Portada » Filosofía » Análisis Comparativo de las Corrientes Filosóficas: Del Alma a la Existencia
Según Aristóteles, el cuerpo es la materia, el alma es la forma. Con el pensamiento aristotélico, el cuerpo no es la cárcel del alma:
El alma es forma, por eso hay que profundizar para alcanzar una visión adecuada de lo que somos.
EL EPICUREÍSMO: escuela fundada por Epicuro, la cual su propuesta ética tiene dos principios: aquello que se debe evitar (miedos) aquello que se debe procurar (placeres).
Los placeres: Al superarse los miedos queda abierto el camino a los placeres. Deben procurarse los naturales y necesarios tanto para el cuerpo como para el alma. Cuerpo: necesidades primarias (comer, beber etc.) alma: espirituales (amistad, conocimiento y disfrute de la belleza).
Un cálculo para reconocer placeres naturales y necesarios, evitando otros que producirían más dolor y sufrimiento. Es necesario saber cuándo nos conviene o no y hacer el ejercicio de prudencia: si somos prudentes en las elecciones alcanzaremos la ataraxia (ausencia de perturbación alma) y la aponía (ausencia de dolor-cuerpo).
En la escuela de Zenón de Cintio el principio de ética era para alcanzar la felicidad
El control y dominio de dichas pasiones nos lleva a la apatía (desaparece todo sufrimiento) la cual conduce a la ataraxia (serenidad del alma) que propicia la auténtica felicidad.
Locke primero define al ser humano como persona y de ahí extraerá los elementos necesarios para que nos reconozcamos como tales.
Negará toda posibilidad de identidad humana.
Kant afirmó la imposibilidad de la metafísica como ciencia porque dice que no es posible el conocimiento alguno de Dios, del mundo como totalidad ni del yo. El acceso a esas 3 realidades queda abierto desde la realidad práctica: lo que el conocimiento no puede aportarnos sobre ellas podrá hacerlo la moral.
La libertad es la condición de posibilidad de la moral “Si no fuéramos libres no podríamos tener un juicio moral”
Esta disposición moral es la que nos constituye como personas, y eso implica que ser humano posee un valor absoluto. Es merecedor de todo respeto, usar a una persona significa instrumentalizarla, y según Kant supone negarles su dignidad. El ser humano no tiene precio, en eso consiste su dignidad.
El punto de partida del existencialismo en general es que la existencia precede a la esencia: lo que el ser humano sea depende de su modo de existir.
El ser humano no está prefijado por ninguna esencia ni posee una naturaleza que lo determine, es libre de elegir lo que quiera ser. Uno solo es responsable de sus propias decisiones, actos y creación de valores. Ser responsables de nosotros mismos conlleva ser responsables de los demás. Huir de esta doble responsabilidad (negar que somos libres-excusa) implica “actuar de mala fe”.