Portada » Filosofía » Filosofía: Realidad, Metafísica y Espiritualismo
La Escuela de Frankfurt propuso contraponer al uso de la razón instrumental, que solo atiende a la rentabilidad económica según la lógica de la utilidad, el concepto de racionalidad crítica, que valora la acción en la medida que contribuye a la mejora de las condiciones de vida. Pensadores como Max Horkheimer o Theodor Adorno lamentaban la deshumanización de la naturaleza y del ser humano, fruto de la expansión a todos los ámbitos de la técnica. La técnica se basa en una razón que solo considera los medios más eficaces para obtener ciertos fines. La Escuela de Frankfurt defiende, como única solución a los problemas que conllevan el desarrollo técnico y su preeminencia, la sustitución de la racionalidad instrumental por una racionalidad más amplia y en base a retos:
Una definición de realidad nos llevará a decir que está constituida por el conjunto de todo lo que existe o es. Clarificar y precisar estas intuiciones que tenemos de la realidad ha sido, desde siempre, una de las pretensiones fundamentales de la metafísica.
Parece que la idea de la nada corresponde a la negación del ser, al no-ser. Así:
Ante esta problemática, existen dos posturas:
Las distintas teorías de la metafísica, a la hora de categorizar racionalmente lo real, adoptan orientaciones diferentes según el modo como se enfrentan a las cuestiones múltiples que vienen en englobar la unidad y la multiplicidad, el cambio y la permanencia, la esencia y la existencia, y en definitiva, materia y espíritu.
Bajo la etiqueta de espiritualismo o metafísicas espiritualistas, se agrupan teorías de todos aquellos pensadores que sostienen que, por debajo de la realidad material de la que tenemos experiencia, existe una realidad espiritual que le da sentido.
Platón no solo defiende la existencia de una realidad espiritual más allá de la material, sino que mantiene su primacía respecto a esta. La primera realidad o mundo de las ideas está formado por ideas eternas, inmutables y perfectas, como la idea de justicia o de bien. Estas ideas, que constituyen la auténtica realidad, el ser, son imperceptibles por los sentidos, pues solo puede captarlas el entendimiento. En cambio, lo que nos rodea, el mundo material de las cosas, es imperfecto, cambiante, temporal y mortal.
Hay tres sustancias de las que podemos afirmar que tienen existencia por sí mismas y que no dependen de otra realidad para existir:
Para los filósofos espiritualistas, es posible un conocimiento racional y fiable de las realidades espirituales. Sin embargo, los titubeos, contradicciones y replanteamientos de las distintas teorías ponen al descubierto el carácter problemático y discutible de una aprehensión rigurosa y fiable de este tipo de realidad.
Al predicar la existencia de diversos tipos de realidades, estos pensadores se ven obligados a explicar cómo se relacionan estas realidades, sin embargo, los intentos por precisar en qué consiste y cómo es posible esta relación no han resultado demasiado satisfactorios.
Desde la perspectiva espiritualista, el ser humano viene a ser la unión de dos realidades de naturaleza distinta: cuerpo (naturaleza material) y alma (naturaleza espiritual).