Portada » Español » Análisis de la Lengua Española: Norma, Tabúes y Obras Maestras
La norma es el conjunto de usos lingüísticos que se utilizan como modelo de correcta utilización de una lengua, y es la base de lo que se conoce como lengua estándar. La lengua estándar no coincide con ninguna variedad lingüística real. Por lo general, hay distintas subnormas, puesto que la lengua estándar se adapta a la manera de hablar de las personas cultas de las diferentes variedades dialectales. La norma tiene los siguientes rasgos:
El respeto a la norma es mayor en unas situaciones comunicativas que en otras.
Los tabúes son palabras de mal gusto que se emplean exclusivamente en situaciones informales. Las palabras tabú suelen referirse a cuatro ámbitos: sexo, fisiología y lo escatológico, la muerte y la enfermedad, y la religión y lo sobrenatural. Su utilización despierta reacciones negativas en los interlocutores. Para evitarlas, los hablantes recurren al eufemismo, que consiste en sustituir la palabra tabú por otro término que tiene una consideración social más favorable.
Relacionadas con los tabúes están los tacos, generalizados en el habla coloquial y considerados propios del lenguaje vulgar. Los tacos son palabras aisladas que permiten al hablante manifestar sus emociones y tensiones, agresividad y violencia. A menudo, el significante de los tacos se enmascara recurriendo a significantes parecidos, pero menos directos. Los tacos pueden ser un indicador de que un hablante pertenece a un bajo nivel cultural y educativo.
Se caracteriza por tener un verbo como núcleo y por desempeñar la función de predicado de una oración. El sintagma verbal presenta los siguientes constituyentes:
Podemos considerar complementos argumentales los siguientes:
Los verbos transitivos exigen la presencia de un complemento argumental que signifique el objeto de la acción: el CD. El CD puede presentarse como un SN, S. Preposicional, como pronombre átono o tónico o como una oración subordinada. Se reconoce por los siguientes rasgos:
Algunos verbos transitivos presentan otro complemento argumental, CI, que designa al destinatario de la acción expresada por el verbo y el CD. Con algunos verbos puede ir como único complemento argumental. Puede presentarse como un sintagma preposicional con «a», y como un pronombre átono. Para reconocerlo debe tenerse en cuenta que se puede sustituir por le/les.
Don Juan Manuel es el prosista castellano más relevante del siglo XIV. Sobrino de Alfonso X, estuvo siempre orgulloso de su linaje y participó en numerosos conflictos políticos y guerreros de la época. Escribió varias obras. Las más importantes son el Libro del caballero y del escudero, y el Conde Lucanor o Libro de Patronio.
Es la obra más destacada de Don Juan Manuel, se escribe en una tradición que combina enseñanza y entretenimiento. La obra está formada por 51 ejemplos o cuentos que se completan con un conjunto de proverbios y un tratado de salvación del alma. En todos los cuentos aparece una preocupación común (cómo mantener y acrecentar la honra, la hacienda y el estado). Todos los ejemplos tienen el mismo esquema narrativo: el conde Lucanor consulta un problema con Patronio (su tutor y consejero) y este le responde con un cuento.
Fue coetáneo de Shakespeare y abordó la práctica totalidad de los géneros literarios de su tiempo. En todos fue excepcional, especialmente en el drama. Nació en una familia modesta y trabajó como secretario de la alta nobleza. Tuvo varias esposas, amantes e hijos que aparecen en sus obras. Tras una crisis personal, se hizo sacerdote, pero se casó con Marta de Nevares con la que tuvo una hija. En sus últimos años sufrió un empeoramiento económico y su influencia en la corte disminuyó. Murió en 1635, 3 años después que su mujer.
Fue un poeta muy famoso. Además compuso muchos sonetos (amorosos, sacros o burlescos), también escribió numerosos poemas épicos. De él se conservan 400 comedias de las 1500 que se dice que llegó a componer. Las fuentes habituales eran la Biblia, mitología, novelas… y el motivo central el amor y la honra. Sus dos obras más importantes son:
El Quijote es la obra más famosa de Cervantes, y se publicó en dos partes. La primera en 1605, con el título de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha», y la segunda fue publicada en 1615, con el nombre «Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha».
Don Quijote, que es un hidalgo de buen pasar, pierde el juicio leyendo libros de caballerías y decide hacerse caballero andante. En una primera salida, don Quijote es armado caballero. En una segunda salida, va acompañado de Sancho Panza. Los dos no salen con otro fin que el de buscar aventuras, pero en cuanto dejan en libertad a unos cautivos, deciden ocultarse en Sierra Morena. Sancho parte a llevar una carta a Dulcinea, y en la venta se encuentra con el cura y el barbero de su lugar. Al tener noticia de lo ocurrido hasta el momento, ambos deciden hacer un plan con el fin de engañar a don Quijote y devolverlo a casa. El plan tiene éxito, y don Quijote vuelve al pueblo.
En esta parte, Cervantes apenas incluye algún episodio extraño. Esto hace que los protagonistas dialoguen continuamente, lo que enriquece el carácter de don Quijote. En su tercera salida, don Quijote y Sancho se dirigen en un primer momento a Zaragoza. Poco antes de llegar a la ciudad, los protagonistas son acogidos por los duques de un palacio. Al salir del palacio, don Quijote decide dirigirse a Barcelona en lugar de ir a Zaragoza. En la playa de Barcelona, don Quijote es vencido por el bachiller Sansón Carrasco, quien le exige que vuelva a su pueblo y no salir a vivir nuevas aventuras hasta que hubiese pasado un tiempo. Don Quijote cae enfermo y muere nada más llegar a la aldea, tras haber renegado de los libros de caballerías.