Portada » Filosofía » La Opinión y la Persuasión en Filosofía
Platón considera que entre ignorancia y conocimiento está la opinión, que nos permite juzgar sobre la apariencia. A Platón le interesa, como parte de la opinión, la idea de plantear la duda para reflexionar una posible solución.
Las ideas son el tema fundamental de Platón, presentadas en dos formas: conceptos (representaciones mentales) y realidades que existen con independencia de las cosas. Es decir, el mundo inteligible de las ideas y el mundo sensible de las cosas. El pensamiento (simple creencia) y el verdadero conocimiento. Esta teoría la explica con el Mito de la caverna (Deberíais sabéroslo ya, pag 36). Él desdeña los sentidos porque nos engañan con las apariencias, por lo que el conocimiento solo puede venir del mundo de las ideas. Para Platón la razón es el logos, que no es simplemente reflexión, sino razón expresada, reflexión comunicada. Para él, en la opinión no hay propiamente un saber ni tampoco una ignorancia, ni siquiera una creencia, sino un modo particular de aserción. Esta aserción está más cercana del saber cuánto más probables sean las razones en las cuales se apoya y más racionales los argumentos que puede utilizar. Opinión en periodismo es un término que empleamos para una tarea periodística, que tiene como base establecer opiniones razonadas en forma de artículo para lograr una adhesión a tesis difícilmente comprobables. A mejor argumentación, más difícil será la refutación y más fácil la persuasión. El modo de presentar los hechos de las informaciones y el proceso de selección constituye un modelo de persuasión basado en la selección previa con fines ideológicos. Opiniones bien armadas, correctamente argumentadas y con un fin concreto, persuadirán de que la razón está de la parte del que argumenta.
Para Aristóteles la retórica es correlativa a la dialéctica pues ambas tratan cosas que en cierto modo son de conocimiento común a todos y no corresponden a ninguna ciencia (hecho demostrable al 100%) determinada. Siendo así un arte que se manifiesta en los argumentos retóricos. Estos argumentos se llaman entimemas “facultad de considerar lo que sea necesario en cada caso para persuadir”, siendo los entimemas (del griego deducir por raciocinio) silogismos fundados sobre cosas verosímiles que pretenden persuadir más que demostrar. Debe buscar la verdad pero la retórica en sí misma no contiene verdad sino verosimilitud que es lo que le corresponde al mundo de la opinión. La argumentación según el criterio aristotélico depende de tres factores: los argumentos suministrados mediante el discurso son de tres tipos dependiendo del carácter del orador, los oyentes o el discurso en sí. Aristóteles creó la retórica porque fue quien le dio los dos aspectos que no vio Platón: combatió la concepción que de ella se tenía como un arte meramente empírico y rutinario, y acentuó el carácter técnico de la retórica como arte de la refutación y de la confirmación.
La opinión es un pensamiento comunicado, la idea sobre las cosas que cada uno posee, transmite y comparte.
Algunos conceptos fundamentales en el campo de la opinión periodística son:
La objetividad se parecería a la verdad por sus modelos de exactitud, búsqueda y responsabilidad pero el problema es que nadie sabe dónde se encuentra exactamente eso de la objetividad.
Umberto Eco estudia la semiótica como la disciplina sobre todo lo que puede usarse para mentir. Según Sánchez-Bravo la hermenéutica pretende establecer es que su experiencia de la verdad es incompatible con el privilegio lógico de la verdad. Lo único que podemos concluir de verdad es: que se llega por las palabras que expresen razonamientos no contradictorios, que está ligada a la investigación, que la verdad es coherencia y coincidencia existencial, y que no es un concepto absoluto.
Tenemos derecho a una información veraz como un bien social y necesario que está por encima de los intereses empresariales o ideológicos. La información veraz se construye con el rigor de la exposición de datos y hechos, con la correcta atribución de las fuentes que avalan la noticia y su contraste, el juego limpio en la interpretación de los hechos, el respeto y el distanciamiento del yo emocional e ideológico. La acuración hace referencia al método empleado para obtener la información y para tratar esa información. Los hechos además deben estar contados de forma que se vean que son verdaderos, hay que conseguir una lógica expositiva en los niveles del relato informativo, a esto lo llamamos facticidad.
En estos momentos, es tema habitual de debate la capacidad de los medios de comunicación para provocar cambios en la sociedad. Algunos estudiosos afirman que estamos virtualmente a merced de los medios de comunicación de masas mientras otros sugieren que un lavado de cerebro junto con técnicas similares conducirían a cambios reales y permanentes en el aspecto político y religioso.
Los medios de comunicación intervienen de forma muy importante en los aspectos centrales de la vida social de los países actuales. Uno de los aspectos fundamentales del poder radica precisamente en la información. Pero además de la función informativa, los medios tienen la función persuasiva.
La actitud se entiende como un estado de disposición mental y nerviosa organizado a través de la experiencia que ejerce una influencia sobre la respuesta del individuo a todos los objetos y situaciones con los que está relacionado. Las actitudes surgen de estas fuentes:
Los rasgos de carácter son los que hacen que el individuo seleccione de entre muchos sentidos aquellos que están en consonancia con sus propias creencias.
Persuasión: es un fenómeno de inducción que significa llevar sin violencia a otros en discursos o demás procedimientos, cuando hay más de una posibilidad real de acción. Persuadir, para Perelman, es más que convencer. Sin embargo, siguiendo el carácter racional de la adhesión, convencer es más que persuadir. El convencimiento por la vía racional se obtiene mediante la demostración, pero a quien quiere persuadir no le basta con convencer por la vía racional, necesita también la adhesión, que conducirá más directamente hacia unos resultados determinados.
Convencimiento: Convencer es probarle a uno una cosa de manera que racionalmente no la pueda negar. La diferencia entre ambas actitudes, según Perelman, es que mientras la persuasión es una argumentación que sólo pretende ser válida para un auditorio particular, el convencimiento es una argumentación destinada a obtener la adhesión de todo ser razonable. En el convencimiento no hay que provocar emotividad en el individuo, sino más bien una serena reflexión y recepción.
Manipulación: Manipular es intervenir con medios hábiles en la política, en la sociedad…con frecuencia para servir intereses propios o ajenos. La manipulación está basada en la simulación, pero no en la mentira: no se miente, pero tampoco se dan a conocer algunos datos, obligando así al receptor a adherirse intelectualmente a determinadas proposiciones. Es preciso distinguir en este proceso la simulación de la disimulación: en el primer caso, se exponen más datos de los que se tienen; y en el segundo caso, menos.
La manipulación se desarrolla en la práctica de acuerdo con las siguientes características: Hay dos niveles de intencionalidad: clara y patente. Hay dos niveles de lenguaje: el que se exhibe y lo que subyace.