Estilo de la poesía de Juan

La poesía de Juan sigue la métrica de la poesía de su tiempo: la lira garcilasiana para sus grandes poemas, los romances y canciones tradicionales. En la mayoría de sus poemas menores, tres son los influjos principales de la poesía de San Juan:

• La tradición de la poesía culta inicializante.
• La tradición castellana de la poesía popular de los cancioneros.
• La tradición de la poesía bíblica del Cantar de los Cantares.

San Juan se sirve de estas tradiciones para componer una poesía simbólica casi ya en sentido moderno. Estéticamente, características de la poesía de San Juan es el predominio del sustantivo y la escasez del verbo y del adjetivo. San Juan, que emplea pocos adjetivos, suele acumularlos detrás del sustantivo y conviven los vocablos de origen popular, los de origen bíblico y los de raíz latinizante.

La prosa didáctica

El modelo formal más utilizado en los textos en prosa del siglo XVI es el diálogo. En los diálogos, dos o más interlocutores abordan cualquier asunto y una lectura agradable como vehículo para transmitir determinadas enseñanzas. Entre los numerosos diálogos destacan Juan de Valdés que escribió el famoso ‘Diálogo de la lengua’, Alfonso de Valdés que escribió el ‘Diálogo de las cosas ocurridas en Roma’. Además de los diálogos, otros muchos modelos prehistóricos se utilizan en el siglo XVI: epístolas, historias, relatos, facecias, apotegmas. Destaca la inmensa variedad de temas. La prosa histórica abunda a lo largo del siglo, los libros de carácter moral o religioso. Muy numerosos también los libros en prosa de escritores ascéticos y místicos como Fray Luis de León, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús o Fray Luis de Granada.

La prosa narrativa

Se caracteriza por su enorme variedad tanto en géneros como en temas. Todavía gran parte de las narraciones son breves, no puede hablarse de novela en el sentido actual del término. Libros de caballerías siguen editándose y siguen siendo muy leídos e incluso se publican como la versión refundida del ‘Amadís de Gaula’. Libros de pastores (novelas pastoriles) es un nuevo género narrativo, presentan la vida primitiva rústica en una naturaleza idealizada. El hilo conductor de la historia es un viaje, los personajes caminan buscando la felicidad. Estéticamente predomina el diálogo. Se caracterizan por su comienzo in medias. Ejemplos: la obra pastoril más destacada es ‘Los siete libros de Diana’ de Jorge Montemayor, ‘La Galatea’…

Análisis de la trama (Lazarillo de Tormes)

El libro relata en primera persona la historia de Lázaro, un personaje de origen humilde, nacido a orillas del río Tormes que aprende a sobrevivir gracias a su ingenio. En tema es la historia de un aprendizaje, la trama se desarrolla a través de sucesivos episodios que le ocurren a Lázaro en el servicio de distintos amos. La mayor parte de estas peripecias son de origen folclórico. Otros temas que aparecen en la obra son el hambre, la hipocresía, la pobreza, la insolidaridad o la mendicidad. El servicio a distintos amos al autor le permite introducir distintos tipos de acciones representativas de la época.

Estructura

Se compone de un prólogo y 7 tratados de extensión variable. Por el prólogo sabemos que la narración es formalmente una carta dirigida a un personaje desconocido al que apela con el tratamiento de ‘vuestra merced’, en la que el protagonista trata de justificar su caso, una situación de deshonor desconocida hasta el final de la obra. Los tres primeros tratados más extensos y elaborados describen las andanzas de un Lázaro niño. El tema es el hambre y la astucia del personaje para sobrevivir. A partir del tratado IV, Lázaro va creciendo y mejora su situación hasta llegar a la buena fortuna. En el tratado VII se nos presenta como un hombre maduro, casado y desempeña un oficio respetable, pregonero.