Portada » Medicina y Salud » Normas de Trabajo y Seguridad Biológica en el Laboratorio de Microbiología
La manipulación de muestras biológicas potencialmente infecciosas expone a los técnicos a riesgos. No todos los microorganismos que se manipulan en el laboratorio son infecciosos. Los virus, bacterias y hongos, entre otros agentes infecciosos, pueden ser causantes de enfermedades, por lo que pueden originar riesgos para las personas que los manejan. Para que se produzca una enfermedad infecciosa en el laboratorio tienen que concurrir una serie de circunstancias como:
Para minimizar los riesgos, lo primero que habrá que hacer es identificarlos y evaluarlos; después se elaboran normas de prevención y protocolos de actuación frente a casos de accidente. Las normas de seguridad estarán enfocadas a lograr que el trabajo se realice con un riesgo mínimo para los técnicos y el resto del personal, para los ciudadanos en general, y para todos los seres vivos que los rodean y el medio ambiente. Con respecto a las normas preventivas de seguridad, existen normas básicas que sí pueden ser extrapolables a la mayoría de los laboratorios. Sin embargo, cada laboratorio debe establecer sus propias normas de obligado cumplimiento, siempre teniendo como referencia la normativa europea y nacional. El plan de prevención y seguridad debe ser conocido y respetado por todos los trabajadores. Algunos conceptos significativos de seguridad biológica que se deben conocer son:
En función de su patogenicidad, los agentes biológicos son clasificados por la OMS en 4 grupos de riesgo en orden creciente de peligrosidad. También asumen esta clasificación las normativas europea y española. Los grupos de riesgo de los agentes biológicos son:
En correspondencia con el grupo de riesgo se establecen los correspondientes niveles de bioseguridad. Al igual que los agentes biológicos se clasifican en 4 grupos, también existen 4 niveles de contención biológica, 1 por grupo, de modo que hay un nivel 1 que afecta a agentes del grupo 1, un nivel de contención 2 para agentes del grupo 2 y niveles de contención 3 y 4 para agentes biológicos de los grupos 3 y 4, respectivamente. Cada uno de estos niveles pretende establecer métodos de trabajo seguro que eviten o reduzcan al mínimo el peligro biológico por exposición cotidiana del personal del laboratorio y de otros trabajadores. Estos niveles son el resultado de combinar protocolos de técnicas seguras microbiológicas e inmunológicas, con barreras primarias (equipos de protección y aparatos de seguridad) que protegen al personal y al ambiente de trabajo del laboratorio y barreras secundarias como el establecimiento de zonas, el control del flujo de corrientes de aire, el filtrado de salida del aire al exterior, las técnicas de descontaminación (desinfección y esterilización), la eliminación de residuos y otras que protegen al ambiente exterior del laboratorio. La bioseguridad de un laboratorio ha de estar organizada, cumpliendo ciertos requisitos:
Al manipular muestras biológicas existe la posibilidad de que se formen aerosoles en la atmósfera del laboratorio, con el peligro de inhalación por parte del personal del mismo. Si el agente biológico es especialmente infeccioso, puede suponer un grave riesgo no sólo para los que lo manipulan, sino también para las personas ajenas y otros seres vivos. Con el fin de reducir los riesgos biológicos se emplean sistemas de ventilación que producen una presión negativa respecto a la presión atmosférica en el habitáculo del laboratorio, o bien se utilizan cabinas de seguridad. Éstas se subdividen en campanas extractoras de gases, cabinas de flujo laminar y cabinas de seguridad biológica. Las CSB se utilizan en procedimientos que pueden originar aerosoles biopeligrosos. Estas cabinas protegen al trabajador y al ambiente del riesgo que se sufre al manipular material biológico.
Hay de varias clases, dependiendo del grado de seguridad que se quiera conseguir:
Las normas básicas que hay que tener en cuenta se pueden resumir en dos: garantizar la seguridad del técnico y su entorno y garantizar la integridad del material objeto de estudio. Es importante el estricto cumplimiento de los siguientes aspectos fundamentales:
Hay que evitar que la comunidad ajena al laboratorio se vea afectada por los posibles riesgos biológicos, para ello se deben establecer barreras que impidan el paso de los microorganismos al exterior.
Es necesario guardar unas normas de conducta que puedan evitar el riesgo permanente que existe en el laboratorio de bacteriología alimentaria respecto a:
En la preparación del material para microbiología hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Por todo ello, manipularemos el material de la forma más adecuada.
Tras la utilización del material, si es desechable, se descontamina y elimina por incineración. Si no es desechable, se descontamina y se procede a su recuperación mediante limpieza y preparación para su uso posterior.
Eliminación de todos los microorganismos patógenos que se encuentran en el material utilizado en el estudio de una muestra antes de su manejo. Lo ideal es utilizar material desechable o de un solo uso, pero esto es caro, por lo que muchas veces hay que utilizar material que se pueda recuperar limpiándolo y esterilizándolo perfectamente. Las técnicas que nos sirven para la descontaminación son:
Eliminación de suciedad por sustancias jabonosas, facilitando el arrastre por acción mecánica de cepillos, estropajos, escobillones, etc. Aclarar con agua abundante y al final con agua destilada. Escurrir y se seca a temperatura ambiente o en estufa.
Si hay suciedad persistente se deja el material en mezcla sulfocrómica y después se realizan los pasos anteriores.
Una vez que el material está químicamente limpio hay que mantenerlo estéril desde el momento de la esterilización hasta el momento de su utilización e incluso protegerlo durante el proceso esterilizador. Se procede a envolverlo de tal forma que pueda penetrar el medio esterilizante, pero no los microorganismos después de la esterilización, contaminándolo. Los envoltorios utilizados son diferentes según el método de esterilización adoptado:
En general, hay que proteger todas las superficies que están en contacto con los microorganismos. Se utilizan preferentemente hornos de calor seco, pues el autoclave tiene el inconveniente de dejar mojado el material y el óxido de etileno no se emplea normalmente en microbiología.
Técnica cuyo fin es la destrucción de gérmenes patógenos y la mayoría de saprofitos.
Técnica que tiene como fin la destrucción de cualquier forma de vida: gérmenes patógenos, saprofitos e incluso las formas de resistencia (esporas).
Para comprobar que el proceso de esterilización se ha realizado correctamente existen controles: