Portada » Arte » Arte Romano, Paleocristiano y Bizantino: Historia, Arquitectura y Escultura
El arte romano, influenciado por el arte etrusco y helenístico, se desarrolló durante el auge del Imperio Romano, que abarcó gran parte del Mediterráneo y Europa. Este imperio, caracterizado por su sentido unitario, atravesó tres etapas: Monarquía, República e Imperio. Las artes romanas, con un enfoque práctico y utilitario, estaban al servicio del Imperio y sus necesidades.
La arquitectura romana, conservando la practicidad y funcionalidad de su pasado, experimentó una gran actividad constructiva para satisfacer las nuevas necesidades de la sociedad. Se caracterizó por:
En cuanto a los materiales, se utilizaron piedra, mármol, ladrillo y, como gran innovación, el hormigón o cemento. Los materiales pobres se cubrían con revestimientos. Se adoptaron los órdenes griegos, especialmente el corintio, y se añadieron dos órdenes romanos: el toscano y el compuesto, utilizados a menudo superpuestos en una misma fachada. Roma tomó el arco de los etruscos y lo generalizó, junto con bóvedas y cúpulas.
Roma destacó por la creación de ciudades ordenadas, dotadas de edificios e infraestructuras. El foro, espacio central de la ciudad, albergaba los edificios más importantes.
A diferencia de Grecia, el templo no era el edificio más importante en Roma. De dimensiones reducidas, seguían modelos rectangulares y circulares griegos, empleando los órdenes clásicos. La novedad fueron los templos cerrados con sistemas abovedados, dando importancia al espacio interior y centralizado.
Los romanos, amantes de los juegos, construyeron edificios específicos para cada ocasión: teatros, circos y anfiteatros. Las termas, que cumplían funciones de baño, reunión y descanso, alcanzaron tal tamaño que se construían fuera de las ciudades.
Para celebrar victorias militares, se erigían columnas y arcos del triunfo, elementos constructivos aislados que se convertían en símbolos.
Más relacionadas con la ingeniería que con la arquitectura, destacan puertos, faros, vías, puentes y acueductos.
Utilizada para intercambios comerciales e impartición de justicia, la basílica requería una gran capacidad interior. Este edificio serviría como primer modelo de templo cristiano.
Con gran influencia etrusca y griega, la escultura romana se caracterizó por su afán realista y sentido narrativo. Se utilizaban principalmente bronce y mármol, y los temas se centraban en la religión, lo funerario y lo político. A partir del siglo III, las esculturas pierden naturalismo en favor de un estilo más solemne y estático.
Con origen en el retrato funerario etrusco, los retratos romanos se realizaban para recordar hombres ilustres. De marcado realismo, empleaban el contrapposto griego. Se elaboraban bustos, cuerpos enteros, retratos ecuestres y femeninos. Destaca la evolución desde el retrato republicano (Brutus Barberini, L’Arringatore) hasta el bajoimperial (Augusto en Prima Porta, Retrato Ecuestre de Marco Aurelio).
Con antecedentes en los Annales republicanos y los relieves helenísticos, el relieve histórico romano ensalzaba hazañas de conquista. Con un gran sentido narrativo, utilizaban distintos volúmenes de relieve para crear perspectiva, contrastes de luces y sombras. Representaban escenas realistas con detalles del paisaje, elementos arquitectónicos y caracterización realista de los individuos. Ejemplos principales: Ara Pacis, Arco de Tito y Columna Trajana.
El arte paleocristiano surge con la aparición del cristianismo y su relación con el poder:
Se distinguen dos periodos:
En 395 d.C., el Imperio se divide en Oriente y Occidente, dos ámbitos culturales que se distancian. Occidente sufre un empobrecimiento material y técnico, ruralización e invasiones bárbaras, hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en 478 d.C.
Destacan las catacumbas y los sarcófagos.
Se adoptan temas paganos con significado cristiano. Las paredes y sarcófagos se decoraban con influencia de la plástica romana. Surgen los primeros temas cristianos en los iconos.
La Iglesia se alía con el poder político y adopta sus formas de representación. En arquitectura, se construyen mausoleos (Gala Placidia), baptisterios y basílicas (Santa María), con plantas centralizadas y longitudinales. Las artes plásticas asimilan los símbolos de poder de emperadores y magistrados.
El arte bizantino se desarrolla desde la división del Imperio Romano hasta la conquista de Constantinopla. Abarca la mitad oriental del Mediterráneo, disminuyendo su extensión a partir del siglo VII por la conquista musulmana. Es una mezcla de elementos romanos y griegos, con una fuerte unión entre Iglesia y Emperador. Se distinguen dos periodos:
Obras principales: Santa Sofía de Constantinopla y San Vital de Rávena.