Portada » Tecnología » Guía Completa sobre Micrófonos, Dosímetros y Sistemas de Detoxificación
Sensibilidad: es la tensión medida en milivoltios, que es capaz de proporcionar por cada unidad de presión sonora, medida en pascales, que actúa sobre el mismo. (50mv/pa)
Respuesta en frecuencia: curva de variación de la sensibilidad en función de la frecuencia. Preferible los micrófonos cuya sensibilidad se mantiene lo más constante posible para todo el rango de frecuencias audibles.
Rango dinámico: diferencia entre los niveles de presión acústica máximo y mínimo para los que se obtiene una respuesta lineal del micrófono. Preferibles los RD mayores.
Directividad: atendiendo a esta los micrófonos pueden ser de campo libre o de incidencia aleatoria.
Dosímetro: instrumento portátil, diseñado para que se pueda llevar en un bolsillo durante la jornada laboral sin que interfiera en el trabajo, permitiendo así valorar la exposición al ruido de los trabajadores que se mueven en diferentes ambientes acústicos. Funciona como un sonómetro indicador, dispone de una red de ponderación A, su lectura está dada en % de la dosis máxima de ruido permitido, e incluye una indicación que se activa para informar cuando se sobrepasan los 140 (120) dB del nivel de pico.
Deben cumplir:
La mayor parte de los dosímetros personales de ruido, disponen al menos, de las siguientes etapas básicas: micrófono; ponderación frecuencial A; integrador; detector de pico extendido; detector de bajo nivel; indicador. El funcionamiento de las primeras etapas (micrófonos y ponderación frecuencial A) es equivalente al descrito para los sonómetros.
El circuito integrador lleva a cabo las transformaciones necesarias para convertir la señal corriente alterna que le llega en otra corriente continua proporcional a su cuadrado.
Para advertir del extendimiento del nivel de pico los dosímetros disponen de un circuito detector de pico excedido, que se activa cuando se supera un valor preestablecido.
Lo que realmente interesa son los niveles de ruido altos, de esta forma los dosímetros disponen de un detector de bajo nivel, ajustado de forma que a niveles inferiores a 80 dBA se envíe una señal al integrador para interrumpir el cálculo de la dosis. Este nivel de 80 dBA está definido por la ISO-1999.
Costes vienen determinados principalmente por el flujo volumétrico a tratar: (precio del equipo) = a + b.(tamaño)c donde a, b y c son valores tabulados específicos para cada equipo. El parámetro “tamaño” varía también en función del equipo (área de filtro, área de entrada del ciclón) pero en la mayoría de los casos es proporcional al flujo de entrada.
La mayoría de las corrientes contaminadas son aire o gases de combustión: propiedades fluido mecánicas se asemejan a las del aire. En instalaciones industriales: flujo turbulento, velocidad 12-18 m/s (velocidad que minimiza la suma costes de bombeo y costes de equipo). Situaciones en que puede ser diferente: en sistema de control de partículas (120 m/s para sistemas basados en la inercia de las partículas, o 1-1.5 m/s en precipitadores electrostáticos). Si la corriente contiene partículas pesadas 12-23 m/s para prevenir su sedimentación. En biolavadores en contracorriente 3-6 m/s.
Modelo de flujo pistón: se asume que el componente horizontal de la velocidad del gas y las partículas en todos los puntos del sedimentador es Vm; la componente vertical de la velocidad de las partículas Vt (Ley de Stokes). Velocidad de diseño: 0.3-2.5 m/s. Dos tipos de diseño: conducción de mayor diámetro y cámara con bafles. Aunque en teoría son válidos para la eliminación de partículas entre 5-10 µm, en la práctica el tamaño límite es de 50 µm (partículas con tamaño inferior no son eliminadas).
A diferencia de los sedimentadores, los sedimentadores son efectivos para las partículas pequeñas. La fuerza centrífuga lleva a la partícula hacia la superficie del ciclón donde se adhieren unas a otras para formar agregados que posteriormente son eliminados por la parte inferior del sistema. El ciclón posee un cuerpo cilíndrico con un colector de salida de partículas. Del balance de fuerzas a la partícula se obtiene un equivalente a la ley de Stokes para el cálculo de Vt (sustituyendo la fuerza de la gravedad por la centrífuga) y despreciando la Pfluido.
Varios miles de ciclones de pequeño tamaño con el fin de lograr altas eficiencias para partículas pequeñas. Dos tipos de operación (ciclones):
Fuerzas electrostáticas sustituyen a fuerzas gravitatoria y centrífugas: las partículas se cargan eléctricamente y se las introduce en un campo electrostático que las arrastra hacia la pared colectora. Son efectivos para partículas inferiores a 5 µm.