Portada » Historia » La Segunda República Española: Un Periodo de Reformas y Conflictos (1931-1939)
La Segunda República Española surgió tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que forzaron la salida del rey Alfonso XIII. El 14 de abril se proclamó la República y se formó un gobierno provisional liderado por Niceto Alcalá Zamora y compuesto por republicanos de izquierda, derecha, socialistas y nacionalistas.
Este gobierno provisional tenía como objetivo principal sentar las bases del nuevo régimen republicano. Entre sus primeras medidas se encontraron la aprobación de una nueva Constitución, la reforma agraria y la separación Iglesia-Estado. Estas reformas, aunque necesarias, generaron una fuerte oposición por parte de los sectores más conservadores de la sociedad española.
La Constitución de 1931 estableció un régimen democrático, parlamentario y laico. Sus principales características fueron:
Tras la aprobación de la Constitución, se inició un periodo conocido como el Bienio Reformista, con Manuel Azaña como presidente del gobierno y Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República. Durante este periodo se llevaron a cabo importantes reformas:
El objetivo principal de la reforma educativa fue crear un sistema educativo público, gratuito y laico.
Se redujo el tamaño del ejército y se llevó a cabo una selección de oficiales.
En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria, que buscaba redistribuir la propiedad de la tierra. Sin embargo, la ley no logró los resultados esperados.
Se estableció la separación Iglesia-Estado, el matrimonio civil y el divorcio. Además, se limitó la influencia de la Iglesia en la educación.
La Segunda República coincidió con un momento de gran efervescencia cultural en España. Sindicatos de profesores y alumnos colaboraron en la difusión cultural, y surgieron importantes figuras literarias como Pío Baroja y Miguel de Unamuno.
Durante su gobierno, Azaña se enfrentó a diversos problemas, como el intento de golpe de Estado en Sevilla en 1932. También se produjeron revueltas sociales, como el incidente de Casas Viejas, que minaron la popularidad del gobierno.
Las elecciones de 1933 dieron la victoria a los partidos de derecha. Se inició así el Bienio Radical, con Alejandro Lerroux como presidente del gobierno.
La entrada de tres ministros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el gobierno provocó una fuerte reacción por parte de la izquierda, que interpretó este hecho como un giro hacia la derecha. En octubre de 1934 se produjo una insurrección obrera en Asturias y Cataluña, que fue duramente reprimida por el gobierno.
Ante la creciente tensión social y política, los partidos de izquierda decidieron formar una coalición electoral: el Frente Popular. Las elecciones de febrero de 1936 dieron la victoria al Frente Popular. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República, y se inició un nuevo periodo de reformas.
El ambiente político y social se radicalizó durante los meses siguientes a las elecciones. El 17 de julio de 1936, un grupo de militares liderados por el general Francisco Franco se sublevó contra el gobierno de la República. Comenzaba así la Guerra Civil Española, que se prolongaría hasta 1939.
La Segunda República Española fue un periodo breve pero intenso en la historia de España. Se caracterizó por un importante esfuerzo reformista en áreas como la educación, el trabajo, la agricultura y los derechos civiles. Sin embargo, la República también estuvo marcada por la inestabilidad política, la conflictividad social y la violencia. El golpe de Estado de julio de 1936 puso fin a la experiencia republicana y sumió a España en una cruenta guerra civil.