Portada » Tecnología » Instalación de Sistemas de Refrigeración: Guía Completa Paso a Paso
Para el conexionado utilizaremos tubería de cobre deshidratada mediante uniones abocardadas, con tuercas SAE o mediante soldadura fuerte, y se conforman mediante curvado o mediante accesorios.
Compresor y condensador colocados en un lugar donde el ventilador del condensador pueda tomar o expulsar aire libremente. El ventilador, después de hacer pasar el aire por el condensador, lo lanza contra el compresor para su refrigeración.
Colocar en el espacio a enfriar, dejar espacio para su interconexión y demás elementos que pueda llevar (válvulas, sifones, montajes, resistencias).
Colocado en la entrada del evaporador, dentro del recinto si fuese posible.
Se instala desde el principio de la tubería de líquido, desde la salida del condensador o recipiente de líquido.
Lo más cercano a los puntos de toma de presión sobre base rígida, nunca conectar la toma de alta en la tubería de líquido.
Tener en cuenta la conexión para presostato y para toma de presiones, cuando no se instalen antivibratorios se le añade una curva o bucle, la entrada al condensador se hace por arriba y la salida por debajo.
Siempre aislada con coquilla, prever punto de conexión para presostato y tomas, es la primera que hay que plantear por ser de mayor diámetro.
Paralela a la tubería de aspiración, no se aísla ya que el refrigerante se enfriará en su recorrido.
Se realizan con tuberías flexibles o capilares a las tomas, nunca llaves de servicio.
Las tuberías vienen pulidas y deshidratadas en forma de rollos (recocida) o en forma de barras (rígida), se denominan por su diámetro exterior en pulgadas. Para desenrollarla se abre manteniendo la punta en el suelo y se va desenrollando hasta la longitud deseada, siempre dando un poco más de longitud. Siempre deben estar tapadas con tapones o cinta aislante para que no entre humedad y se produzca su oxidación y suciedad.
Se realiza con cortatubos aplicando pequeña presión y muchas pasadas para evitar la deformación de la punta, lo que nos dificultaría el ensanchado y abocardado. Se debe cortar el tubo algo mayor a lo necesitado, se recortan una vez planteado en la instalación. Una vez cortado se le pasa el escariador para eliminar rebabas, en posición vertical con el escariador en la parte inferior y dándole pequeños golpes. Si la tubería estuviese un poco achatada se redondea con la ayuda de una llave inglesa. Los tubos capilares se cortarán a 45º con cortacapilar.
Se realiza con un doblatubos, utilizando su propio diámetro porque si no se aplastaría o deformaría.
Se utiliza un abocardador que tiene una mordaza y un puente con la punta de cono. Introducir la tuerca antes de abocardar. Se sujeta el tubo con la mordaza en el hueco correspondiente a su diámetro, hacemos sobresalir el tubo unos mm, iremos apretando el puente contra el tubo sin mucha presión excesiva y dejando algo de conformidad para que su propio apriete en la instalación haga ya su estanqueidad final. Se lubrica el cono con aceite refrigerante. El apretado se hace con tuerca y contratuerca con dos llaves fijas.
Consiste en ampliar el diámetro de la tubería para que entre el extremo de la otra. Se usa cuando queremos unir tuberías del mismo diámetro. Se utilizan expandidores de golpes, abocardador con sus accesorios de ensanchado o expandidor. Para utilizar el de golpes, sujetar la tubería con la mordaza del abocardador, el expandidor se aplica con suave presión sin llegar al tope para evitar rajar la tubería, antes de sacarlo lo aflojamos, lo giramos un poco y nuevamente apretamos, evitando estrías.
Utilizamos soplete de oxibutano, están unidos por latiguillos y un soplete que hace de mezclador. La botella de gas se conecta directamente y la de oxígeno mediante manorreductor y tiene 150 a 200 bar de presión. La presión de salida es de 2 y 4 bar. El soplete consta de dos llaves, una para oxígeno y otra para gas butano, y unas boquillas intercambiables según el diámetro de la tubería a soldar. Las botellas se abren y se cierran al final y principio de cada operación de soldadura, primero se abre el butano, acercamos el mechero y regulamos la llama hasta que toque la boquilla, luego abrimos el oxígeno hasta conseguir una llama azulada y dardo corto. Se pueden utilizar dos tipos de varillas: cobre-fósforo / plata-cobre-fósforo. Las primeras para soldadura cobre-cobre sin decapante, las segundas cobre-cobre sin decapante y cobre-metal con decapante. Antes de soldar se limpian bien los elementos a unir y se verifica que el calor no vaya a quemar algún componente. Utilizar escudo protector. Se da calor en la zona donde se vaya a unir hasta que coja un color cereza, desplazar la boquilla hacia la junta de ambos elementos, y seguidamente desplazar la boquilla ligeramente y nuevamente hacia las piezas a unir y aplicar la varilla de soldadura, disponiendo esta paralela a la junta de unión. La soldadura se hace por capilaridad, que significa que solo se funde el material de aportación (varilla). Una vez terminada la soldadura, damos unos golpecitos para eliminar la cascarilla. Para evitar la formación de cascarilla se hace pasar por el interior una corriente de nitrógeno en el momento de realizar la soldadura, lo que evita la oxidación y la cascarilla, y elimina el oxígeno de la instalación.
Asegurarnos de la estanqueidad del circuito y que no tenga fugas. Para la estanqueidad usamos nitrógeno seco, a través del manómetro de alta y nunca el de baja porque no soportaría la presión, comprobar que no se queda ningún punto sin presurizar. Se introduce nitrógeno escalonadamente: primero 2 bar, luego 5 bar y después 10 bar, si vemos que no hay fugas meteremos la presión de prueba. Anotamos la presión de carga, cerramos el manómetro dejándolo conectado en la instalación y esperamos un tiempo. Si vemos que baja, buscamos la fuga y reparamos, y volvemos a nitrogenar. Se pueden utilizar agua jabonosa o metiendo cantidad de refrigerante que contenga cloro y buscarla con un buscafugas electrónico o lamparilla. La lamparilla cambia de color con la presencia de cloro.
Se debe realizar según RETB. Los elementos han de ser visualizados, que se puedan manipular y conectados según necesidades. Se utiliza cable de sección y aislamiento eléctrico apropiados a la instalación, utilizar mangueras o cable bajo tubo, nunca hilo suelto. Utilizar los prensas de instalación, conexiones mediante terminales, fichas, empalmes y regletas de conexionado. Verificar que no se sueltan las conexiones. Las conexiones en el interior de los recintos a refrigerar se hacen de forma estanca, que no les entre ninguna gota de agua, con cajas de derivación o conectores vulcanizados. El cable entrará por la parte inferior. Sujetar con correillas o grapas teniendo en cuenta que las tuberías de alta van calientes y no es conveniente que se peguen a ellas, ni al movimiento de las partes mecánicas como las aspas de los ventiladores.
Comprobar primero con el comprobador, comprobar primero el circuito de mando y luego la fuerza.
Es necesario previamente cargar la instalación con refrigerante una vez se haya eliminado el aire o cualquier otro fluido que pudiese haber en el interior, como el nitrógeno, aire o humedad.
En el interior del circuito solo debe haber refrigerante y aceite utilizado en la lubricación del compresor, cualquier agente externo puede ocasionar daños al circuito. El aire y el nitrógeno son incondensables, ocupan un espacio en el interior del condensador, haciendo que disminuya la superficie de intercambio y haya un exceso de presión de condensación. La humedad en el interior del circuito reacciona con los refrigerantes y producen ácidos que corroen los elementos mecánicos de la instalación y pueden producir cristales de hielo, que se localizan en el sector de baja, pudiendo obstruir el orificio del capilar, obstruyendo el paso del refrigerante. La función primordial es aspirar del interior del circuito y expulsar al exterior.
Primero se verifica el nivel del aceite, la conexión eléctrica, la nivelación y el funcionamiento de la bomba. Se conectan los latiguillos de manómetros a las tomas de presión que existan en el equipo y la de servicio a la bomba. Antes de hacer el vacío hay que despresurizar la instalación a una presión ligeramente superior a la atmosférica, para no sobrecargar la bomba y para evitar que entre aire en el interior del circuito. Podemos utilizar un vacuómetro para medir la capacidad de vacío. Después de comprobar que no nos bloquean el paso ningún elemento, arrancamos la bomba y mantenemos hasta que la presión descienda a 12 o 15 pulgadas de vacío y la dejamos un tiempo dependiendo del tipo de instalación. Antes de parar la bomba, cerramos las llaves del manómetro, si se para antes de cerrar se pierde el vacío. Se puede realizar un segundo vacío, que consiste en, después de haber hecho el vacío, se carga con refrigerante sin que entre aire, a una presión superior a la atmosférica, se deja un tiempo y se vuelve a hacer el vacío.
Una vez hecho el vacío procedemos a la precarga y carga de refrigerante. Se denomina precarga a la introducción de una pequeña carga de refrigerante para mantener la instalación a presión positiva y luego continuar con la carga. Se denomina carga a la introducción en el interior de la carga para su funcionamiento. La botella puede disponer de dos tomas: una que comunique con la parte inferior de la botella, que daría líquido, y otra con la parte superior, que daría gas. Si lleva una sola toma, es normal que sea gas, entonces para el líquido hay que girarla, pero hay botellas que solo tienen una sola toma que sean de líquido, entonces al girarla saldrá gas.
La carga de refrigerante se realiza:
La carga por peso es la más usada habitualmente, que es la recomendada por el fabricante para el funcionamiento adecuado. Vale para cualquier época del año. El cilindro de carga es un recipiente translúcido por donde se puede ver, gracias a una escala graduada, la cantidad de refrigerante en función de su presión. La báscula opera pesando la cantidad de refrigerante que se saca de la botella, se coloca la botella en la báscula, se pone a 0 y, según vaya entrando refrigerante al circuito, irá marcando los gramos de refrigerante. No se debe cargar por peso cuando la unidad ya lleve una carga parcial o cuando es de sistema remoto.
Es ideal para cuando no se conoce la carga por funcionamiento, en los que hay que cargar por sistema capilar. El recalentamiento se centra en el evaporador y nos define el uso de toda la superficie de intercambio, mientras que el subenfriamiento nos asegura que la tubería de líquido está completamente llena. Un recalentamiento demasiado bajo no garantiza el uso de todo el evaporador y provoca retorno de líquido al compresor. Se garantiza entre 5 y 10 ºC. El subenfriamiento bajo a la salida del condensador no nos garantiza todo líquido al expansor y un subenfriamiento alto provoca una disminución de superficie en el condensador y, por supuesto, altas presiones. Valores entre 5 y 10 ºC. Los sistemas con válvula de expansión no se cargan por recalentamiento. Los sistemas con válvula de expansión se cargan en función de la presión del lado de alta y baja.
El método más utilizado para la primera prueba de carga es la de la temperatura de evaporación, conociendo la temperatura del elemento a enfriar y el DT con el que debe funcionar el evaporador, la instalación evaporará a la diferencia de temperatura entre el elemento a refrigerar y el DT.
La carga por peso propuesta por el fabricante. En los métodos propuestos cuando montamos nosotros los componentes, hay que hacer uso del recalentamiento, subenfriamiento, observación de que el evaporador esté todo utilizado, intensidad eléctrica para comprobar el compresor.
Si es electrónico o mecánico, programamos la temperatura de paro de la máquina y el diferencial si es modificable. Se comprueba con un termómetro en el centro del recinto la temperatura programada y de arranque, ya que el sensor podrá estar sometido a temperaturas distintas (caso de la sonda pegada al evaporador).
La misión es parar el equipo antes de que alcance la presión máxima de servicio. La presión máxima vendrá definida por la máxima temperatura de condensación que es capaz de soportar el compresor y nuestra instalación. Para una misma temperatura de condensación, la presión de alta depende del refrigerante que utilizamos y el sistema de condensación (aire o agua). Si el presostato es regulable, lo regulamos ligeramente inferior a la presión máxima de servicio de esta forma: comprobar que la conexión eléctrica del presostato de alta está dispuesta para parar el equipo en caso de alta presión. Regulamos los presostatos con la escala del mismo, conectamos el manómetro de alta y ponemos la instalación en marcha, tapamos el condensador o paramos el ventilador o cortamos el suministro de agua a fin de que suba la presión.
Con este presostato limitaremos al equipo para que no trabaje a presiones inferiores a las requeridas por el compresor o a presiones por debajo de la atmosférica. La presión inferior depende del refrigerante que utilizaremos y la temperatura de evaporación, mientras que la atmosférica siempre es la misma.
Se realiza cuando se sospeche que hay niveles de contaminación, humedad y residuos resultantes de la quema del bobinado del compresor. En los sistemas que usen R-134a se puede utilizar desengrasante R-141b. La limpieza se debe efectuar en circuitos cerrados para no contaminar.
Para finalizar, debemos efectuar la limpieza del condensador. De esta forma, se debe repetir la operación anterior, conectando una extremidad del condensador en el lado de descarga y otro tubo a la máquina de limpieza.