Portada » Español » El Barroco Español: Poesía, Prosa y Teatro
Los artistas barrocos se desligaron del ideal renacentista y se inclinaron hacia un estilo complejo, oscuro y plagado de figuras literarias.
En el Barroco español destacan dos movimientos:
Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba en 1561. Sus primeros versos datan de sus años estudiantiles en Salamanca. En 1617 se instaló en Madrid. Es nombrado capellán de honor de Felipe III. Allí alcanzó gran fama como poeta. A la muerte del rey, se agravó su situación económica y regresó a Córdoba, donde murió en 1627.
Luis de Góngora es la figura más relevante del culteranismo, o gongorismo.
Cultivó todos los temas tratados con tonos diferentes.
Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580. Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y en la de Valladolid y se licenció en Artes. Su vida estuvo ligada a la política. Fue desterrado y encarcelado en varias ocasiones y sufrió graves penalidades. En 1644 se retiró a la Torre de Juan Abad (Ciudad Real). En 1645 murió en Villanueva de los Infantes.
Francisco de Quevedo es el máximo representante del conceptismo. En su extensa producción poética se combinan el Quevedo grave, doctrinal, religioso, moralista y enamorado; y el Quevedo satírico y, a veces, descarado.
Quevedo es el poeta que mejor encarna el desengaño barroco. Su obra poética se clasifica según los temas en:
Al principio del siglo XVII, adquirieron fuerza notable la novela corta de origen italiano y la picaresca.
Son obras breves, de ambiente cortesano, protagonizadas por damas y caballeros, en las que el amor y el honor son los ejes estructurales de la trama. A veces se insertaban en novelas de mayor extensión y ajenas a la trama argumental. Así lo hicieron Cervantes en el Quijote, Lope de Vega o Tirso de Molina. En castellano, la primera muestra fueron las Novelas ejemplares de Cervantes.
Las novelas picarescas del Barroco asumieron en mayor o menor grado los rasgos definitorios del género:
En 1626, Francisco de Quevedo publicó, con gran éxito, la Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos.
El Buscón cuenta la vida de Pablos, que va pasando por muchas peripecias. Primero en la escuela en Alcalá. Más tarde, cuando conoce la noticia de la muerte de su padre, vuelve a Segovia a cobrar la herencia y se va a Madrid, donde actúa de mendigo y pícaro. Después, en Sevilla desempeña varios oficios y pasa algún tiempo en la cárcel. La obra acaba con la intención de embarcarse para las Indias a ver si cambia su suerte. Pero al no estar dispuesto a cambiar de vida y costumbres, este cambio no ocurre.
A diferencia de Lázaro o Guzmán, Pablos es un personaje vacío, no existe una evolución psicológica del personaje. No se plantea enderezar su vida, no hay lugar para el arrepentimiento, se trata de un ser deshumanizado y cruel. En El Buscón cada episodio parece una disculpa para criticar tipos, costumbres y ambientes de la época. Se emplea un lenguaje plagado de hipérboles, equívocos, sarcasmos crueles, metáforas, etc… que permitieron a Quevedo deformar y caricaturizar los ambientes y tipos de la España del siglo XVII.
Durante los llamados Siglos de Oro (Renacimiento y Barroco españoles) tuvieron lugar algunos de los momentos más brillantes y creativos de la historia de España.
De la mano de Lope de Vega, el teatro alcanzó sus mayores logros y se convirtió en un espectáculo artístico de carácter popular.
Fue Lope de Vega quien comprendió que, para tener éxito, el teatro debía estar destinado al pueblo y satisfacer sus gustos. Logró aunar las técnicas y las innovaciones practicadas por sus predecesores y añadirle una nueva concepción teatral, que dio como resultado el gran teatro nacional español: la comedia nueva.
Se representó, fundamentalmente, en los llamados corrales de comedias o patios de viviendas.
Creador de la comedia nueva.
Se conservan cuatrocientas comedias de Lope de Vega. Las obras más destacadas son:
Las obras de Lope de Vega destacan por las siguientes características:
Su obra más importante es El burlador de Sevilla y convidado de piedra.
Tirso de Molina ofreció con su obra El Burlador de Sevilla y convidado de piedra, la primera encarnación del mito de Don Juan.
Don Juan es un libertino que conquista y se burla de las mujeres con falsas promesas de matrimonio. Ignora las constantes advertencias del castigo divino. Pero al querer abusar de una joven llamada Ana, mata a su padre el Comendador. Después en un gesto chulesco invita a cenar a su casa a la estatua del Comendador que está en su sepulcro. El muerto acude y le devuelve la invitación. Cuando Juan se presenta ante la tumba de don Gonzalo, es arrastrado a los infiernos por la mano de piedra del Comendador.
Pedro Calderón de la Barca fue el último gran dramaturgo del Siglo de Oro. En su primera etapa, Calderón asimiló y adoptó el modelo dramático propuesto por Lope. En la segunda, perfeccionó el sistema dramático heredado.