Portada » Derecho » El Paso del Mandato Imperativo al Representativo: Causas Históricas, Ideológicas y Simbólicas
En el siglo XIII, Inglaterra convocó por primera vez el Parlamento Largo, donde se incluyeron los comunes (burgueses), dando origen a la Cámara de los Comunes. Esto estableció un sistema político con tres instancias: el Monarca, la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes.
El mandato imperativo limitaba la flexibilidad negociadora de los burgueses, ya que debían considerar las opiniones de sus representados.
Con el tiempo, el libro de instrucciones de los comunes incluyó una cláusula liberal que otorgaba al representante capacidad para discutir temas de interés para los ciudadanos. Esto diluyó el mandato imperativo, dando paso al mandato libre.
La Revolución Francesa marcó un punto de inflexión con el principio democrático. El ejército francés luchó por la nación, no por el rey.
Surgieron dos teorías contrapuestas:
La teoría de Siéyès implicó que los representantes pasaran de representar a los electores a representar a toda la nación.
El liberalismo, como modo de entender la economía y el mundo, también influyó en la concepción del Estado.
Para convertir la opinión pública en norma, era necesario un punto de unión entre el Estado y la sociedad: el Parlamento.
La libertad era esencial para que la opinión pública se alcanzara libremente y no se perdiera en los representantes. Esto hizo imposible el mandato imperativo y necesario el mandato representativo.
La distancia entre representantes y representados es una consecuencia de la democracia representativa.
Rousseau propuso una representación que permitiera trasladar la voluntad del pueblo al Estado, pero con dos condiciones:
Esto destruye el mandato representativo al introducir el referendo como instrumento de democracia directa.