Portada » Física » El Campo Sonoro: Características, Difusión y Acondicionamiento
El campo sonoro es el valor de presión sonora en cada punto del espacio. Se divide en:
Contiene la parte del sonido que acaba de ser emitido por la fuente y, por lo tanto, no experimenta ninguna reflexión. Disminuye 6 dB al doblar la distancia respecto a la fuente, es direccional.
Incluye el sonido después de la primera reflexión, es constante en ambientes cerrados y es difuso. Explica por qué dentro de una sala los sonidos se perciben con mayor sonoridad que en un ambiente abierto. En una sala, el sonido es reforzado por el campo reverberante que acumula la energía no absorbida en las reflexiones. El campo reverberante será mayor cuando más reflectoras sean las superficies de la sala, el tiempo de reverberación aumenta la reflexión.
Llegan al oyente sin haberse reflejado por las paredes de la sala. Da un efecto direccional (sensación de procedencia de la fuente), si hay dos o más altavoces, la sensación de procedencia viene dada por las relaciones de distancia e intensidad de los altavoces. Representa una parte pequeña del total del sonido percibido, necesidad de proyectar correctamente la disposición de los altavoces para conservar el efecto direccional.
Llegan al oyente después de haberse reflejado en paredes u objetos de la sala. Debe considerarse en relación con las características acústicas del local, ya que influye en la inteligibilidad de la palabra.
Tiempo que transcurre desde que cesa una fuente sonora hasta que la energía sonora disminuye a una millonésima parte de la original. El tiempo que tarda el sonido en bajar 60 dB por debajo de su nivel inicial, se puede representar como RT60, T60 o T. El tiempo de reverberación depende de lo absorbentes que sean las superficies de las salas. Si las paredes son muy reflectoras, se necesitarán muchas reflexiones para que se extinga el sonido y T sea más grande. Si son muy absorbentes, en cada reflexión se absorberá una proporción muy alta del sonido, en pocas reflexiones el sonido será inaudible, T será pequeño. Materiales duros son poco absorbentes con tiempo de reverberación largo, materiales blandos son absorbentes con tiempo de reverberación corto. Fórmula de Sabine T=0,161*(V/(a*S)) Coeficientes de absorción no tienen por qué ser iguales.
Tiempo de reverberación óptimo: la palabra requiere menos tiempo de reverberación que la música, con un tiempo de reverberación alto la palabra reduce la inteligibilidad, la música disimula pequeñas imperfecciones y aporta espacialidad.
Para que una sala reúna las características adecuadas es necesario usar materiales apropiados para recubrir paredes, techos y suelos. Tener en cuenta el aislamiento del sonido, la absorción del sonido y la distribución del sonido.
Los materiales de construcción y los revestimientos tienen propiedades absorbentes muy variables, según el tipo de sala se deben realizar tratamientos específicos para optimizar las condiciones acústicas. Para ello se utilizan materiales absorbentes, reflectores o difusores, según el uso.
El diseño de elementos reflectores posibilita la aparición de reflexiones útiles en la zona del público, son materiales rígidos, lisos y no porosos. Solo resultan necesarios en salas destinadas a teatro y música no amplificada. Se da reflexión si la superficie es lisa y tiene más dimensiones grandes en comparación con la longitud de onda. Actuará como tal a partir de una frecuencia, para las frecuencias en que el reflector sea pequeño respecto a la longitud de onda habrá difracción.
Dos columnas acústicas al lado del escenario, la altura e inclinación han de dirigir el sonido a los sectores posteriores de la platea, suele ser suficiente una amplificación de 10 dB, si se necesita una amplificación superior hay que comprobar que sigue direccional. Es conveniente una instalación con dos micrófonos conectados a dos amplificadores con dos columnas acústicas, una por el lado derecho y otra por el izquierdo. Verificar si hay puntos en los que el sistema de difusión general no es suficiente. Instalar pequeños altavoces locales a los que se dará el retardo correspondiente a la distancia del escenario.
La inteligibilidad no es lo importante, sino la fidelidad de reproducción y un nivel sonoro suficiente para toda la sala, la música suele originarse en el foso de la orquesta a un nivel bajo. Dos columnas acústicas colocadas al lado del escenario, micrófonos direccionales, para música se necesitan tiempos de reverberación mayores que para voz.
El problema es la inteligibilidad, especialmente en las zonas más alejadas del orador, donde el sonido directo llega considerablemente atenuado, una columna acústica dirigida hacia el fondo de la sala reduce las reflexiones y permite tener un sonido directo más intenso que el indirecto.
Altura de una instalación, la parte inferior de la columna acústica ha de estar algo más alta que la cabeza del oyente, se sitúa con el borde inferior a unos 1,70 m si está sentado y 2,20 m si está de pie. Posicionamiento, si una columna acústica radia en una sola dirección, conviene fijarla lo más cerca posible de la pared. Instalación de columnas acústicas, direccionalidad, el sonido debe aparecer en cada punto como procedente de la dirección de la fuente; efecto Larsen, los micrófonos han de estar detrás de los altavoces, tanto como sea posible, para evitar el efecto Larsen; las instalaciones de refuerzo acústico se usan para reproducir los sonidos en el ambiente en el que se generan, para hacerlos inteligibles en cualquier punto; salas de conferencias y baile; en estas salas para la reproducción de los sonidos suelen utilizarse columnas acústicas para favorecer la direccionalidad (concentración del sonido en los puntos que interesan).
La difusión del sonido se caracteriza por el sonido directo que se propaga desde los altavoces hasta los oyentes, la potencia de los amplificadores es importante, pero las reflexiones no. Tener en cuenta los fenómenos meteorológicos que influyen en la propagación.