Portada » Medicina y Salud » Sentidos y Desarrollo en Bebés: Tacto, Kinestesia, Gusto, Olfato, Oído y Vista
El feto es sensible al tacto y el bebé tiene una sensibilidad táctil muy precoz, este es uno de los sentidos que se desarrolla primero. El bebé ejerce la percepción táctil, primero con la boca y después con las manos y las plantas de los pies. Hacia el sexto o séptimo mes, este sentido alcanza una gran evolución.
El trastorno más frecuente del tacto es la insensibilidad táctil.
Es el órgano que proporciona datos sensoriales sobre la posición del cuerpo en el espacio.
Suministran información sobre el tono muscular, la posición de los miembros y la relación entre las diferentes partes del cuerpo.
El recién nacido ya percibe el movimiento cuando lo trasladan o lo mecen en la cuna.
Esto puede acarrear la pérdida de equilibrio, desconocimiento de la situación o posición del propio cuerpo o descoordinación de movimientos.
El recién nacido tiene este sentido bastante desarrollado, porque en el útero materno las papilas gustativas ya funcionan. Discrimina entre lo dulce, ácido, salado y amargo, prefiriendo el sabor dulce.
En el momento de nacer el sentido del olfato ya está bastante desarrollado, el bebé ya discrimina olores agradables de los desagradables, además el olfato alcanza su máximo desarrollo a los tres años.
El trastorno más importante es la insensibilidad, se puede producir la pérdida parcial o total de la capacidad olfatoria.
El recién nacido tienen una sordera parcial a causa de la inmadurez del nervio auditivo y de la oclusión de los conductos auditivos por la mucosidad. Puede distinguir intensidad, timbre y tono de un sonido, puede oír murmullos, no reacciona a sonidos monótonos y es capaz de localizar un sonido. A las doce horas puede diferenciar el lenguaje humano de otros sonidos, a los dos días reacciona a sonidos intensos realizados cerca, a lo siete días reconoce la voz de los padres, a los dos meses mueve la cabeza hacia donde ha oído un sonido o un ruido y a los tres o cuatro meses se puede concentrar en un sonido. Es hacia los tres meses cuando el sistema auditivo del bebé alcanza un grado óptimo de maduración.
Para desarrollar estos trastornos existen las llamadas audiometrías lúdicas.
El recién nacido es capaz de distinguir lo claro de lo oscuro, su agudeza visual es pobre, pero evolucionará durante las primeras semanas. Al mes él bebe ya puede fijar su mirada en un objeto frente de él y seguirlo con la vista con un recorrido de 90 grados. A los dos meses puede seguir un objeto con la mirada desde un recorrido de 180 grados. Al tercer mes puede seguir con la mirada un objeto que se desplaza, además se mira las manos y se concentra mirando un objeto cercano. Al sexto mes ya ha adquirido la coordinación ojo-mano. En el octavo mes examina los objetos con más detenimiento y hacia los doce meses la agudeza visual infantil es ya muy parecida a la de una persona adulta.