Portada » Educación Artística » Arte Rupestre y Monumentos de la Prehistoria en España
Cueva de Tito Bustillo, periodo magdaleniense. Paleolítico superior. Arte rupestre en Asturias, descubierta en 1968. Es habitual en las pinturas paleolíticas, en lugares cerrados como la cueva. Esto ha permitido un buen estado de conservación. La técnica incluye procedimientos como el grabado sobre la roca y la pintura. La policromía se basa en la utilización del negro (carbon vegetal), el blanco (arcilla o arena), y tonos rojos y cobrizos (óxido de hierro). Para su utilización, se mezclaban con aglutinantes como grasa animal o resinas, utilizando los dedos de las manos o pinceles realizados con pelo de animal.
En la imagen observamos unos diez animales, en su mayoría caballos y también ciervos. La mayoría aparecen de perfil, y se utilizan perspectivas espaciales que sugieren un espacio tridimensional. Se trata básicamente de una silueta figurativa, en un estilo muy naturalista. Se utilizan sombras, a veces ayudadas con la utilización de distintos colores o el abultamiento de las rocas, para dar una idea de volumen en las figuras. Los animales se disponen sin orden, acompañados de otros símbolos llamados tectiformes. Puede que se trate de una especie de rito mágico-simbólico, en el que la representación del animal sugiera la apropiación de su espíritu o alma.
En vista de esta imagen, podemos decir que desde los albores de la humanidad, el hombre tuvo la necesidad de expresar sus sentimientos, sus ideas o su modo de entender el mundo a través del arte. En esta imagen en concreto, parece que los animales, a través de su fuerza y su vitalidad, y cómo no, como fuente de alimento, eran un objeto de culto y fundamental para su supervivencia en un periodo hostil como la Glaciación Würm.
Periodo solutrense superior y magdaleniense inferior, descubierta en 1911 por Wertnery Obermaier. Predominan el rojo y el amarillo; no hay grabados. Se encuentran signos ideomorfos y tectiformes. La cueva se considera un santuario con figuras y símbolos de fertilidad, así como superposiciones. Se relaciona con la magia simpática.
Periodo magdaleniense, ejemplo de arte rupestre, descubierta en 1868 y estudiada por Marcelino Sanz de Sautuola. Su estilo franco-cantábrico se caracteriza por el realismo y la policromía. Se representan todo tipo de especies, siendo el bisonte el más representado, utilizando el relieve de las rocas para dar volumen. Colores predominantes: rojo y negro.
Descubierta en 1905 por José Bullón Lobato, pertenece al solutrense superior y presenta un estilo franco-cantábrico con ciervos, caballos y peces, tanto en pinturas como en grabados.
Fase naturalista, época epipaleolítica (6500-4000 a.C.), con figuras humanas rellenas de color y diversidad de escenas. Se representan hombres guerreros cazando y mujeres con faldas acampanadas y torsos desnudos, en temas de danza, mostrando novedades como el dinamismo.
Galería cubierta, piedra (arquitectura megalítica), arte funerario del Neolítico (2500 a.C.). Se sitúan en los límites de los poblados para que reposaran los restos de sus antepasados. Este tipo de monumento se podía encontrar en toda la fachada atlántica europea. Otros ejemplos de construcciones megalíticas incluyen menhires y cromlechs. La arquitectura con la que nos encontramos es un dolmen caracterizado por ser una tumba colectiva. La galería cubierta se estructura por cobijas, ortostatos y menhires hincados en el suelo. Se necesitaban muchos hombres, cuerdas y agujeros en el suelo para su construcción.
Segundo-Tercer milenio, descubierta en 1860. Tholos de largo corredor y cámara circular, con muros de mampostería y barro, cubierta adintelada. Conjunto funerario calcolítico.
Mapa: 1100 a.C., pueblo comerciante, traen ideas de urbanismo y organización. Tipo de casa de un solo piso, con fachada encalada, y traen el alfabeto.
Origen fenicio, bronce, influencia del arte egipcio, postura hierática, dios agrícola de la cosecha.
Granada. Diosa Astarte, alabastro, sentada entre dos esfinges, sostiene un cuenco al que vierte líquido de los pechos. Influencia mesopotámica por formas robustas, pero la estilización del traje y los cabellos hathóricos denotan influencia egipcia.
Descubierto en el siglo XX, es el conjunto de origen tartésico mejor conservado de la península ibérica. Se considera, por su singularidad, un yacimiento excepcional y único, tanto por su forma como por su tamaño y estado de conservación. Se fecha entre el siglo VII a.C. hasta el siglo IV a.C., momento de su destrucción por un incendio. La extraordinaria riqueza de sus materiales allí encontrados, el carácter monumental del propio edificio, y el hecho de que en torno a él existan otras construcciones, hace suponer que se trata de un edificio importante, considerado un palacio-santuario, un altar de cenizas, o un simple palacio que fue destruido por un gran incendio, siendo esta última hipótesis la más probable.
Sobre la zona arqueológica del conjunto tartésico mejor conservado de la península ibérica se suceden tres etapas constructivas: la primera del siglo VI a.C., con muros de adobe sobre una base de mampostería; una segunda fase se llevó a cabo entre 500 y 450 a.C.; y una tercera, entre 450 y 375 a.C., declarado monumento nacional.
Monumento de la necrópolis íbera de Pozo Moro. Este monumento (s.VI a.C.) fue erigido sobre el enterramiento de un personaje de alto rango, quizás el rey. Sus elementos técnicos, arquitectónicos y estilísticos se han asociado con las torres funerarias del Próximo Oriente, influencia que habría llegado a la cultura ibérica gracias a la presencia fenicia en el sur peninsular.