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3.2.1 La gestación de la crisis: los excesos de la etapa de auge
Para poder valorar la profundidad de la reestructuración del sector bancario español durante los últimos años es necesario comprender la magnitud de los problemas a los que se enfrentaba en el momento del inicio de la crisis, que por sencillez vamos a asociar con la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008. El estallido de la crisis en el segmento subprime del mercado hipotecario estadounidense se transmite globalmente en muy poco tiempo a través de los mercados internacionales de capitales.
Inicialmente, el sector bancario español se vio menos afectado por la crisis financiera mundial como consecuencia de su prácticamente nula exposición a los productos vinculados a las subprime americanas y por su posición de fortaleza en términos de elevada eficiencia, rentabilidad y reducida morosidad. Sin embargo, los excesos y desequilibrios generados en la etapa de expansión así como la intensidad y duración de la crisis, erosionaron las fortalezas iniciales y redujeron la capacidad de reacción del sector bancario español cuando la crisis económica se agudizó y se extendió una cierta desconfianza en su solidez.
Entre estos excesos podemos señalar: Abundancia de liquidez y políticas monetarias expansivas. Acelerado endeudamiento. Orientación del negocio hacia el sector inmobiliario. Sobrevaloración continua de los activos inmobiliarios. Desmesurado aumento de la capacidad instalada. Excesiva dependencia de la financiación mayorista. Problemas propios de las cajas de ahorros.
1. Reestructuración ordenada y reconfiguración del sector (2008-2010)
Tras una serie de medidas destinadas a mejorar las condiciones de liquidez de las entidades de crédito y a mejorar las garantías de protección de los depositantes e inversores llevadas a cabo durante 2008 (como el incremento de los importes garantizados en los depósitos e inversiones de particulares de 20.000 a 100.000 euros), se inicia la fase de reestructuración ordenada y reconfiguración del sector.
Las dos medidas más importantes de esta fase son:
-1.1. Creación del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) (2009)
El FROB pretendía, en coordinación con los FGD, establecer un nuevo modelo bancario en nuestro país mediante el reforzamiento de los recursos propios de las entidades de crédito y el apoyo a los procesos de integración de entidades.
-1.2. Reforma del régimen jurídico de las cajas de ahorros (2010)
La reforma del sector se inició mediante el Real Decreto-ley 11/2010, de 9 de julio. La persistencia de la crisis financiera y su especial incidencia en este sector hacían necesario establecer un marco que permitiera darles mayor flexibilidad para captar recursos de capital de primera calidad, ajustar sus estructuras operativas y mejorar su gobernanza.
Los principales elementos de la reforma fueron:
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Medidas que facilitaban el acceso a los mercados de capitales. Entre ellas, la posibilidad de emitir cuotas participativas con derechos de voto. |
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Medidas que facilitaban diferentes alternativas de organización institucional. Así, las cajas de ahorros podían ejercer su actividad financiera a través de dos nuevas fórmulas: -Mediante la creación de un banco a través del que ejercerían indirectamente dicha actividad, manteniendo su figura jurídica de caja o transformándose en fundación. -A través de un «sistema institucional de protección» (SIP) del que la caja pasaría a formar parte (fusión fría). El SIP estaría coordinado por un banco como organismo central, pero las entidades integrantes mantendrían su forma jurídica y su identidad. |
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Medidas que impulsaban una mayor profesionalización de los órganos de gobierno de estas entidades. Como por ejemplo la exigencia de un nivel de conocimientos y experiencia adecuados a los miembros del consejo y de la comisión de control para el desarrollo de sus funciones o la reducción del peso máximo de los poderes públicos en los órganos de gobierno. |
2. Refuerzo de la solvencia y prolongación de la reestructuración (2011-2013)
2.1. Refuerzo de la solvencia
Ante la evidencia de que la reducción de competidores, oficinas y empleados, no podría, por sí sola, bastar para recuperar el sector y restablecer la estabilidad financiera, se hizo patente la necesidad de aumentar los fondos propios de las entidades por lo que comienza una etapa de reforzamiento de capital.
2.2. Solicitud de asistencia financiera (2012)
Las medidas anteriores no bastaron para atenuar la presión de los mercados. Por ello y en aras de recapitalizar adecuadamente al sistema bancario español, el Gobierno español, el 25 de junio de 2012, solicitó asistencia financiera externa (Rescate bancario) en el contexto del proceso en curso de reestructuración y recapitalización de su sector bancario.
Esta asistencia financiera de hasta 100.000 millones de euros fue acordada por el Eurogrupo el 20 de julio de 2012 y recogida en el Memorando de Entendimiento (MdE o MoU) acordado por las autoridades nacionales y europeas, en el contexto del programa de asistencia mencionado.
El objetivo último del MoU fue apoyar al sector bancario español y restablecer la confianza para recuperar el acceso a los mercados financieros internacionales. Para ello, el programa tenía tres componentes principales:
Determinación de las necesidades de capital de cada banco, mediante un análisis general de la calidad de los activos del sector bancario y una prueba de resistencia banco por banco ante un hipotético escenario macroeconómico muy adverso.
Recapitalización, reestructuración y/o resolución ordenada de los bancos débiles, sobre la base de planes que aborden los déficits de capital detectados en la prueba de resistencia.
Segregación de los activos dañados de los bancos que precisarían apoyo público para su recapitalización sin la señalada segregación y transferencia a una Sociedad de Gestión de Activos (SGA). En cumplimiento de este principio, en diciembre de 2012, se constituyó la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB)
2.3. Continuación de la reestructuración.
En este sentido, la medida más importante la constituye la nueva reforma del marco jurídico de las cajas de ahorros mediante la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias (Ley 26/2013, de 27 de diciembre) que hizo efectivo el compromiso de mejorar la gobernanza de las cajas que España había asumido con sus socios europeos al solicitar la asistencia financiera en julio de 2012.
3. Avance en la nueva configuración del sector (2014-2018)
La transformación de las cajas de ahorros en fundaciones
La venta por parte del FROB de sus participaciones en las entidades nacionalizadas (a excepción de Bankia)
Los procesos de ajuste de capacidad operativa y de concentración en el sector de los bancos y de las cooperativas de crédito.
3.5.2. OPERACIONES BANCARIAS
1. Operaciones pasivas
Los recursos propios de estas entidades están constituidos tradicionalmente por las aportaciones directas de sus socios o accionistas y por sus beneficios no distribuidos. Es decir, por su capital y sus reservas.
No obstante, en la actualidad, a efectos del coeficiente de requerimientos de capital, se incluyen dentro de los recursos propios otras partidas que se caracterizan por la obtención de una financiación permanente por parte de la entidad de crédito:
• Cuotas participativas de las cajas de ahorros
• Acciones sin voto
• Participaciones preferentes
• Fondos de la obra benéfico social y de educación y promoción de las cajas de ahorros y de las cooperativas de crédito
• Financiaciones subordinadas
• Otras que tengan una duración indeterminada y que puedan utilizarse para absorber pérdidas de la entidad.
b) Recursos ajenos:
• Créditos del Banco Central Europeo/Banco de España (incluidas la financiación a través de la instrumentación de la política monetaria)
• Operaciones interbancarias (recursos de otras entidades financieras)
• Acreedores ordinarios (en euros o en moneda extranjera)
o Cuentas corrientes o depósitos a la vista: contrato bancario por el que su titular ingresa fondos en la entidad y puede incrementar, disminuir e incluso retirar totalmente su saldo en el momento en que lo desee, bien mediante movimiento de efectivo a través de caja, bien mediante cargos o abonos de cualquier otra naturaleza. La entidad bancaria, que puede usar ese saldo libremente, se obliga a atender en el momento las peticiones del cliente. Estas cuentas no ofrecen remuneración alguna a sus titulares y su contratación suele incluir comisiones por mantenimiento o administración, entre otras.
Entre las diferentes modalidades de cuenta corriente que ofrecen actualmente las entidades bancarias podemos señalar:
Cuenta Nómina. Es una cuenta corriente en la que, a cambio de domiciliar una nómina, el titular obtiene una serie de beneficios: regalos, ausencia de comisiones, ventajas financieras,…
Cuentas para empresas y autónomos. Son cuentas corrientes destinadas de forma específica a este tipo de clientes. Las características de estas cuentas son similares a las de una cuenta al uso, sólo que además suelen contar mayores márgenes de endeudamiento e incluso la posibilidad de acceder de depósitos ultracortos para buscar rentabilizar el dinero que deben guardar en caja.
o Cuentas remuneradas o de ahorro: son cuentas destinadas, como su propio nombre indica, al ahorro, ya que ofrecen cierta una cierta rentabilidad que, en muchos casos, suele ser más elevada durante los primeros meses. A diferencia de una cuenta corriente, en este tipo de cuentas no se pueden domiciliar recibos ni nóminas, aunque en algunos casos ofrecen tarjetas de débito o crédito.
Su funcionamiento es parecido al de un depósito bancario, pero con la ventaja de que el dinero se puede recuperar en su totalidad o en parte en cualquier momento, sin penalización ni comisiones.
Un caso concreto de estas cuentas son las Cuentas de ahorro para niños. Si bien la rentabilidad no es muy alta, se ofrecen otro tipo de “ganchos” para atraer a los niños y a sus padres con ventajas fiscales y propuestas originales, que incluyen por ejemplo, exención en comisiones, regalos o seguros de vida.
o Depósitos o imposiciones a plazo fijo: contratos por los que el cliente se compromete a mantener hasta su vencimiento en la entidad el importe del depósito. Llegado éste, podrá acumular los intereses, incrementar, disminuir o retirar su importe total. Si el cliente deseara hacerlo líquido antes del vencimiento, la entidad le puede anticipar su devolución (con la consiguiente penalización) o le puede conceder un crédito con la garantía de su importe.
Entre las variantes del depósito a plazo fijo básico podemos señalar:
Depósitos con remuneración en especie o con regalo. A cambio de tener el dinero depositado en el banco, la entidad financiera nos remunera con un “regalo” (por ejemplo, un televisor, una vajilla
Depósitos estructurados: son un tipo de depósito en el cual no se conoce cuál será su rentabilidad hasta el momento que llega al vencimiento puesto que, normalmente, se ofrece un interés de acuerdo a la evolución de un índice o conjunto de acciones. En el peor de los casos, para no ahuyentar a los perfiles más conservadores, como mucho se penaliza sin interés si no se cumplen las condiciones, pero no se acostumbra a penalizar si el índice de referencia o acciones sufren caídas.
Depósitos Mixtos: un porcentaje determinado de la inversión es a plazo fijo a un tipo conocido mientras que la otra invierte en otro instrumento financiero, normalmente un fondo de inversión.
Depósitos con ventajas fiscales: Son depósitos que, además de la rentabilidad financiera, otorgan algunos beneficios fiscales. El caso de más reciente creación es el de la Cuanta Individual de Ahorro a Largo Plazo (CIALP). Son depósitos a un plazo mínimo de 5 años, con un límite de ahorro anual de 5.000 euros cuyos intereses están exentos de tributar en el IRPF.
• Otros pasivos líquidos: otras formas de captar recursos por parte de las entidades bancarias de manera distinta a los depósitos tradicionales (p.e. cesiones de activos, emisión de títulos de deuda: pagarés de empresa, títulos hipotecarios,…)
• Otros acreedores (p.e. proveedores)
Préstamos y créditos (definición, diferencias y clasificación, al final del tema) Operaciones de Leasing (Tema 4)
Operaciones de Factoring (Tema 4)
Descubiertos en cuenta corriente: son en realidad créditos para los que no existe solicitud formal, que consisten en una orden de pago contra una cuenta por importe superior a su saldo, que es aceptada por la entidad en base a la confianza personal que el cliente le merece.
Descuento comercial: anticipo del importe (deducidos los correspondientes, intereses, comisiones y gastos) de los efectos comerciales.
Anticipo de documentos: variante de la
fórmula anterior en la que la entidad recibe ciertos documentos (pagos por los
organismos públicos, certificaciones, etc.) cuyo importe anticipa a su titular.
Cartera de valores(Combinación de
activos financieros en los que la entidad invierte sus propios recursos)
Inmovilizado
Concesión de avales y otras garantías.
El aval bancario es un contrato de garantía en virtud del cual la entidad de
crédito asume frente a un cliente el cumplimiento subsidiario de la obligación
de la que éste es deudor principal, reforzando de este modo frente al acreedor
el cumplimiento final de la operación.
3.Operaciones
de prestación de servicios: Son un conjunto de actividades por cuenta
de terceros, muy numerosas, heterogéneas y diversas, entre las que podemos
señalar:
•Servicio de tesorería: caja (cobros y pagos),
domiciliaciones, transferencias,…
•Otros servicios y productos financieros diversos
(p.e. seguros, planes de pensiones, fondos de inversión…)
•Asesoramiento a la clientela: sobre operaciones
de inversión, de comercio exterior, informes comerciales,…
•Servicios vinculados con operaciones con activos
financieros (p.e. suscripción, depósito, administración…)
•Gestiones de cobro y aceptación de efectos,
certificaciones, etc.
•Otros servicios: cajeros automáticos, tarjetas
de crédito, alquiler de cajas de seguridad, cheques bancarios,…
En algunos casos, no son
realizadas por la propia entidad bancaria, sino por otras que integran su grupo
financiero (sociedades de valores, entidades de leasing, compañías de seguros,
etc.)
Estas operaciones,
tradicionalmente gratuitas en nuestro país, se empezaron a cobrar hace unos
años por la carga negativa que suponían en la cuenta de resultados de las
entidades de crédito.