Portada » Historia » La Segunda República Española: Reformas y Tensiones del Primer Bienio
Durante el primer bienio de la Segunda República en España, se iniciaron una serie de reformas que abarcaron diversos ámbitos políticos y sociales, marcando un cambio significativo en la estructura del Estado y la sociedad española.
El documento 1, un decreto publicado el 23 de abril de 1931, anunció la abolición del juramento de fidelidad a la monarquía por parte de las fuerzas armadas y su sustitución por una promesa de lealtad a la República. Esta medida reflejaba el intento de la República de establecer su autoridad y legitimidad entre las fuerzas militares, marcando así el comienzo de la consolidación del nuevo régimen.
En palabras del decreto: «A revolución de Abril, que por vontade do pobo instaurou a República en España, extingue o xuramento de obediencia e fidelidade que as forzas armadas da Nación prestaran ás institucións hoxe desaparecidas (…), vinculo de adhesión a unha dinastía ou unha persoa».
El documento 2, un discurso pronunciado por Manuel Azaña en octubre de 1931, identificó los principales desafíos que enfrentaba la República, incluyendo la cuestión religiosa. Azaña destacó la necesidad de abordar problemas como las autonomías locales, la reforma social y el laicismo del Estado, señalando el cambio fundamental en la relación entre la Iglesia y el Estado.
En palabras de Azaña: «A revolución política, é dicir, a expulsión da dinastía e a restauración das liberdades públicas, resolveu un problema específico de importancia capital, pero non fixo máis que suscitar e enunciar aqueles outros problemas que han transformar o Estado e a sociedade españois ata a raíz».
La Ley de Bases de la Reforma Agraria de 1932, representada en el documento 3, fue una de las medidas más importantes del período. Esta ley buscaba redistribuir la tierra de manera más equitativa, expropiando tierras no utilizadas o mal explotadas y promoviendo la agricultura colectiva. Sin embargo, enfrentó la oposición de los terratenientes y las élites agrarias.
El documento 4, el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932, reflejó los esfuerzos del gobierno republicano por reconocer y descentralizar el poder en regiones como Cataluña. Este estatuto otorgó a Cataluña un grado significativo de autonomía política y lingüística, aunque también generó tensiones con el gobierno central y otras regiones de España.
Por otro lado, el documento 5, el Manifiesto electoral de la Candidatura antimarxista por Madrid de octubre de 1932, representó la oposición a las reformas republicanas por parte de fuerzas conservadoras y de derecha. Este manifiesto denunciaba las medidas consideradas como anticatólicas y socializantes, reflejando la resistencia de sectores conservadores a los cambios impulsados por la República.
En resumen, el primer bienio de la Segunda República en España estuvo marcado por una serie de reformas que intentaron abordar problemas estructurales en la sociedad y el Estado. Estas reformas fueron impulsadas por fuerzas progresistas que buscaban modernizar y democratizar el país, pero también enfrentaron una fuerte oposición de sectores conservadores, lo que contribuyó a la polarización política y social durante este período histórico.