Portada » Biología » El Agua: Recurso Vital y su Gestión
El agua es un recurso potencialmente renovable, debido a su desigual distribución en el tiempo y en el espacio. Las prácticas agrícolas, las actividades industriales y las urbanas, junto al aumento de la población, han llevado a utilizar aguas fósiles y a la sobreexplotación de los acuíferos, lo que, unido a la contaminación del agua, ha dado lugar a la escasez.
Los usos del agua se dividen en dos tipos:
La gestión hidrológica busca ordenar los usos del agua, aumentar su eficiencia y aportar soluciones técnicas para hacer frente a las demandas.
Cuando las demandas de agua superan la oferta, se recurre a medidas de carácter técnico, que tienen un alto costo ambiental y económico.
Se utilizan para el abastecimiento de agua de poblaciones, industria, agricultura, generación de electricidad y actividades de ocio.
Consiste en llevar agua de una cuenca con excedentes a otra con déficit de agua.
Se utiliza la»ósmosis invers», que consiste en separar el agua de la sal haciéndola pasar a través de una membrana semipermeable, para lo cual se tiene que superar la presión osmótica normal (del medio menos concentrado hacia el más concentrado).
Un acuífero es una zona del interior de la tierra donde las rocas están saturadas de agua. Hay dos tipos de acuíferos:
Donde la parte superior está sometida a la presión atmosférica. Para extraer el agua, se necesita gastar energía.
La parte superior está protegida por un estrato impermeable, de forma que la presión atmosférica solo actúa en una parte libre, creando una presión en el fondo que hace que el agua salga hacia el exterior cuando se abre un pozo (pozos artesianos). En Canarias, cada isla dispone de un acuífero único. Los dos tipos de explotación del acuífero son pozos y galerías (excavaciones horizontales con una ligera pendiente al exterior).
Viene definida en función del uso que se le vaya a dar (para beber, riego, baño, etc.) mediante una serie de parámetros que permiten cuantificar el grado de alteración de sus características naturales.
Las fuentes de contaminación pueden ser:
Todos estos residuos naturales sufren una serie de procesos químicos y biológicos que forman la llamada autodepuración del agua y, en su mayor parte, son eliminados.
Es la acumulación de materia orgánica en aguas estancadas por un exceso de nutrientes, principalmente por nitrógeno y fósforo. Estos dos elementos proceden principalmente de abonos y fertilizantes agrícolas, de residuos alimenticios y detergentes con fosfatos. Los aportes de fósforo y nitrógeno producen un aumento de los organismos fotosintéticos superficiales (algas y fitoplancton), enturbian el agua y, al morir, se depositan en los fondos. Las bacterias aerobias oxidan la materia orgánica del fondo, consumiendo el oxígeno y apareciendo bacterias anaerobias que fermentan los sedimentos del fondo, produciendo sulfhídrico, metano y amoníaco, responsables del mal olor característico de estas aguas.
Por tanto, los efectos de la eutrofización son: turbidez, color verdoso, olor desagradable, falta de oxígeno y disminución de vida acuática.
Posibles soluciones a la eutrofización:
Las aguas subterráneas suponen el 30% del consumo agrícola y urbano en España. Su contaminación se produce por:
La sobreexplotación de los acuíferos puede dar lugar a procesos de salinidad en los pozos.
El mar, al disponer de un gran volumen de agua, posee una gran capacidad de autodepuración. Sin embargo, los vertidos incontrolados, las mareas negras y otros materiales peligrosos producen una contaminación que afecta principalmente a los ecosistemas litorales.
Los efectos de las mareas negras son:
Medidas preventivas:
Medidas correctoras: