Portada » Filosofía » Epistemología y Discursos: Un Recorrido Histórico desde la Antigüedad hasta la Modernidad
La epistemología, proveniente de las palabras griegas «episteme» (conocimiento) y «logía» (lógica), es la disciplina que estudia la lógica del conocimiento. Analiza los tipos de conocimiento utilizados a lo largo de la historia para determinar qué es científico y qué no, estableciendo criterios de demarcación.
El conocimiento empírico se basa en lo observable y/o demostrable. Se trata de hechos que se comprueban. La demostración no se limita a la percepción visual, sino que también abarca lo científico. Por ejemplo, aunque no podemos ver el aire, podemos demostrarlo y estar seguros de su existencia. El conocimiento empírico puede ser directo (lo que vemos y demostramos sin intermediarios) o indirecto (requiere objetos o instrumentos para su observación y demostración, como el uso de un microscopio para demostrar la existencia de moléculas).
La base empírica es la suma de observaciones y hechos demostrables que nos llevan a una conclusión. Se compone únicamente de hechos observables, excluyendo la matemática, la lógica y la geometría.
El discurso científico busca explicar el funcionamiento del mundo a través de reglas y normas conocidas como métodos científicos. Se centra en hechos de la realidad que son demostrables. Sus características principales son:
El discurso científico surge en la modernidad como una construcción humana en constante evolución. Además, se caracteriza por tener un objeto de estudio definido.
La matemática, la lógica y la geometría son excepciones dentro de las ciencias, ya que no son empíricas. Su demostración se basa en la razón, a través de fórmulas, teorías o estudios. Carecen de un objeto de estudio definido y son abstractas, ya que no se puede observar directamente lo que plantean.
El objeto de estudio es el tema central en el que se basa una disciplina científica. Por ejemplo, el objeto de estudio de la biología es la vida, mientras que en psicología es la psique humana.
Una leyenda se caracteriza por ser:
Las leyendas se mantienen a lo largo del tiempo sin evolucionar.
Esta leyenda personifica a la luna y la nube como figuras humanas en la tierra, un hecho no comprobable. Además, introduce la figura de un dios (Tupá) y sus deseos, evidenciando su base en la creencia. La leyenda describe hechos fantásticos e indemostrables, como la luna como trabajo o la creación del árbol de yerba mate por la luna y la nube. También otorga vida eterna a un personaje. Aunque la leyenda contiene elementos fantásticos, se mezcla con elementos reales, lo que la caracteriza como tal.
Las leyes de Newton se consideran científicas porque se basan en fórmulas que permiten demostrar y comprobar sus postulados. Se basan en hechos observables, como la gravedad, y han sido desarrolladas por científicos que utilizan objetos de estudio y métodos científicos. Además, la ley de la gravedad no es una idea aislada, sino que ha sido confirmada por múltiples científicos a través de estudios independientes.
Alan Sokal es un físico estadounidense, profesor en la Universidad de Nueva York. Su formación en ciencias duras (física y matemáticas) es relevante porque su crítica se dirige a las ciencias sociales, un campo diferente al suyo. Sokal ganó reconocimiento por escribir un artículo deliberadamente mal redactado que fue publicado en una revista científica de Estados Unidos. El artículo, lleno de lenguaje científico sin sentido, fue elogiado por su aparente complejidad. Sokal reveló posteriormente que el artículo era una farsa, criticando la falta de rigor intelectual en algunas áreas de las ciencias sociales.
Sokal critica la tendencia a aceptar cualquier afirmación proveniente de un científico sin cuestionar su lógica o validez. Sus críticas se dirigen a autores franceses de renombre en ciencias sociales (Lacan, Baudrillard, Lyotard, Kristeva), acusándolos de utilizar superficialmente conceptos de otras disciplinas, lo que lleva a la aceptación acrítica de ideas sin rigor intelectual. Sokal argumenta que este mal uso de términos y conceptos de las ciencias duras perjudica la credibilidad del campo científico.
Las principales críticas de Sokal se resumen en:
Sokal busca mayor rigurosidad en las ciencias sociales, aunque reconoce su complejidad y la dificultad de aplicar los mismos criterios que en las ciencias duras. Su crítica se dirige a la falta de rigor y al mal uso de conceptos, no a la totalidad del campo de las ciencias sociales.
Sokal diferencia entre:
Sokal se posiciona como empirista, defendiendo una ciencia basada en la observación, el rigor, la racionalidad, la transparencia y la accesibilidad. Critica los textos inentendibles y aboga por una ciencia comprensible para el público general. Si bien apoya la difusión de la ciencia a través de los medios masivos, critica la distorsión de la información y la falta de formación de algunos periodistas que modifican el sentido original de las investigaciones para hacerlas más atractivas al público.
El relativismo cognitivo es una idea que sostiene que cada pensamiento está influenciado por la persona que lo piensa. Es decir, la verdad o falsedad de una idea depende del punto de vista del individuo. Esta postura, subjetiva y no científica, se opone al campo científico, especialmente a las ciencias sociales. Sokal critica el relativismo cognitivo, argumentando que la verdad no es completamente subjetiva.
El relativismo cognitivo se origina en el relativismo cultural, una corriente antropológica que sostiene que no existen culturas superiores o inferiores, sino diferentes. Esta idea, popularizada por Claude Lévi-Strauss, surge como crítica al eurocentrismo de los primeros antropólogos que consideraban a las culturas no europeas como inferiores. Sokal, a diferencia de su postura frente al relativismo cognitivo, está de acuerdo con el relativismo cultural.
En la antigüedad, el conocimiento se basaba en dos discursos principales: el mítico-religioso y el filosófico. El ser humano buscaba explicar el mundo a través de la fe, la creencia y la metafísica. La comunicación oral y la cultura jugaban un papel fundamental en la transmisión del conocimiento. La aparición de la pintura rupestre y la escritura (primero iconográfica y luego fonográfica) marcaron un cambio hacia la representación visual y la reflexión individual.
Con la caída del Imperio Romano de Occidente, surge el feudalismo y el discurso religioso-filosófico. La religión domina la vida intelectual y social, y los filósofos medievales buscan conciliar la fe con la razón. Las cruzadas, impulsadas por la necesidad económica, debilitan el sistema feudal y dan lugar al surgimiento de los burgos y el individualismo.
El crecimiento de los burgos y el comercio lleva a un cuestionamiento del orden feudal y religioso. La Reforma Protestante (siglo XVI) rompe con la Iglesia Católica y enfatiza la importancia del trabajo, el comercio y la lectura individual. El Renacimiento (siglo XV) marca un renacer de las artes, las ciencias y el humanismo. La invención de la imprenta democratiza el acceso al conocimiento y potencia la reflexión crítica.
La Revolución Científica y la Ilustración sientan las bases del pensamiento moderno. La razón y la observación empírica se convierten en pilares del conocimiento. Surgen dos corrientes filosóficas principales: el idealismo (basado en las ideas) y el positivismo (basado en los hechos). El discurso científico se consolida, desplazando la metafísica y buscando la verdad objetiva. Sin embargo, el relativismo cultural y cognitivo cuestionan la posibilidad de una verdad absoluta, abriendo paso a una visión más compleja y contextual del conocimiento.
La Revolución Industrial (a partir de 1750) transforma la sociedad y la economía, dando lugar al capitalismo. Surgen nuevas teorías económicas que buscan explicar el funcionamiento del mercado.
Las revoluciones burguesas (Revolución Inglesa en el siglo XVII, Revolución Francesa en 1789) marcan el fin del absolutismo y el surgimiento de las democracias liberales. La razón y la filosofía política cobran protagonismo.
El siglo XIX presencia la consolidación del discurso científico y la búsqueda de una verdad objetiva. Se desarrollan nuevos métodos de investigación y se establecen criterios de demarcación entre ciencia y no ciencia. Sin embargo, el debate entre empirismo y materialismo, así como el surgimiento del relativismo, ponen en cuestión la posibilidad de un conocimiento absoluto.
El recorrido histórico del conocimiento nos muestra una evolución desde explicaciones míticas y religiosas hacia un pensamiento más racional y basado en la evidencia. La ciencia se consolida como un discurso privilegiado para comprender el mundo, aunque no exento de limitaciones y cuestionamientos. El relativismo y la crítica posmoderna nos invitan a reflexionar sobre la complejidad del conocimiento y la necesidad de considerar diferentes perspectivas.