
Depresión a largo plazo: menos receptores presinápticos (ando poco motivada).
D1 y D5 excitatorios, más estimulados, más probabilidades de estimular el hipocampo.
No se libera dopamina en el hipocampo, la atención es difusa, la interneurona libera GABA que es inhibitoria.
El síndrome del miembro fantasma es la percepción de sensaciones de que un miembro amputado todavía está conectado al cuerpo y está funcionando con el resto de éste; se solía creer que esto se debía a que el cerebro seguía recibiendo mensajes de los nervios que originalmente llevaban los impulsos desde el miembro perdido. Sin embargo, la explicación más plausible hoy en día consiste en que el cerebro sigue teniendo un área dedicada al miembro amputado por lo que el paciente sigue sintiéndolo: ante la ausencia de estímulos de entrada que corrijan el estado del miembro, el área genera por su cuenta las sensaciones que considera coherentes. Esta área sin función tras la amputación puede ser invadida por áreas vecinas con lo que utiliza sensaciones de otras partes del cuerpo para disparar las sensaciones del miembro amputado.