Portada » Español » El Novecentismo y las Vanguardias literarias
Los dos principales movimientos literarios de las primeras décadas del siglo XX son el Novecentismo y las Vanguardias. Cronológicamente, el primero de ellos es el Novecentismo o Noucentisme, nacido en torno a 1914, acuñado con este nombre por E. D´Ors. Esta corriente, en consonancia con los movimientos intelectuales que se están desarrollando en Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña, defiende el ascenso al poder de las élites juveniles con el fin de cambiar la política y la cultura del momento. También llamada Generación del 14, se puede considerar un puente entre la Generación de 98 y las Vanguardias.
Las Vanguardias son el movimiento europeo artístico y cultural que se desarrolla entre las dos guerras mundiales (1914-1939). Sus planteamientos, basados en la renovación estética y la transgresión, se hacen patentes en la literatura, la pintura, el cine y la música.
Aunque no exista una conciencia de grupo, los autores de este movimiento presentan algunas características comunes:
Su sólida formación intelectual, reflejada en sus creaciones literarias.
Su europeísmo (muchos cursaron estudios en universidades prestigiosas como Heilderberg o La Sorbona), que anteponen al castellanismo noventayochista al abordar el tema de España buscando soluciones prácticas de carácter universal.
Una obsesión constante por la obra “bien hecha”, elaborada y reflexiva, preocupados por la pulcritud formal, lejos de toda improvisación, resultado en algunos casos de la buena formación retórica recibida en los colegios de jesuitas.
La literatura es concebida como un arte puro para minorías cultas.
Predilección por el ensayo como forma básica expresiva por su capacidad de conectar al individuo con su entorno.
En la narrativa, Ortega y Gasset es, junto a Azorín, el prosista más influyente del siglo XX. A la vez, rompe con la tradición del XIX y fija un modelo de expresión. Influido por la cultura germánica, gracias a su Revista de Occidente, difundió en castellano obras muy relevantes del pensamiento moderno.
En la novela, la fuerte influencia del ensayo tiene como resultado la abundancia de reflexiones frente a una trama de escasa importancia, salpicada en ocasiones por descripciones detalladas y cargadas de lirismo. Destacan Gabriel Miró con Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso; Pérez de Ayala, introductor de novedosas técnicas como el perspectivismo, la ironía y el humor incisivo, con A.M.D.G. (crítica a la educación de los jesuitas), La pata de la raposa y Tigre Juan. Continuador de esa mirada satírica y burlona será Fernández Flórez con El bosque animado.
La figura esencial del ensayo es el filósofo J. Ortega y Gasset, mentor de las élites juveniles y dedicado al estudio de las relaciones del hombre con lo que lo rodea (“yo soy yo y mi circunstancia”)como defenderá en Meditaciones del Quijote. Recurre a la metáfora totalizadora como medio de conocimiento y de comunicación. Para él la literatura tiene un papel de crítico moral como constata en sus Ideas sobre la novela. Su crítica de las vanguardias aparece en La deshumanización del arte (1925), donde las califica de arte moderno, para una minoría y carente de humanidad. No hay que olvidar a E. D´Ors con De la amistad y del diálogo y al médico Gregorio Marañón con sus “ensayos biológicos” acerca de las grandes pasiones humanas.
En poesía es clave la figura del Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez. Su concepto de “poesía pura” se corresponde con una poesía difícil de temas metafísicos, dirigida “a la inmensa minoría” y perteneciente a su etapa “intelectual”: Diario de un poeta recién casado, Eternidades y Dios deseado y deseante.
En el teatro Gregorio Martínez Sierra y Gómez de la Serna aportarán intentos renovadores, pero sin éxito de público.
La crisis de 1929 marca la frontera entre una vanguardia alegre y confiada y otra, angustiada y comprometida. Será un arte que rompe con todo lo anterior y oscila desde lo racional al subconsciente, del artificio hasta lo profundo.
R. Gómez de la Serna es su impulsor en España por su renovación del lenguaje y de los géneros literarios. Su obra se caracteriza por las greguerías, frases metafóricas llenas de humor. Además, escribió ensayo y lo que denominó “novela libre”: El torero Caracho, distorsionada visión de la fiesta nacional; también teatro con títulos como Los medios seres, personajes con medio cuerpo negro, símbolo de la personalidad realizada y frustrada.
La influencia de las vanguardias europeas se hace presente en la literatura española. Los principales movimientos de vanguardia que influyen en los escritores españoles son:
El futurismo del italiano Marinetti, con su alabanza a la civilización mecánica y a la técnica, no creó escuela en España, pero influyó en la ruptura de la sintaxis y en la presencia de temas inéditos como se aprecia en poemas de Pedro Salinas y R. Alberti.
Aunque nace como escuela pictórica, el cubismo literario arranca con Apollinaire y sus Caligramas, disposición artística de los versos en imágenes visuales.
El dadaísmo de Tristan Tzara abre paso al Surrealismo, defendiendo la irracionalidad y la fantasía; mientras que el ultraísmo recoge parte de la herencia dadaísta y futurista y en nuestro país es un experimento efímero protagonizado por Guillermo de Torre.
Los seguidores del creacionismo del chileno Vicente Huidobro son Juan Larrea y Gerardo Diego. Para los tres el poeta no imita la realidad, sino que la crea dentro del poema jugando al azar con las palabras.
Sin duda, la vanguardia de mayor influencia en la poesía española es el surrealismo. Surge en 1924 con el manifiesto de André Bretón. Pretende liberar con el arte los impulsos reprimidos por las convenciones sociales y hacer aflorar el inconsciente, lo irracional y lo onírico. Defiende la escritura automática, las asociaciones libres de palabras y las metáforas insólitas para transcribir sentimientos sin control racional, auténtica expresión libre del lenguaje.
CONCLUSIÓN. En definitiva, novecentismo y vanguardias son dos corrientes que preparan el terreno de para la creación literaria ulterior y marcan el nuevo rumbo de los escritores de entreguerras. Este influjo se materializará en la Edad de Plata. Del novecentismo los poetas del 27 heredarán la pulcritud formal y el gusto por la obra bien hecha. Pero será de las vanguardias de donde los escritores posteriores reciban más influencias, principalmente en su juventud. De este movimiento debe atribuirse la orientación surrealista que adquirirán muchas de las obras de los poetas de la Generación del 27. La huella surrealista marca la esencia de libros como Sobre los ángeles de R. Alberti, Poeta en Nueva York de Federico García Lorca y buena parte de la obra de Vicente Aleixandre. Nuestros poetas no llegaron al extremo de la creación pura inconsciente, pero sí hubo liberación de la imagen y enriquecimiento del lenguaje poético; además de la irrupción de nuevo en la literatura de lo humano, lo político y lo social.
El tema planteado en este texto es ___________________. Su estructura (tipo de estructura) consta de: una introducción (líneas) en la que ________________, el cuerpo de la argumentación (líneas) en el que _______________ y una conclusión (líneas) donde defiende ____________________.
La cohesión queda asegurada por el campo léxico-semántico de “se elige una palabra básica vinculada con el tema principal”: ________, _________, ________ y ________ (con su correspondiente justificación), los sinónimos/antónimos; hiperónimos/hipónimos; los deícticos (personales, espaciales y temporales) y los conectores (organizadores del discurso, lógicos -adición, oposición, causa, consecuencia-, modalizadores).
Su modalidad textual es argumentativa/expositiva. Se trata de un texto periodístico de opinión, de carácter subjetivo, ya que el autor defiende su opinión en (1ª) persona (en caso de que aparezca, poner ejemplos) con la intención de (criticar, convencer, advertir, atacar, orientar la opinión del receptor). Tiene un registro informal/formal (ejemplos) y un tono (crítico, irónico, reflexivo, persuasivo, paternalista…). Destacan la función emotiva o expresiva y conativa, [reforzadas por la función fática o de contacto (si la hay, claro) con el uso de la 1ª persona del plural (ejemplos)]/[ y la función poética (una ironía, una metáfora llamativa o un paralelismo que se repita continuamente)]/[función representativa (si hay datos)]y además usa un léxico valorativo como ___________ (ejemplos de adjetivos con valor subjetivo como “indignante”, “horrible”, “despreciable”, sustantivos de carácter ideológico como “crisis, éxito”…). Modalidades oracionales (hay que destacar alguna pregunta