Portada » Educación Artística » Análisis del espacio fílmico y la estética videográfica
Un film está constituido por un gran número de fotogramas.
Límite de la imagen. Tiene dimensión y proporciones. Es muy importante y es uno de los primeros asuntos sobre los que trabaja el cineasta.
Impresión de la realidad: Ilusión de movimiento – Ilusión de realidad.
Cuadro y campo, se suelen tomar como sinónimos pero no lo son. La imagen está limitada en su extensión por un cuadro. La posición del espacio imaginario contenida en el cuadro es lo que llamamos campo.
Conjunto de elementos (personajes, decorado, utilería, etc.) que, aun estando incluidos en el campo, son imaginarios. Existen 3 tipos de fuera de campo:
Se refiere al grado de presencia de la máquina y el grado de presencia humana en la imagen.
La imagen la produce la mano y el ojo del hombre, el hombre sigue siendo el que produce la imagen.
Con la aparición de la imagen fotográfica se produce un cambio revolucionario, de allí en más es la máquina (y no el hombre) la que produce la imagen. La fotografía inscribe la imagen.
A nivel maquinístico son necesarias dos instancias distintas de máquinas. Las que se usan para la producción de la imagen (cámara con la que se graba la película), las que sirven para la proyección de la película (proyector, pantalla, etc.).
Desde el punto de la máquina lo nuevo que aparece es la transmisión. En la transmisión es el discurso televisivo el que se traslada hacia los sujetos (al revés que el cine, en el que el sujeto es quien se tiene que trasladar).
Cuanto más grande es el grado de realismo de la imagen, más materialidad pierde.
Es el máximo de materialidad concreta, táctil, literalmente palpable. La pintura constituye la imagen cuya materialidad es más directamente sensible.
Tiene una relativa pérdida de relieve de la materia, pero esto no impide su existencia como realidad concreta y tangible. La imagen fotográfica es palpable pero tiene menos espesor material que la pintura.
Es doblemente inmaterial (imagen reflejada e imagen proyectada). Ningún espectador puede tocar la imagen (podría tocar la pantalla pero no la imagen).
En la Tv no hay nada que constituya una materia, desaparece la “imagen fuente original” que sí posee el cine (en el cine el espectador puede darse vuelta y ver el proyector).
El cine genera pensamiento ya que enseña a ver, hay una pedagogía de la imagen que permite al espectador comprender e interpelar al lenguaje cinematográfico y adquirir conocimientos específicos, interpelarse a sí mismo y al film del cual está siendo partícipe, no se trata solo de que el cine enseña a ver, sino que ayuda a comprender y plasmar diferentes significados.
Es la unidad de base del lenguaje cinematográfico, su célula íntima. El plano es el “corte móvil”, es el bloque de espacio y de tiempo necesariamente unitario, homogéneo, que sirve de núcleo al Todo del film. Puesto que el criterio de continuidad, espacio-temporal, un plano se constituye a partir de un cierre (el cuadro) y de una exterioridad (el fuera de campo) que posee una profundidad (el campo).
El montaje es el instrumento que produce la continuidad del film, es también concebido por el ensamblaje de los planos que resulta de una continuidad. Un plano a la vez, un plano después de otro, etc. Cada bloque que constituye un plano es agregado a otro bloque-plano para terminar por construir el bloque-film, que funciona como un todo.
Tres grandes procedimientos imponen la ley en la materia: la sobreimpresión (multicapas), los juegos de ventanas y la incrustación (o chroma key).
La sobreimpresión tiende a poner completamente una sobre otra dos o más imágenes, de modo que produzcan un doble efecto visual, por una parte de transparencia relativa (cada imagen superpuesta aparece como una superficie traslúcida a través de la cual se puede percibir otra imagen) y por otra de espesor estratificado de sedimentación por capas sucesivas (es el efecto hojaldre de imágenes).
Encuadra y desencuadra; quita y agrega; subdivide y reúne; aísla y combina; destaca y confronta. Es una figura de la multiplicidad, como la sobreimpresión pero por yuxtaposición, no por superposición.
La incrustación consiste como en la figura de los wipes, en combinar dos fragmentos de imagen de origen distinto en la imagen de partida que hará el corte en el cuerpo electrónico de la imagen original y permitirá el encastramiento en esta zona de elementos venidos de la otra imagen.
Las nociones de plano organizaban las formas de encuadre en el cine, en video nos encontramos ante varios espacios y varios cuerpos o imágenes de un mismo cuerpo imbricados los unos en los otros y a menudo en simultaneidad visual, lo cual genera más aun una impresión de caleidoscopio. El realismo perceptivo de la escala de planos humanista del cine, el video opone de ese modo un irrealismo de la descomposición/recomposición de la imagen.
La noción de plano en video refiere a la imagen, espacio multiplicable y heterogéneo. A la mirada única y estructurada, el principio de disposición simultánea y significante de las mismas (imagen como composición).
A la escala de los planos homogeneístas, ópticamente jerarquizantes y filosóficamente humanistas del cine, la video-incrustación opone un principio de composición plástica donde las relaciones espaciales resultan a la vez estalladas y aplastadas, tratadas con modos discursivos, más abstractos o simbólicos que perceptivos. Escapando a la lógica Sujeto-como-mirada, que desde el renacimiento rige toda esta concepción de la representación.
Presupone la perspectiva monocular, la homogeneidad estructural del espacio, un rechazo de la fragmentación y del recorte, la teleología del punto de fuga, y sobre todo la referencia originaria absoluta del ojo, al punto de vista, al sujeto, instaurador y límite de todo el dispositivo. Si el cine es un Todo orgánico, el plano en profundidad de campo es su figura metonímica por excelencia.
A la noción cinematográfica de profundidad de campo, se opone la noción “videográfica” la de Espesor de imagen. Se trata de un mixage visual que produce efectos de profundidad, de superficie; una profundidad hecha de la puesta en capas de imágenes. Nada que ver con la profundidad de campo. No corresponde a ninguna realidad física, no existe fuera de la pantalla que visualiza “el efecto”.
El fuera de campo es la emanación directa de la noción de plano (bloque recortado en el espacio y en el tiempo) y al mismo tiempo es motor esencial de la lógica narrativa del montaje. Tanto como el encuadre (unitario, homogéneo, cerrado y consecuentemente frecuentado por su exterioridad real o supuesta) el montaje de planos es siempre una manera de dirigir en el tiempo los efectos de fuera de campo.
El video afirma su capacidad de integrarlo todo, todo está allí en la imagen no hay que esperar nada de un fuera siempre-ya interiorizado y el contracampo de este plano ya está allí incrustado en un wipe. En video ya no deben atravesar esta frontera con el exterior que constituyen los bordes del cuadro. Pueden por incrustación surgir directamente en el corazón de la imagen y fundirse en ella. El único fuera de campo del video parece ser ese espesor de la imagen, todo viene de allí y todo vuelve allí. Con el video se trata de nuevas modalidades de funcionamiento del sistema de las imágenes, se trata de un nuevo lenguaje, de una nueva estética.
Video: Es la tecnología utilizada para capturar, grabar, procesar, transmitir y reproducir una secuencia de imágenes representativas de una escena que se encuentra en movimiento.
Cine: Se llama cine o cinematografía a la tecnología que reproduce fotogramas de forma rápida y sucesiva creando la llamada “Ilusión de Movimiento”, es decir la percepción visual de que se asiste a imágenes que se mueven.